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Modesto López: “La obra ‘Sino sangriento’ es un canto a la vida”

El poeta y dramaturgo Marcos Ana (1920-2016) pasó 23 años en la prisión de Burgos durante la dictadura de Francisco Franco en España, donde escribió en clandestinidad en papeles de cigarro Sino sangriento, su homenaje al poeta Miguel Hernández (1910-1942), fallecido en una cárcel de Alicante; informó MILENIO.

La pieza, que presos políticos estrenaron en la cárcel castellana en 1960 de forma clandestina en el 50 aniversario de nacimiento de Hernández, ahora se monta por primera vez en México en el Foro Contigo América. Es una producción de Ediciones Pentagrama y Marta de Cea, con adaptación de Mario Ficachi y Modesto López, quien dirige a los actores-cantantes Carlos Maceda, César Gómez y Guillermo Manzo.

El título de Sino sangriento procede del poema homónimo de Miguel Hernández, poeta campesino y pastor de cabras, cuya obra celebraron premios Nobel de Literatura como Vicente Aleixandre y Pablo Neruda, aunque fue proscrita por el franquismo (1939-1978) y reivindicada popularmente en todo el mundo de habla española con los cancioneros de artistas como Joan Manuel Serrat o Alberto Cortés.

“De sangre en sangre vengo / como el mar de ola en ola, / de color de amapola el alma tengo, / de amapola sin suerte es mi destino, / y llego de amapola en amapola / a dar en la cornada de mi sino”, así se inicia el poema del autor de Orihuela, España, que inspiró a Marcos Ana la obra que cierra la temporada de febrero con funciones viernes 23, sábado 24 y domingo 25 en el escenario de Arizona 156, Nápoles.

“Hemos hecho una adaptación para México de la obra original de dos horas y media, sintetizada, pero respetando la posición ideológica de Marcos Ana; algunos poemas están cantados por los actores-trovadores, con las musicalizaciones que hicieron de Joan Manuel Serrat o, en Argentina, Alberto Cortés y Jorge Cafrune”, dice en entrevista Modesto López, creador del sello Ediciones Pentagrama.

Símbolo de lucha

“Los protagonistas son presos comunes, sin nombres, no hay personajes; en nuestra versión dejamos solo tres de los seis originales; agregamos un video en el que Marcos Ana comenta cómo se montó esta obra en prisión. Sino sangriento presenta al mismo tiempo la historia social y política de España durante la dictadura franquista, mientras cuenta cómo surge la poesía de Miguel Hernández y de otros poetas en su entorno, como Rafael Alberti o Pablo Neruda”, añade el también hombre de teatro nacido en España, criado en Argentina (de ahí su fuerte acento) y con 45 años viviendo en Ciudad de México.

“Para nosotros Miguel Hernández era un símbolo de la lucha antifranquista. Aquel homenaje insólito, Sino sangriento, fue nuestra forma de mostrar aunque solo nosotros estuviéramos presentes, la importancia y el ejemplo de aquel poeta y guerrillero. Miguel sigue vivo para todos. 

«Los que quisieron matarle le multiplicaron. Siempre fue una referencia de dignidad. Los presos políticos que dejamos nuestra vida en aquellos patios nos sentíamos cerca de su figura, el fue preso como nosotros, por eso el sigue vivo y caminando a nuestro lado”, cuenta el mismo Marcos Ana la génesis de la obra en el video.

“Es el año 1960. Prisión de Burgos (Castilla). Es octubre y es de madrugada. Cuando cierran nuestra galería, un grupo de presos, los componentes de la tertulia La aldaba, nos reunimos para brindar por nuestro poeta. Lo hacemos a través de una obra de teatro que he escrito y ahora dirijo, la titulamos Sino sangriento (Homenaje a voz ahogada para Miguel Hernández) —como uno de sus poemas—, pero es ante todo la conmemoración del que habría sido el 50 aniversario de Miguel Hernández si no se le hubiera dejado morir en una cárcel durante la posguerra. Esta obra que escribí y representamos en la clandestinidad en los que se dibujaba la vida y la obra de Miguel, su calvario y su triste final en 1942.

“En el silencio de la noche, escudados en la vigilancia centinela a través de las ventanas de algunos compañeros, en aquel escenario se declamaron los hermosos versos del poeta pastor y miliciano a voz en cuello aquella obra escrita en papel biblia con letra apretada y bajo una tenue luz”, agrega el poeta.

En solidaridad

Modesto López conoció en Madrid y Buenos Aires a Marcos Ana, el preso político que más tiempo pasó en las cárceles franquistas, condenado originalmente a muerte por homicidio, pero al que se le liberó en 1961 para enviarlo al exilio a Francia, donde recibió un paquete con los papeles de cigarro donde escribió Sino sangriento (homenaje a voz ahogada por Miguel Hernández en una cárcel de España), el título original completo con el que aparece en la Biblioteca Virtual del Instituto Cervantes.

En París, un director francés monta la pieza teatral en solidaridad con los presos políticos que aún había en las cárceles franquistas en España. Sino sangriento se publicó por primera vez en un libro hasta 2007, gracias al editor Félix Pérez Ruiz. Tras 60 años de su escritura la pieza llegó al fin a México.

“Marcos Ana cuenta una historia que no debemos olvidar, que es muy importante no olvidar para el tiempo que vivimos, para recordar por qué estamos ahora viviendo como vivimos: por gente que fue capaz de dar la vida para que nosotros tuviéramos una vida un poco mejor. Sino sangriento cuenta historias que acontecieron durante la Guerra Civil Española, que tuvo una gran repercusión previo a la Segunda Guerra Mundial. Es una historia trágica para la humanidad, que no queremos que se repita.

“Sino sangriento es un canto a la vida, a la poesía, que yo quería dar a conocer porque, además, es una obra escrita en papeles de cigarro en una cárcel, en la clandestinidad incluso dentro de la prisión, con un trabajo minucioso que luego se sacó de la cárcel. Me parece una historia increíble de cómo el arte y la cultura de alguna forma logra salvar lo mejor que tenemos los seres humanos”, dice Modesto López.

Para el poeta Marcos Ana, la vida misma era la poesía, dice el director Modesto López. (Óscar Trocino)

El también promotor cultural, que en 1975 creó la compañía de títeres, teatro y música Siripo, con la que realizó giras por varios países, dice que su puesta en escena es “muy minimalista”, porque es un “canto a la palabra”, se enfocó al verbo, a la poesía en ella de Marcos Ana y de Miguel Hernández.

“Está pensada como una plática en el comedor de una casa, por eso elegí un teatro pequeño como el Foro Contigo América, para no más de 60 personas, con lo que se puede lograr una intimidad difícil de encontrar en otros espacios. Es así una poesía al alcance de la oreja de cualquier humano”, añade.

“La magnitud que tiene Miguel Hernández trascendió a todo el mundo; no es pueblerina, fue musicalizada por Serrat, Cortés. Me interesó el humanismo que encierra Sino sangriento, es importante cómo Marcos Ana va señalando la calidad humana de este poeta surgido como campesino, pastor de cabras; cómo un ser humilde va tomando una dimensión y asumiendo una literatura que trasciende también el tiempo”, agrega el director, que conoció en Madrid al autor por Marisol Márquez Padilla.

“En un almuerzo le pregunté a Marcos Ana por qué ya no escribía. Y me contestó: ‘Mira, yo fui a la cárcel cuando tenía 18 años y salí a los 41. Cuando me dijeron que salía en libertad, tenía miedo de ir a la calle, porque no conocía la calle, fueron muchos años de vivir en otro mundo, dentro de cuatro paredes, solo veía el cielo y paredes. Fue entonces un choque muy brutal para mí desde entonces. Me faltaba compartir ese aire que me faltaba y que vivía el resto de la gente. Y comprendí que la vida misma era una poesía para mí; es tal la brutalidad, la fuerza tan intensa que yo respiro cuando camino por las calles y miro a la gente, que me doy cuenta de que eso es la poesía. Yo no tengo tiempo para escribir poesía, necesito vivir la vida, que es la misma poesía’. Eso me conmovió mucho”, dice López.

Y fue tan radical esa postura vital del autor de Poemas desde la cárcel y Las soledades del muro  y que nació bajo el nombre de Francisco Macarro Castillo, que se casó al salir de prisión y exiliarse en París con la hija de unos anarquistas españoles llamada Vida Sender y vivió hasta los 96 años, casi un siglo.

“En la cárcel aprendí, entre otras cosas, a ser feliz en la felicidad de los demás”, decía Marcos Ana.

Imagen portada: Luis Salgado | MILENIO

Fuente:

// Con información de Milenio

Vía / Autor:

// Staff

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Autor: lostubos
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