Cada celebración de año nuevo, millones de personas en México tienen como objetivo bajar de peso, lo que detona que crezca en 35 por ciento la venta de pastillas e inyectables para este fin, lo que puede ser un riesgo a la salud nacional, exponen empresarios, farmacéuticos y especialistas; informó MILENIO.
“Efectivamente, en los primeros meses del año se presenta un aumento de la demanda de hasta 35 por ciento de medicamentos para bajar de peso que se deben vender con receta médica. El problema es el gran mercado informal y gran número de suplementos, diuréticos y productos milagro que carecen de valoración científica cuyo consumo no controlado puede provocar desde taquicardias hasta afecciones cardiacas y daños irreversibles a los riñones”, comentó a MILENIO el presidente de la Asociación de la Asociación Nacional de Farmacias de México (Anafarmex), Antonio Pascual Feria.
Destacó que hay un gran número de personas que se automedican o simplemente se dejan guiar por personas sin ninguna preparación o información viable respecto a algunos remedios o preparaciones.
“El riesgo de automedicarse es enorme y más aún si las pastillas e inyectables se compran en establecimientos no autorizados o el mercado informal a precios muy bajos, pues pueden estar ya caducadas o no corresponden o lo que se cree se está adquiriendo”, subrayó.
Exhortó a la población a siempre acudir con un especialista para la compra y aplicación de esos medicamentos y no dejarse sorprender por los productos milagro “porque no existe suplemento o medicina que por sí solo permita bajar de peso, sino que el proceso debe ir acompañado de una dieta nutricional y ejercicio”.
Al respecto el director general de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), Rafael Gual Cosío, expuso que de un valor de mercado de más de 300 mil millones de pesos anuales en venta de todo tipo de medicamentos y suplementos, alrededor de un 8 por ciento no pasa por los canales tradicionales y se venden en tianguis, plataformas digitales e incluso gimnasios, además de que esa tendencia es creciente pues en 2022 se calculaba que el mercado ilegal de venta de medicamentos se situaba en seis por ciento”.
“Es un mercado complicado y creciente que ya representa 24 mil millones de pesos anuales lo que da una idea del riesgo que asume la población de automedicarse o comprar medicamentos no reglamentados o falsificados. Y eso por eso que la Canifarma ha emprendido la campaña “Ve a la Seguro” para que compren en establecimientos autorizados y no pongan en riesgo su salud al consumir falsificaciones que en vez de ayudar a resolver un padecimiento, pueden resultar peligrosamente contraproducentes”.
Gual Cosío precisó que por cuestiones de competencia económica no se pueden manejar datos o volúmenes de las empresas que producen pastillas e inyectables para reducir peso, “esa es una información comercial que ellos tienen; lo que si puedo decir es que el mercado es creciente y los productos están perfectamente avalados por las autoridades sanitarias para utilizarse bajo prescripción médica”.
Pastillas no reemplazan estilo de vida
Pamela Vázquez Gutiérrez, especialista en nefrología de Hospitales MAC, asienta que en los primeros meses del año aumenta entre un 20 y 30 por ciento el número de pacientes que sin prescripción médica consumieron diuréticos para adelgazar que les provocaron afecciones renales que muchas veces solo pueden ser atendidas con diálisis y hemodiálisis o bien, ingirieron medicamentos para acelerar el metabolismo que por contener derivados de anfetaminas y hormonas pueden detonar hipertiroidismo.
“Lo que se debe de hacer es una valoración médica para determinar qué tipo de medicamentos para adelgazar son los adecuados conforme al estado de salud y edad del paciente, además de que esta medicación debe ir acompañada de un plan nutricional y cierto tipo de ejercicios porque aun con todos los avances tecnológicos en medicina, no hay una pastilla o receta mágica que remplace una alimentación alta en carbohidratos o estilo de vida sedentario”.
La especialista en nefrología recalcó que medicamentos como el Ozempic y Wegovy que son de alta demanda, han probado ser eficaces para ayudar a combatir el sobrepeso siempre y cuando se administren bajo tratamiento médico y tiempos no prolongados “que es lo que muchas personas no quieren entender e incurren en la automedicación sin saber si tienen problemas cardiacos, de tiroides, renales o principios de diabetes y que consumirlos les puede resultar contraproducente”.
Recordó que lamentablemente en México 70 por ciento de la población padece sobrepeso y casi una tercera parte obesidad, lo que lo hace un mercado atractivo para la venta de medicamentos de manera informal y los productos milagro, por lo que es urgente impulsar una cultura de terapia preventiva fincada en una alimentación balanceada y actividad física y no esperar que una pastilla o suplemento resuelva el exceso de grasa.
Paola Portillo Sánchez, endocrinóloga y académica del TEC-Salud, remarcó que todos los medicamentos o suplementos para bajar de peso sólo deben tomarse por algún tiempo y bajo vigilancia médica a efecto que la reducción de peso sea saludable y no provoque alteraciones repentinas en el metabolismo, la masa muscular y el sistema cardiovascular.
“Todos los medicamentos tienen contraindicaciones y los suplementos no son inocuos y aquí la recomendación de no automedicarse para no poner en riesgo la salud, sobre todo si se padece de obesidad mórbida que debe ser atendida científicamente y que por desgracia va en constante aumento por el estilo de vida sedentario y una alimentación rica en refinados y carbohidratos”.
La endocrinología señaló que entre las primeras señales negativas por haber ingerido o aplicarse un medicamento no prescrito medicamente, están presión arterial elevada, palpitaciones, boca seca, nerviosismo, mareo y estreñimiento que de presentarse debe acudir inmediatamente con un médico.
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