Por José Jaime Ruiz
Cuando un payaso se convierte en supremo ideólogo de la derecha, la tragedia acecha: ya no las ideas, lo que predomina es el insulto, el maniqueísmo ramplón (democracia o dictadura) pero, ante todo, la desesperación. Golpeados por la realidad de las encuestas, el activismo sonriente de Andrés Manuel López Obrador en sus mañaneras y la estructura política y social de Claudia Sheinbaum, a los conservadores y sus representantes mediáticos sólo les queda la mentira, la simulación, el simulacro. Fracasados, la tragedia los recorre.
Claudio X. González posteó, refiriéndose al mensaje de Brozo en redes sociales: “El mensaje más importante que escucharán este año”. Así es el grado de desesperación de la derecha. Agobiados, atormentados, desmoralizados, exasperados, se encolerizan y, más que perros amaestrados, pollos pelones que esperan su “maiz”, los intelectuales orgánicos de la derecha sincronizan su nado como acólitos del trágico Brozo.
Intelectuales y analistas que ni reflexionan ni examinan. Este sexenio los desenmascaró, su organicidad no es intelectual; no con el cerebro, escriben con las entrañas. No comprender, en el sentido filosófico, apenas balbucear sin demostrar la pertinencia de sus balbuceos. Así Jorge Volpi, Denise Dresser, Jesús Silva-Herzog Márquez, Guillermo Sheridan, Enrique Krauze, Héctor Aguilar Camín…, por no enumerar a los tontos con micrófono, como Joaquín López-Dóriga, Chumel No-Sé Qué, Carlos Loret de Mola o Azucena Uresti.
Negando su gran talento como narrador, Jorge Volpi se traiciona a sí mismo cuando escribe en Reforma: “Así como Calderón lanzó inopinadamente la guerra contra el narco en 2006, AMLO de pronto entronizó al Ejército como su mayor aliado y llevó hasta sus últimas consecuencias la lógica militarista de su adversario histórico. En otra de esas dolorosas paradojas de la historia de México, ambos rivales han terminado por parecerse como dos gotas de agua”. A ver, Jorge, si López Obrador y Calderón son dos gotas de agua similares, ¿dónde está el Genaro García Luna de este sexenio? ¿La barda de Felipe equivale a Dos Bocas?
Simple hasta en la mentira, Volpi apunta: “Seis años atrás, podía argumentar, con razón, que todo era culpa del PRI y del PAN; hoy, en cambio, la responsabilidad de la catástrofe es suya. La rabia y la frustración que destila en estos días debería dirigirse, pues, hacia sí mismo”. A ver, Jorge, ¿la paridad del peso frente al dólar es una catástrofe? ¿Una catástrofe el aumento histórico al salario mínimo? La inversión social y la inversión extranjera, ¿catastróficas? Tal parece que la rabia y la frustración no corresponden a AMLO, son tuyas, Jorge.
Héctor Aguilar Camín, por su parte, resalta el discurso de cierre de precampaña de Xóchitl Gálvez como un discurso elocuente, lo cual puede ser cierto si la elocuencia, la soltura, total contradicción, se somete al teleprompter. Se agradece que Héctor no compare la elocuencia de Xóchitl con la de John F. Kennedy, Martin Luther King o Luis Donaldo Colosio Murrieta.
Aguilar Camín escribe: “Creo que todo mexicano preocupado por lo que pasa en el país coincidirá con Xóchitl Gálvez en que la sociedad mexicana y su gobierno han perdido el rumbo en tres cuestiones fundamentales para toda sociedad: el valor de la vida, el valor de la verdad y el valor de la libertad”. De José Alfredo Jiménez aprendimos el valor de la vida. Por lo demás, quien perdió el valor de la verdad es el mismo Aguilar Camín y, por supuesto, también perdió el valor de la libertad; pollo pelón esclavizado al poder de Carlos Salinas de Gortari o de Claudio X. González –trabajador visual, el monero Paco Calderón no “vio” los telepromters en el discurso de Xóchitl Gálvez en la Arena Ciudad de México.
La perorata de Brozo es el (le) grado cero de la tragicomedia conservadora. La desesperación, la incertidumbre, la rabia los habita. Prosaico o procaz, da lo mismo, para estar en sintonía con el payaso “tragicoso”, finalizo escribiendo que en estas elecciones la 4T, de nuevo, se las está metiendo doblada.