Por José Jaime Ruiz
Se esforzaron, pero cada vez fracasan mejor. La santa cruzada mediática para adelantar el golpe de estado en contra de Andrés Manuel López Obrador, Claudia Sheinbaum y la 4T resultó no sólo un fiasco, también un fiasco ridículo. La construcción de una narco/narrativa en contra de AMLO tiene una objeción real que, indagada en los tribunales de los Estados Unidos, la invalida desde su denominación de origen: Genaro García Luna, por tanto Felipe Calderón, ¿por tanto Claudio X./óchitl? Propagandistas de la derecha, sus cartas marcadas los marcaron como embusteros. Le apostaron todo al golpe de estado mediático y perdieron.
La curva de emplazamiento se inició en ProPublica, inSight crime y DW para finalizar con el grotesco tono de las preguntas traperas de The New York Lies. El problema fue que el texto, la narco/narrativa, careció de contexto: la foto y el video de AMLO con la madre de Joaquín Guzmán Loera no evidenció nada, o sí, que Univisión, dentro el embuste, también pudo ser señalado como cómplice del narco: machetazo a caballo de espadas. NYT, Univisión, León Krauze y Jorge Ramos quedaron como estúpidos.
Fue muy torpe elegir la narco/narrativa teniendo a García Luna, el jefe real de Calderón (lo sugiere Nicolás Sarkozy en su libro de memorias), bajo proceso judicial precisamente por narco.
Las granjas de bots compradas al por mayor en Argentina, la amplitud del tratamiento digital, no impuso el relato de alguna relación de López Obrador con el crimen organizado.
Una y otra vez el gobierno de Joe Biden –también el embajador Ken Salazar– ha desmentido a ProPublica, The New York Lies, Univisión. Atlas Network dilapidó los millones de dólares invertidos en bots. En una época de apertura digital, YouTube se exhibió como censor y mantiene una flagrante parcialidad en contra del presidente constitucional mexicano.
Los inmigrantes en Nueva York devolvieron la dignidad y el orgullo nacionalista mexicano, frente al entreguismo vendepatrias y la orquestación del golpe de estado por parte de Claudio X./óchitl. El anti-mexicanismo de Xóchitl Gálvez tiene en contra el voto de los paisanos en Estados Unidos. La revolución de las conciencias es real, el malinchismo también –ahí anda Lilly Téllez invitando a Javier Milei a nuestro Senado para que explique, eso ayuda, el desastre de Argentina frente al momento estelar mexicano.
La realidad de las encuestas supera la política-ficción de Claudio X./óchitl. No basta, si la 4T reventó el golpe de estado mediático, tiene que profundizar su relación orgánica con los ciudadanos, volverla tangible en la concentración del Zócalo liderada por Claudia Sheinbaum: las encuestas deben encarnar en el Zócalo, ciudadanizar, personalizar la estadística.
Enrabiados e ingenuos, entre más usan a los medios de manipulación, menos avanzan. A los golpistas sólo les queda en los meses restantes ser artífices de tormentas de mierda, la narco/narrativa les reventó en muy pocos días. Se inventarán otras mentiras, otras calumnias. La emocionalidad los destruye, por eso hay que golpear sin piedad a los golpistas y, sin embargo, la 4T tiene que ser fría, calculadora, prudente, ecuánime, racional, no caer en provocaciones.
La transición mexicana se cumple en el cambio de régimen. El Plan C/laudia sigue en marcha: la Presidencia, el Congreso y el Poder Judicial, de eso se trata.
