Desde el primer minuto de este viernes, se acabaron los mítines; si Xóchitl Gálvez, Claudia Sheimbaum, Jorge Álvarez Máynez y cualquiera que aspire a una candidatura quiere llegar a la boleta, debe cuidar lo que dicen y hacen para no incurrir en actos anticipados de campaña y poner en riesgo sus registros; informa MILENIO.
En 2018, Andrés Manuel López Obrador se declaró “en huelga de entrevistas” en las primeras dos semanas de intercampaña, respetando las reglas que consideró como “ambiguas”, de no hablar de las elecciones ni de sus adversarios.
Hasta que unas semanas antes del arranque de las campañas, surgieron las acusaciones en contra del precandidato presidencial del PAN, Ricardo Anaya por lo que, al considerarse un tema de interés general y público, el entonces precandidato de Morena aprovechó para criticar a su oponente sin ser sancionado.
Con estas bases, las actuales precandidaturas deberán replicar las reglas del 2018 y apegarse a los límites y a las delgadas líneas entre su libertad y una posible violación, para no caer en un acto anticipado de campañas, que pueda poner en riesgo su pase a la etapa final de la contienda.
Este viernes inicia el periodo conocido como intercampañas, es decir, el plazo que está en medio de las precampañas en la que los partidos postularon a sus mejores cartas para el proceso electoral, para que sus militantes y simpatizantes las conocieran y respaldaran.
Y el arranque de campañas en el que oficialmente serán las personas que abanderen a las fuerzas políticas hasta llegar a la jornada electoral del 2 de junio.
Las reglas de lo que pueden o no hacer las precandidaturas presidenciales las fijó Andrés Manuel López Obrador en el 2018.
En aquel entonces, la precampaña concluyó el 11 de febrero; al día siguiente, López Obrador inició otro recorrido por todo el país, esta vez, para reunirse con el sector empresarial y la iniciativa privada de cada entidad, así como con los comités estatales y municipales de Morena para afianzar el despliegue territorial y lo que llamó “la defensa del voto” rumbo a la jornada electoral.
El 12 de febrero en Michoacán, López Obrador calificó esa etapa como “ambigua” y anticipó que haría una consulta porque no quería ser sancionado, “mejor abstenerse, quiero saber para qué es este periodo, necesito tener todos los elementos porque no confío en el Tribunal Electoral como tampoco confío en el INE”.
El entonces representante electoral de Morena, Horacio Duarte, hizo varias preguntas al Instituto Nacional Electoral con cuestionamientos específicos de todos los supuestos en los que se podrían considerar violaciones al periodo de intercampaña, respuesta que se encuentra en el Diario Oficial de la Federación y que siguieron el resto de los precandidatos. Y que será lo que en este 2024 deberá aplicar para la contienda presidencial en curso.
¿Qué dice el INE sobre la etapa de intercampañas?
El INE estableció que la intercampaña es un periodo que “no es para competencia electoral, ya que tiene por objetivo poner fin a una etapa de preparación de los partidos de cara a la jornada electoral y abre un espacio para que se resuelvan posibles diferencias sobre la selección interna de candidatos de elección popular”.
Quienes serán candidatos no pueden realizar actos de proselitismo como: reuniones públicas, asambleas, marchas o eventos de otra naturaleza, en los que se promuevan ante el electorado; no podrán hacer un llamado expreso e inequívoco al voto en favor de ellos o en contra de otra fuerza política o candidatura, por cualquier medio de difusión.
Y sólo pueden asistir a “eventos privados y cerrados, y a reuniones en las que expongan temas generales y de interés público, siempre y cuando no llamen al voto ni realicen actos anticipados de campaña, de los contrario podría ser considerado tal y ser sancionado incluso con la pérdida del derecho de registro de su candidatura”.
“Una vez que se termina la precampaña ya no hay justificación para que se realicen actos de propaganda a favor de un precandidato, por lo que las reuniones en el periodo de intercampaña no se justifican, a menos que sean de índole privado o que no deje lugar a duda en el sentido de que no se está haciendo un llamado al voto”.
También estableció que para privilegiar la libertad de expresión, se estima que podrían dar entrevistas a los medios de comunicación, pero con la restricción de que sólo pueden plantear posiciones sobre temas de interés público, sin la intención de posicionarse, de obtener seguidores para su causa o promover su plataforma electoral.
Por lo que la línea era tan delgada, que los precandidatos de 2018 prefirieron omitirlo para no poner en riesgo sus aspiraciones y limitarse a posicionamientos genéricos.
Aunque la ley es clara, el INE reiteró, para que no quedara duda alguna, que los debates están estrictamente prohibidos pues éstos sólo son válidos en campaña, mientras que las mesas redondas o de análisis sólo pueden ser si no se presenta alguna otra candidatura y tampoco están permitidas las referencias electorales.
Los partidos políticos únicamente podrán difundir mensajes genéricos, entendiendo como tal, aquellos que tengan carácter meramente informativo sin hacer alusión al nombre, imagen o voz de personas que busquen contender en candidaturas en los procesos electorales.
Morena también preguntó sobre las redes sociales, a lo que el INE señaló que son válidas referencias genéricas, incluso sobre: “el cambio o la continuidad de una política pública, mientras no se hable de votos”, así como también son válidos los cuestionamientos o logros gubernamentales.
Pero aclararon que “la libertad en redes sociales tampoco es ilimitada y no quedan exentos de las prohibiciones y obligaciones en materia electoral. Cuando un usuario de la red tiene calidad específica de precandidato, sus expresiones serán analizadas con sus aspiraciones a un cargo de elección popular”.
El INE también dejó claro que no se pueden realizar eventos en el extranjero ni colocar propaganda fuera del país; por lo que estas reglas de 2018 tendrán que respetarse en este 2024.
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