Cuando Carlos Sleiter Ramírez Sánchez, oficial de la Policía de Monterrey, recibió la alerta para atender una privación ilegal de la libertad, jamás pensó que entre sus habilidades de entrenamiento la que más utilizaría sería el lengua de señas; informó MILENIO.
Fue el pasado domingo cuando el oficial Ramírez Sánchez patrullaba las calles del primer cuadro de la ciudad de Monterrey.
De pronto recibió la notificación de que se trasladara al cruce de la avenida Madero y Mariano Escobedo, en donde varios ciudadanos reportaron el intento de secuestro de una joven de 21 años.
En cuestión de minutos el oficial Ramírez llegó hasta el sitio y se identificó con una joven notablemente perturbada. Ahí la chica relató que había discutido con su novio y éste le impidió descender del coche, motivo por el cual varios testigos pidieron el apoyo de la policía.
El reporte habría quedado en una falsa alarma, sin embargo, el oficial Ramírez se mantuvo para tranquilizar a la chica y luego puso a prueba su entrenamiento, pues al llegar los familiares de la joven, descubrió que están diagnosticados con sordera, por lo que la comunicación verbal para tranquilizarlos no era una opción.
«Nos percatamos que tenían déficit del habla el padre y la madre de la víctima, y por eso usamos el lenguaje de señas que aprendimos en la corporación mediante un curso que nos dieron hace poco», explicó el oficial Ramírez.
Fue en ese momento cuando Carlos Sleiter Ramírez recordó el adiestramiento que recibió seis meses atrás con un curso de lengua de señas, el cual utilizó de inmediato para notificar a los familiares lo ocurrido, pero sobre todo para brindar una calma y paz que les permitiera volver sanos y salvos a casa.
Una vez que pudo comunicarse, los familiares de la afectada se vieron notablemente sorprendidos al ver que el oficial correspondía a sus necesidades, y con mucha más tranquilidad pudieron dialogar para también a su vez calmar a su hija.
«Se sorprendieron mucho los familiares al reconocer que los entendíamos con el lenguaje de señas, sí fue una reacción muy sorprendida la de los familiares de la femenina. Es poco común que los policías cuenten con ese conocimiento, se generó más confianza, se entrevistaron, se presentaron con nosotros», afirmó.
Carlos Sleiter Ramírez señaló que si bien sólo recibió el curso una vez, fue lo suficiente para aplicarlo y, aunque con un poco de dificultad, hacer el trabajo efectivo y velar por la calma y paz de los ciudadanos.
El oficial, que forma parte de la Policía de Monterrey desde hace tres años y medio, afirmó que este acto es una muestra para que los ciudadanos tengan la confianza en sus policías y puedan acercarse ante una eventual emergencia.
«Se siente bien saber que se le puede dar esa confianza al ciudadano. Fue una sorpresa que yo no me esperaba y aunque aprendí lo básico salimos avantes y se dió la atención. Estamos para apoyar a la gente, para servirles y que confíen en nosotros, estamos más capacitados que antes, no somos la misma policía de antes» aseguró.
El oficial Ramírez viene de una familia de policías, pues su padre laboró por 25 años como policía activo en el municipio de Escobedo, motivo por el cual el llamado del deber lo lleva en la sangre.
Imagen portada: MILENIO