La Fiscalía General de la República (FGR) informó que un exagente del Centro Nacional de Inteligencia (CISEN) está acusado de ser el presunto segundo tirador en el homicidio del excandidato presidencial, Luis Donaldo Colosio, ocurrido en 1994.
La FGR explicó que Jorge Antonio “S”, quien era agente del CISEN en marzo de 1994, fue asignado a cubrir al excandidato presidencial priista Luis Donaldo Colosio, durante sus actividades en el municipio de Tijuana, Baja California.
Sin embargo, la FGR expuso que el acusado de ser el segundo tirador fue liberado en aquellos momentos, por lo que la Fiscalía consideró en un evidente encubrimiento delictivo en el que estuvo vinculado directamente, el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro “G”, quien era subdirector Operativo en el propio CISEN y fue quien habría rescatado al acusado en Tijuana.
A través de un comunicado, la FGR dio a conocer que hace veinte días el Juez Quinto de Distrito de Procesos Penales Federales, Jesús Alberto Chávez Hernández, actuó con evidente parcialidad sobre el caso del segundo tirador, en el homicidio del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, por lo que el juez habría quebrantado los principios obligatorios de valoración y análisis del gran acervo de pruebas presentada por la FGR contra el acusado.
De acuerdo con la FGR, las pruebas presentadas por la misma institución en contra de Jorge Antonio “S”, demuestran su presencia en el lugar del homicidio, en el mismo momento del crimen, cuando hubo una diferencia de segundos entre ambos disparos.
La Fiscalía detalló que todas las pruebas aportadas, y en especial las de análisis de sangre demuestran que en la ropa de dicho acusado se encontró el tipo de sangre de la víctima.
Además, se mencionó que “las pruebas de rodizonato señalan que el acusado, en ese lapso, disparó un arma, y ninguna de las pruebas de descargo lo han podido favorecer”.
La FGR agregó que “un gran número de testimoniales señalan al acusado en el lugar de los hechos, al momento de los disparos, del cual huyó; y niegan que él haya ayudado a transportar a la víctima”.
En el texto del comunicado se lee que “un buen número de testimoniales también ratifican su detención cuando traía la ropa manchada con sangre de la víctima; mientras que también se encuentra debidamente probado que el CISEN de la Secretaría de Gobernación mandó al acusado para que estuviera en el lugar de los hechos, para después encubrirlo y sacarlo de Tijuana de manera urgente» y después sacarlo de manera oculta.
“El video que testimonió el primer disparo, y al cual el juez le pretende dar valor frente a todo el acervo de pruebas aportadas, estaba ubicado hacia el primer tirador y no dirigido hacia el segundo, que se hallaba en un ángulo totalmente distinto, razón por la cual no podía observarse. Y no existe ningún video dirigido hacia el área donde estaba dicho segundo tirador, motivo por el cual esa prueba no puede favorecer, en modo alguno, al responsable de ese segundo disparo”, describió la FGR.
Aunado a ello, la FGR también mencionó que sobre la testigo a la que se refiere un diario que hoy expone el caso, señalándola como “la única prueba”; la Fiscalía detalló que “ella nunca estuvo en el lugar de los hechos; y no atestiguó nada de lo ocurrido; mientras que en dicho diario sí se ocultan todas las pruebas incriminatorias que constan en el expediente judicial en el que se basa esa nota periodística”.
También, la FGR agregó que, en este caso, el juez llegó hasta el extremo de emitir consideraciones de orden personal en contra del Ejecutivo Federal, “lo cual es absolutamente inadmisible en un proceso de esta importancia, demostrando así que los delitos de carácter político, al igual que los de grandes despojos patrimoniales vinculados con gobiernos anteriores, se obstaculizan judicialmente para impedir que la justicia los alcance”.
La FGR informó que irá al procedimiento de apelación en este caso.
Imagen portada: SPR Informa
