La Arena Coliseo en Monterrey es considerada una de las catedrales de la Lucha Libre, ahí se libraron grandes batallas entre los gladiadores, recibió la visita de las leyendas de la lucha, y escribió muchas historias en sus 67 años…; publica MILENIO.
Pararse en medio del viejo ring de la Arena Coliseo en Monterrey abre una puerta en el tiempo. Es posible escuchar la voz de los aficionados vitoreando al Santo para que venza con una llave de caballito a su acérrimo rival Black Shadow, en esa lucha inaugural del lejano año 1955, pero también se puede sentir la emoción que despertaron tantas luchas entre las antiguas glorias del pancrasio.
Todo es leyenda en la llamada Catedral de la Lucha Libre regiomontana, en la acera sur de la avenida Colón, entre las calles de Álvarez y Villagrán, en pleno centro de la ciudad.
La Arena Coliseo de Monterrey se inauguró el 23 de octubre de 1955, con una lucha estelar de lujo: un mano a mano entre El Santo y Black Shadow, 2 luchadores legendarios.
Por su cuadrilátero pasaron grandes luchadores históricos, pero sólo Antifaz nació y creció en la Arena Coliseo, pues es hijo de la promotora Lila Cavazos, quien, por 20 años, organizó los programas de Lucha Libre.
«Ahí me trajo en su vientre y de ahí nací, la Coliseo fue parte de mi vida, de mi infancia, de mi juventud y como luchador también» mencionó el Antifaz.
El Santo, Gory Guerrero, Blue Demon, René Guajardo, Mil Máscaras, Huracán Ramírez, Tonina Jackson, Rolando Vera, El Médico Asesino, El Perro Aguayo, Rayo de Jalisco, y muchos más subieron a deleitar a los aficionados con su técnica o sus marrullerías. En una pared de la Arena, la efigie de muchos de ellos es un mudo homenaje a su profesionalismo.
«Todavía me tocó ver al Santo, al señor, a Blue Demon, el doctor Wagner, era un luchar también muy recio, y pues infinidad de luchadores, mil máscaras» así lo mencionó Antifaz.
Arena Coliseo de Monterrey, ícono de la lucha libre. 🤼💥 pic.twitter.com/7ljkaySvZj
— Multimedios Deportes (@mmdeportesmx) December 18, 2023
La venta de máscaras desde hace más de 40 años
Afuera de la Coliseo, las máscaras históricas esperan a un niño o adulto, que se sienta un luchador al cubrirse el rostro con ella, y Felipe de Jesús Ibarra Rangel las vende desde hace más de 40 años.
«Recuerdo que era un ambiente familiar y había mucho respeto a la familia, la gente se divertía, los niños venían y los veías con sus mascaritas» mencionó el comerciante Felipe de Jesús Ibarra.
Recuerda a los luchadores más famosos, con quienes platicó muchas veces, pero sobre todo al Santo, quien le dio un consejo.
«Me visitó aquí y me dijo el Santo: estás vendiendo mis máscaras del santo, mire, hágalas bonitas y de las baratas para que usted gane trabajo y tenga buenos ingresos» así lo platicó Felipe de Jesús Ibarra.
Nadie como Antifaz conoció cada recoveco de la Arena Coliseo, donde vendió semillitas, cojines para sentarse, limpió a conciencia vestidores y la lona del ring, y un día subió al cuadrilatero.
«Cuando estaba muy niño anunciaba los rounds del box y luego de repente también andaba vendiendo periódicos que era para el asiento y andaba haciendo ahí de todo, divirtiéndome como todo un niño» así lo recuerda el Antifaz.
No solo encuentros de lucha libre se vivieron ahí, también fue escenario de grandes peleas de box y artes marciales, hasta que llegó ese 27 de marzo del 2022, cuando las luces que iluminaban el ring, se apagaron definitivamente, y difícilmente habrá otro coloso como la Arena Coliseo.
«Estaba en un punto estratégico central, estaba en el mero centro, ahí está la central de autobuses, ahí es la pasada de muchos camiones, estaba en el corazón de Monterrey»
Independientemente de lo que pase, la Arena Coliseo se convirtió en un icono de la Lucha Libre en Monterrey, y en sus gradas, hoy inexistentes, aún late el entusiasmo de los aficionados que seguramente la levantarán hasta el cielo, donde revivirá su gloria al tener nuevamente en el ring a los grandes luchadores de todos los tiempos.
Imagen portada: Archivo
