“José Agustín fue un renovador de la literatura mexicana gracias a los recursos que trajo de la contracultura y la cultura de masas», dijo Juan Villoro a MILENIO.
«Fue también un gran explorador de la conciencia y su literatura está atravesada por búsquedas místicas y religiosas. De modo que fue un autor sumamente completo y al mismo tiempo le dio una extraordinaria vigencia a la mirada juvenil y al lenguaje coloquial, pero sin abusar nunca de estos recursos, porque cada una de sus obras está perfectamente calibrada».
Villoro dice que hay que reconocer en José Agustín (1944-2024) a un artífice muy riguroso. «Estas son algunas de las muchas contribuciones que él hizo tanto en la novela, el cuento y en el teatro”.
Agrega que el escritor siempre se postuló como un autor radical en el doble sentido de la palabra:
“Como alguien que busca las raíces, que de ahí viene la expresión radical, pero también como alguien que se aparta de la norma. Él abrevó en la contracultura y fue siempre un autor inaugural tocando territorios por los que nadie más había caminado. Al mismo tiempo, fue un autor muy independiente que estuvo lejos de las prebendas del poder y de los grupos literarios.
Ejemplo ético
El autor destaca que cuando José Agustín escribió un panorama sobre la historia política y cultural de México en la trilogía Tragicomedia mexicana, «pudo hacerlo con una perspectiva absolutamente personal, sin responder a ningún otro gusto que el suyo propio. En ese sentido fue un ejemplo ético para todos nosotros”.
Villoro dice que escribió un prólogo para una antología de cuentos de José Agustín en el que escribió: “Extrañamente era un autor sin galardones, aun y cuando se trataba de uno de los principales renovadores de nuestra literatura».
«Creo que hubo cierto malentendido con la república de las letras. Muchos críticos lo consideraban más importante por sus temas que por la forma en que los trataba. Creo que ahí hubo un equívoco, porque si uno ve un cuento como ‘¿Cuál es la onda?’ o una obra de teatro como Círculo vicioso, realmente se trata de obras de una audacia formal extraordinaria. Entonces, creo que debemos revalorarlo como lo que sin duda fue: uno de los grandes renovadores de nuestra literatura en todos los sentidos de la palabra, no solamente en el aspecto temático de haber incorporado a una generación inédita a las páginas de los libros”.
Juan Villoro opina que José Agustín no ha dejado de ser un escritor interesante para las nuevas generaciones. “He tenido la suerte de participar en muchos homenajes a él y siempre me sorprende ver a gente muy joven.
«En 2016 celebramos los 50 años de De perfil en Bellas Artes y ahí vi a numerosos lectores jóvenes, entre ellos mi hija y su novio, ambos de 16 años entonces. José Agustín no fue el autor que muchos profetizaban que encandilaría una generación y luego se convertiría en un autor arcaico que ya nadie podría frecuentar sino que, por el contrario, sigue siendo uno de los autores más vivos de nuestra escritura”, concluye el escritor.
Imagen portada: Barry Domínguez / Fotogrammas | MILENIO
