Por José Jaime Ruiz
La fotografía, para cualquier evaluación local de la reciente visita de Claudia Sheinbaum a Nuevo León, da cuenta de las posiciones electorales. Tres personajes sobresalen en el templete, Waldo Fernández, Judith Díaz y Tatiana Clouthier; a la derecha de la precandidata de Morena, Lupita Rodríguez y Beto Anaya. Actores y factores, Morena ya definió su liderazgo en la entidad con Waldo, Judith y la Tía Tatis.
Waldo y Judith no sólo se conjuntan, se conjugan. El trabajo todo-terreno de Waldo se cumple en sus recorridos casi diarios por las colonias de la metrópoli y los fines de semana por el área rural: no el escritorio, el territorio; a la vez, su proyección digital no la tiene ningún político, salvo, obvio, Mariana Rodríguez y el gobernador Samuel Alejandro García Sepúlveda.
Judith Díaz, por su parte, ya tiene la experiencia en el Senado, cuando aún creía en el Partido Acción Nacional. Como Coordinadora Estatal de los Programas de Desarrollo tiene referencia de todos y cada uno de los rincones de Nuevo León. La horizontalidad de los programas del Bienestar y la transversalidad con las diversas instancias de gobierno federales, estatales y municipales le dan la estructura que la dupla con Waldo requiere.
Luis Donaldo Colosio Riojas, quien ha hecho un pésimo trabajo político y administrativo en la ciudad de Monterrey, no tendría opción ganadora en contra de Waldo y de Judith, es más, ni siquiera pudo tener opción de reelegirse, según la fría veracidad de las encuestas. Quien sea el abanderado o abanderaba del PRIAN a la senaduría, ya puede tener algo en claro: su posición sería la tercera, después de Morena y Movimiento Ciudadano.
El impulso de Claudia Sheinbaum a Waldo y Judith será total, también lo será para las diputaciones federales, cuando se definan. Y aquí nadie le dará codazos o meterá el pie para que se trompique Sheinbaum. En la ruta de la empatía, Claudia y Samuel Alejandro se encuentran en sintonía: la continuidad de la obra pública (como el Metro), profundizar en solucionar el problema hídrico, de movilidad y de seguridad. Y lo que viene, como el impulso al hub NL y el tren de pasajeros… nada mal para el estado con la Cuarta Transformación.
