En una investigación se determinó que “la percepción de adulteración de medicamentos ha aumentado en México, pero hay poca investigación sobre su toxicidad”.
Un estudio realizado en raves cerca de la Ciudad de México encontró que el 50 por ciento de las dosis de cocaína vendidas en el lugar fueron mezcladas con fentanilo, al igual que en el 63 por ciento de las muestras de la droga MDMA; publica MILENIO.
El primer estudio de control de drogas en un festival electrónico y detección de fentanilo en la región centro de México fue realizado por el Comité de Ética del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz en un festival de música electrónica al aire libre, cerca de la capital del país, en el que participaron 40 personas, entre 22 y 48 años.
En el festival se recogieron 51 muestras de drogas adquiridas por los participantes, detalla el estudio, que también involucró a especialistas del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) y la Facultad de Medicina, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“El fentanilo estaba presente en dos de cada cuatro muestras de cocaína y en 14 de las 22 muestras confirmadas de MDMA (metilendioximetanfetamina, un derivado de las anfetaminas)”, señalan los resultados.
“Algunos de los adulterantes encontrados presentan graves riesgos para la salud, especialmente el fentanilo, las sustancias similares a las anfetaminas y la venlafaxina”.
Para realizar el estudio en el rave se colocaron dos secciones dentro de los terrenos del festival. Una estación se centró en la interacción con los participantes y en la toma de muestra de cada sustancia, y una adicional se destinó al control de drogas con voluntarios, respetando derechos humanos, y totalmente confidencial.
A través del programa de Análisis de Sustancias del Colectivo ‘ReverdeSer’ se realizaron las pruebas con los asistentes que proporcionaron 51 muestras de drogas, siguiendo protocolos éticos y de bioseguridad. Para el análisis de las muestras se utilizó colorimetría, espectroscopía infrarroja por transformada de fourier, luz ultravioleta y tiras de inmunoensayo de fentanilo.
Además, los participantes completaron un cuestionario con datos demográficos, estrategias de reducción de daños, patrones de consumo de drogas, antecedentes y la droga que esperaban encontrar.
En esta investigación se determinó que “la percepción de adulteración de medicamentos ha aumentado en México, pero hay poca investigación sobre su toxicidad”.
Y, en efecto, las sustancias de elección entre los asistentes, que fueron los psicoestimulantes metilendioximetanfetamina (MDMA), estaban adulteradas.
“Los principales adulterantes fueron metileno-dioxietil-anfetamina, metileno-dioxi-propil-anfetamina, hidroxianfetamina y el inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina venlafaxina”, detalla el estudio.
“Es urgente monitorear estos adulterantes en los festivales de música electrónica e implementar políticas públicas de prevención, tratamiento y reducción de daños. La distribución de naloxona y las terapias asistidas con medicamentos deben ser parte de los programas gubernamentales en México”, destacaron los encargados de este estudio publicado en BioMed Central.
En el artículo se resalta que “la actual política internacional de drogas criminaliza a las personas que consumen drogas (PWUD) y los mercados ilícitos ofrecen sustancias adulteradas que pueden causar graves consecuencias para la salud.
“Los vendedores de drogas aumentan el volumen y los ingresos al agregar adulterantes inertes y activos a las muestras de drogas. Los adulterantes farmacológicamente activos suelen ser drogas sintéticas o medicamentos de venta libre. Algunos ejemplos son la cafeína, los anestésicos locales como benzocaína, lidocaína; analgésicos antiinflamatorios no esteroideos como fenacetina, paracetamol; medicamentos veterinarios como levamisol;, el fentanilo y sus análogos.
“Otros adulterantes son nuevas sustancias psicoactivas (NSP) no controladas por la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, como el NBOMe, un sustituto del LSD. El riesgo de sobredosis fatal aumenta cuando se mezclan opioides potentes con heroína, cocaína y metanfetamina (metanfetamina cristalina).
“Sólo cuatro de las 33 muestras nominales de MDMA tenían MDMA sin adulterantes activos”, reportó el estudio difundido en diciembre de 2023.
El estudio se efectuó en un festival de música electrónica al aire libre debido a que congregan a jóvenes vulnerables a conductas de riesgo, incluido el consumo de drogas.
En Canadá, España, Países Bajos, Portugal, Austria, Suiza, Reino Unido, Australia y Colombia se instalan servicios de control de drogas con la finalidad de reducir los daños causados por el consumo. Además de proporcionar información sobre la discapacidad que causan las llamadas dosis «típicas» de drogas adulteradas.
Anteriormente, el Programa de Análisis de Sustancias (SAP), apoyado por el Instituto para la Atención, el Cuidado y la Prevención, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y la ONG Colectivo ‘ReverdeSer’, efectuó entre 2015 y 2019, la recolección de 1 mil 585 muestras de 1 mil 407 usuarios de drogas en 28 festivales de la Ciudad de México y ciudades aledañas.
Se detectó que el LSD y la MDMA representaban el 90 por ciento de las drogas analizadas. También que la MDMA se mezclaba con frecuencia con metanfetamina cristalina, y el LSD se adulteraba o se sustituía por NBOMe. La cocaína constituyó sólo el dos por ciento de las drogas analizadas, pero la mayoría de las muestras (80 por ciento) tenían varios adulterantes. Estos resultados mostraron la presencia de la heroína conocida como China White, mezcladas con fentanilo.
En el primer estudio de control de drogas en un festival electrónico y detección de fentanilo en la región centro de México los participantes manifestaron su preocupación sobre la adulteración y los efectos en su salud, así como la importancia de aprender sobre los efectos de las drogas.
“Las muestras recolectadas fueran psicoestimulantes y alucinógenos: MDMA (64.7 por ciento), LSD (17.6 por ciento), cocaína (9.8 por ciento), ketamina (3.9 por ciento), metanfetamina (dos por ciento) y DMT (dos por ciento).
“Los usuarios obtenían sus sustancias a través de traficantes (73.5 por ciento), amigos (14 por ciento) o como regalos (10 por ciento). La mayoría los adquirió en la Ciudad de México (70 por ciento) o en ciudades vecinas, como el Estado de México (8.2 por ciento), Morelos (6.1 por ciento), Querétaro (seis por ciento) y Aguascalientes (dos por ciento). Las sustancias fueron cristales (39.2 por ciento), polvos (29.4 por ciento), secantes (15.7 por ciento), pastillas (11,8 por ciento), una gominola (dos por ciento) y una cápsula (dos por ciento). Los precios variaron de aproximadamente 5 a 80 dólares, correspondiendo el costo más alto a la MDMA”.
La mayoría de los clientes tenían antecedentes de consumo de sustancias, y más del 80 por ciento eran consumidores frecuentes de cannabis; más del 60 por ciento había consumido MDMA y LSD.
En el mes anterior al festival, más de dos tercios consumieron cannabis, aproximadamente un tercio consumieron cocaína y LSD, y el 45 por ciento consumieron MDMA. Entre las sustancias menos utilizadas se encuentran la metanfetamina. Sólo el cuatro por ciento o menos consumió ketamina u hongos en el mes anterior.
Entre los que reportaron antecedentes de efectos adversos no deseados se encuentran ansiedad, en siete de cada 10 casos; insomnio y sudoración; nerviosismo; angustia, paranoia, taquicardia, náuseas, vómitos, pérdida de apetito, desorientación, descuidos, olvidos y depresión, movimientos involuntarios, alucinaciones y letargo.
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