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La víbora de la mar y las encuestas

Por José Francisco Villarreal

Me pregunta un vecino mi opinión sobre la reciente encuesta de Mitofsky acerca de la carrera presidencial, específicamente sobre los resultados de preferencias por edades. Le aclaro que yo no confío en las encuestas, me parece que lo despojan a uno de la individualidad, parecieran castrar nuestra libertad para ejercer la bonita costumbre de cambiar de opinión cada diez minutos. Pero no puedo ser tan tonto como para no reconocer que, en efecto, determinan tendencias. Eso sí, ninguna tendencia es irreversible. Para mí, unas horas antes de que se instalen las urnas, Máynez todavía tiene chance de ser elegido presidente de México. Prefiero ver las encuestas como una fotografía de un instante, aunque la reciente “foto” de Mitofsky parece confirmar la tendencia antes del fin de las precampañas. Según la encuesta recabada a mediados de enero y encargada a la casa encuestadora por El Economista, por edad hay una abrumadora mayoría de jóvenes que votarían por la coalición morenista, a la mediana edad se reduce esa preferencia y se inclina a la coalición cardiópata, y hacia la vejez hay una ligera recuperación de la preferencia morenista. Le digo a mi vecino que sí me sorprende, porque normalmente los jóvenes tienden a ser “contreras” y votar contra el partido más fuerte o el que esté en el poder. Un voto normalmente irracional. Es raro que los más de los jóvenes encuestados apuesten a la continuidad del régimen, es decir, la consolidación de la Cuarta Transformación. Es posible que no les agrade el actual régimen, pero es obvio que repudian el anterior y no estén muy dispuestos a resucitarlo.

Los jóvenes sobreexpuestos al móvil y las redes sociales, están consiguiendo información de lugares insólitos, no siempre confiables, pero cuyos datos tienen la cualidad de ser fácilmente cotejables. Lo extraordinario del caso es que, se atreven a adoptar una posición crítica frente a esa información. Aunque algunos seguramente todavía no lo acaban de asimilar bien, sí que habrá muchos que se acaban de integrar a la economía activa y lo primero que descubrieron es la indefensión en la que han quedado luego de las reformas al sistema laboral. Tan sólo en pensiones, son obligados a crear su propio fondo, con mecanismos que deberían ser una opción adicional no un requisito, y además siempre en desventaja. La devastación de los derechos laborales no les plantea ni un trabajo digno ni una vejez tranquila. No me extraña entonces que se inclinen hacia el movimiento morenista, no porque lo entiendan o lo crean la mejor opción, sino porque las opciones cardiópatas son un muestrario políticamente operativo de las fuerzas económicas que los han dejado como expósitos frente al futuro.

Sí creo que la permanencia de Samuel García como candidato les hubiera representado una opción, así fuera por empatía, pero fue devastador el golpe que le dieron desde un Poder Judicial corrupto, y partidos y empresarios sediciosos.

Han dejado a Máynez una cuesta muy empinada por ascender. Los jóvenes “fosfos” saben que MC no podrá ejercer la revancha, necesitan buscarla en una opción política más fuerte y capaz de ningunear a los agresores del candidato y partido agredidos. Y conste que esta avalancha de preferencias por el morenismo no nace de la ignorancia, la propia encuesta de Mitofsky registra una cantidad considerable de promorenistas con estudios de nivel medio superior para arriba.

Al darle estas opiniones a mi vecino, le comentaba también que la música que escucha es muy buena (POP, siglo XX), pero que me gustaría elegir yo a qué hora y a qué volumen escucharla. Además, le decía que este período intercampañas es como en “La víbora de la mar”, donde los de adelante corren mucho y los de atrás se quedarán. Contra su opinión, le aseguré que en México no hay censura a la libertad de expresión, no desde el gobierno federal. Hay otros mecanismos censores que se ejercen localmente, no necesariamente desde gobiernos morenistas. Hubo censura durante los sexenios anteriores, ahí sí con la ferocidad de una dictadura. Los propios periodistas y dueños de medios señalaron en su momento a personajes como Javier Lozano Alarcón, funcionario en los sexenios de Zedillo y Calderón; y Maximiliano Cortázar Lara, panista consuetudinario, ex diputado federal, y coordinador de Comunicación Social en la presidencia de Calderón, integrado este último como coordinador de campaña de Xóchitl Gálvez. Un horror resucitado.

También le expliqué a mi vecino que no hubo tal cerco mediático a uno de los cierres de campaña de Xóchitl. Si algo tiene la candidata es apoyo de los medios corporativos. Algunos medios la han entrevistado en vivo hasta más de una vez en un solo día.

Pero hasta el medio más parcial reconoce en dónde no hay nota. La información contra el presidente, Sheinbaum y la 4T en general, no ha dejado de fluir cotidianamente. Intenté además sacar a mi vecino de su error. Los “abrazos no balazos” no causan la inseguridad, incluso ni siquiera es verdad esa estrategia en el sentido que los prianperredistas quieren darle. Las movilizaciones armadas en focos de violencia siguen incrementándose, salvo en estados como Guanajuato, en donde el gobierno estatal rechaza y obstruye el apoyo federal. “Abrazos no balazos” es un refrito adaptado a nuestras circunstancias de la estrategia del expresidente de Ecuador Rafael Correa, que logró que los jóvenes se desligaran de organizaciones criminales, lo que puso a Ecuador entre los países más seguros del mundo durante ese gobierno.

Mi vecino, que obviamente simpatiza con los cardiópatas, se sacó de la manga el reciente caso del secuestro de cuatro miembros de los Le Barón, que ya no sé si sea una familia, una secta, un partido o una ONG, pero siempre han estado enfrentados con grupos criminales de Chihuahua, y eventualmente también con agricultores locales. Le respondí al vecino que los cuatro “lebarones” fueron liberados ya, con lesiones mínimas, y que el hecho sólo sirvió para que la gobernadora panista insultara al presidente y que los “lebarones” en pleno le echaran porras al gobierno estatal. Pero junto con las autoridades estatales también se desplegaron las fuerzas federales en la búsqueda de los secuestrados. El insulto de la gobernadora y la omisión de los “lebarones” son más que una curiosidad, es muy sospechoso.

Y cuando mi vecino me mencionó el caso de Azucena Uresti, ya de plano me fastidió. Le informé que en España, el diario El País corrió a uno de sus fundadores,  Fernando Savater, por haber criticado su línea editorial. Le pregunté si eso también es censura o sólo defensa propia. No me contestó. Yo tampoco lo sé. Lo único que sé es que Milenio no se distingue por censurar a sus colaboradores. En estos tiempos de carreras frenéticas por el poder, el juego de la Víbora de la Mar es cada vez menos infantil y nupcial. Ahora también los políticos danzan bajo el arco de cualquier partido o coalición, y no dudan en darle su toque personal a la contienda. Si los de adelante corren mucho, los de atrás no se resignan a quedarse, así sea inventando encuestas y generando violencia. Y no faltarán rezagados que utilicen la estrategia de Madrazo y aparezcan mágicamente a un par de metros de la meta… “Pluris”, los apodan.

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// José Francisco Villarreal

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Autor: stafflostubos
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