Por José Jaime Ruiz
Eh, socio,/ que esto es un negocio… // Joaquín Sabina
El dirigente panista, Marko Cortés, olvidó una regla esencial de la vieja política: los acuerdos son de armario, el oficio es vampírico porque sucede en la oscuridad, la luz vela las fotos. Su ingenuidad transparentó lo sustancial, es decir, el PRIAN ve el servicio público, y las candidaturas, como un negocio. Vale recordar aquel artículo de Gabriel Zaid publicado en 1986 en la revista Vuelta, “La propiedad privada de las funciones públicas”: “La corrupción no es una característica desagradable del sistema político mexicano: es el sistema. Consiste en declarar que el poder se recibe de abajo, cuando en realidad se recibe de arriba”…