Por José Jaime Ruiz
Desde hace meses el dueño del periódico El Norte (Grupo Reforma), Alejandro Junco de la Vega, se decantó a favor del PRIAN nacional y estatal apoyando en lo posible a Xóchitl Gálvez , Claudio X. González, Alejandro Alito Moreno, Marko Cortés y, localmente, Francisco Cienfuegos, Zeferino Salgado y Adrián de la Garza.
La columna oficial de El Norte del viernes, “M. A. KIAVELO”, no tiene desperdicio.
“1.- SERÁ porque se acercan las elecciones y busca ganar simpatías con el respetable, pero hay quienes aseguran que Francisco ‘Chispitas’ Cienfuegos anda promoviendo entre líderes del PRI y del PAN un cese al fuego unilateral en la guerra que han mantenido con el Gobierno de Samuel García…
2.- SEGÚN esto, la tirada es ya no responder con ataques o señalamientos directos contra el Mandatario emecista y, sólo cuando se requiera, aclarar con información y números las acusaciones del interfecto…
1.- COMENTAN que una de las razones detrás de este alto al fuego es que han visto que la guerra sin fin y los ataques entre los prianistas y Samuel les pegan por igual a ambos bandos y nadie sale ganando…
2.- FALTA ver si la propuesta es real y si los obuses del PRIAN al Gober y sus huestes en lugar de frenarse se van a intensificar en cuanto se caliente más este proceso electoral…”.
Como vocero del PRIAN en Nuevo León, El Norte es el instrumento para sobajar la gubernatura del gobernador Samuel Alejandro García Sepúlveda. En nado sincronizado, el periódico de la calle Washington –queriendo lavarle la cara al estropicio cometido por Marko Cortés y su reclamo al gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez– promueve una nota de la priista Lorena de la Garza criticando el nivel de endeudamiento estatal, nota a la que se “monta” el dirigente panista Hernán Salinas.
Para los jóvenes, como repite el presidente Andrés Manuel López Obrador… El Norte mantiene una política editorial rancia. Si no fuera tan grave, sería triste ver a los niveles de decaimiento moral a los que ha llegado. En efecto, la “filosofía periodística” de los Junco –al menos con los funcionarios públicos– ha sido durante décadas la llamada “insatisfacción positiva” que consiste simplemente en que El Norte denuncia y el funcionario resuelve.
Dentro de esta mínima “filosofía periodística”, los dueños de El Norte explican al funcionario que la “insatisfacción” ciudadana (en realidad es una “insatisfacción” de lo publicado, no de lo público) puede volverse “positiva” si y sólo si el funcionario resuelve satisfactoriamente la “denuncia” porque, de no ser así, se impondrá el sambenito de la “impunidad”. En la complicidad con el PRIAN, la insatisfacción de El Norte contra el gobernador García Sepúlveda tiene su correlato destacando las denuncias de “prianistas”, sobre todo desde el Congreso.
Y en la misma sintonía con Joaquín López-Dóriga –y por su patológica enemistad con AMLO y, ergo, Claudia Sheinbaum–, Alejandro Junco condena la “transparencia” de Marko Cortés; no su corrupción, aunque sí la desfachatez.
“1.- NO es cosa de todos los días que un político presente pruebas -¡con todo y su firma!- que lo involucren en un reparto de prebendas que incluyó no sólo candidaturas, sino puestos gubernamentales en los que corre dinero y hasta notarías públicas…
2.- TODO mundo suponía la existencia de este tipo de reparto de canonjías como parte de los acuerdos de coalición entre el PAN-PRI-PRD, pero qué necesidad de hacerlo público…
1.- LO quedó al descubierto fue el uso de los cargos para beneficio de las camarillas partidistas…
2.- COMO eso le dio pie a Andrés Manuel López Obrador para atacar, con mejor puntería, a la coalición PRI-PAN, seguramente Xóchitl Gálvez estará diciendo: ‘No me ayudes, compadre’…”.
¡Qué necesidad de hacerlo público! ¡Qué necesidad de darle armas a AMLO! Lo que Alejandro Junco no publica es que esos acuerdos en lo oscurito (pregúntenle a Beatriz Paredes o a Enrique de la Madrid) son completamente avalados por la misma Xóchitl puesto que su coordinador de campaña, Armando Tejeda, también firmó…
¿Cómo puede Xóchitl repudiar un acuerdo del cual estuvo de acuerdo? ¿Ahora está en desacuerdo con su propio acuerdo? A ver, Xóchitl, ¿cuántos convenios más existen?
Cosas veredes…
