Por Francisco Tijerina Elguezabal
“Las oportunidades son como los amaneceres: si uno espera demasiado, se los pierde.” // William George Ward
A veces tengo la impresión de que hay alguien en alguna escondida oficina del Palacio Municipal de Monterrey que tiene un mapa en tiempo real de las vialidades y que no tiene otra función que andar jugando a “El Ahorcado”, es decir, ver la manera de ahorcar la vialidad para hacernos la vida imposible.
Estoy consciente de que el todavía alcalde Luis Donaldo “El Intrépido” Colosio es muy verde, no por su evidente y notoria falta de oficio político, sino porque se preocupa por cuidar el ambiente, pero me parece que equivoca la estrategia al pretender convencer a los regios de dejar sus autos en casa al complicar la circulación de las calles.
Ya he comentado el desmadrito que armó en Morones al construir el puente inútil y quitar carriles; el “tapón” provoca que la gaza del Puente Revolución colapse, lo que a su vez detiene todo el tráfico en el paso a desnivel de acceso que viene de Fundidora; bueno, pues no conforme, quita un carril de la Prolongación de Aramberri para hacerlo más difícil aún.
Con las obras de la Línea X del Metro han cerrado dos carriles de Constitución (uno normal y otro express) a la altura de la Normal, lo que forma un cuello de botella todos los días, a todas horas; para muchos que vamos del sur de la ciudad hacia el centro, la opción era cruzar el puente de Revolución (cuando el sainete de Chapultepec te lo permite) y luego tomar la Prolongación de Washington por el Pabellón Ciudadano y así adentrarte al centro.
Ah, pero no, había que buscar una manera de complicarlo y cancelar esa opción, de manera que se les puso construir un “paso pompeyano” (antes de escribir esto no tenía ni idea de lo que era), a la altura de Félix U. Gómez, cerrando carriles y creando otro atorón vial que por momentos llega hasta el ya de por sí emproblemado Puente de Revolución.
Un choque, una falla mecánica, cualquier cosa para en seco la vialidad. Tan más diseñados están que basta ver los cordones de banqueta manchados de las huellas que dejan las llantas o los minipostes en el borde entintados de todos colores de los coches que dejan parte de su pintura, para entender que esas obras fueron diseñadas con las patas.
Garza Sada y la salida a la Carretera Nacional es un caos de ida y vuelta y eso que aún no comienzan los trabajos del Metro que a la de “voluntariamente a fuerza” pretenden construir a nivel. Pues bien, aún sin comenzar y con todo y que se largará a ser Senador, por el voto del pueblo o por la vía rápida de la lista plurinominal, “El Intrépido” Colosio ya avisó que nos dejará como herencia la construcción de un nuevo paso a desnivel sobre la Carretera Nacional para complicarnos la existencia durante largos meses.
Las quejas en Cumbres son las mismas, vecinos cansados de tener que invertir horas y horas sobre sus coches por falta de opciones viales y cuando las hay ellos mismos se encargan de entorpecerlas.
¿De plano quieren perder la elección? Si lo que Luis Donaldo busca es convencer a todos de abandonar sus autos, sería más sencillo arreglar el transporte urbano, pero en eso no se mete, de manera que nos jode a todos, todos los días, todas las horas.
¿De verdad no hay nadie que le diga que deje de jugar a “El Ahorcado”?