Las campañas electorales arrancaron en un contexto de violencia política que ha causado la muerte de al menos 14 aspirantes o políticos entre diciembre de 2023 y febrero de este año; informó MILENIO.
Esta ola de violencia ha afectado a casi todos los partidos políticos; solamente el Partido Revolucionario Institucional no ha sufrido agresiones letales en las últimas semanas.
De acuerdo con un recuento de MILENIO, Michoacán y Guerrero son los estados más letales para los aspirantes a un cargo público, con tres víctimas mortales en cada entidad.
El 21 de diciembre, el aspirante a diputado federal por Morena, Ricardo Taja, fue asesinado a tiros dentro de una pozolería en la Zona Diamante de Guerrero.
En la primera quincena de enero fueron ultimados cinco políticos que buscaban competir por cargos de elección popular a nivel federal, estatal o municipal. De ellos, dos eran de Movimiento Ciudadano, y los otros tres pertenecían a Morena, PAN y el Frente Amplio por México, respectivamente.
Entre el 25 y el 27 de enero fueron asesinados dos funcionarios municipales en Guerrero y otro en Veracruz.
Mientras que en febrero se registraron los homicidios de tres militantes de Morena, otro del PAN y uno más del Partido Verde.
Pero las agresiones no siempre tienen resultados letales, en Guerrero, por ejemplo, han ocurrido tres atentados en los que las víctimas lograron sobrevivir.
El primero fue el atentado contra el aspirante del PRI a la alcaldía de Taxco, Guerrero, Omar Jalil Flores Majul, a quien intentaron secuestrar sujetos armados, según relató la propia víctima, un reconocido médico de la zona.
El segundo fue el secuestro de Julián López Galeana, coordinador de Movimiento Ciudadano, cuando circulaba sobre la Autopista del Sol. López fue liberado, se encontraba golpeado.
La última agresión en Guerrero fue el ataque a balazos contra el candidato del Partido Verde Ecologista de México a la alcaldía de Iguala, Erick Catalán Rendón, en la carretera que va de Taxco a Iguala.
Por otro lado, la violencia también ha logrado infundir miedo en los políticos. Además de un aumento en las solicitudes para el uso de vehículos blindados, blindaje corporal y de instalaciones, la violencia impulsó a que la perredista Grabiela Sodi, renunciara a su candidatura a una diputación federal tras recibir amenazas y violencia en su contra.
El propio presidente nacional del PAN, Marko Cortés, ha admitido que algunos de sus candidatos han abandonado sus intenciones electorales por el clima electoral que hay en varios municipios mexicanos: “ya ha habido precandidatos de Acción Nacional que han decidido retirarse de la contienda, por inseguridad, por amenazas del crimen; ya ha habido aspirantes que han secuestrado”, dijo.
Un partido político, cuyo representante habló con MILENIO bajo condición de anonimato por su seguridad y la de sus militantes, explicó que en Michoacán preveía no completar las listas de aspirantes a puestos federales porque muchos de ellos se habían alejado por amenazas del crimen organizado.
De acuerdo con un reporte de la Secretaría de la Defensa Nacional y datos cruzados con información de los distritos electorales de México, en al menos 40 de ellos que se encuentran en una decena de estados hay presencia importante del crimen organizado. Destaca también una situación generalizada de violencia en zonas como Zamora, Michoacán, que tiene una tasa de 197 asesinatos por cada 100 mil habitantes, el triple de la media nacional.
También se han identificado varias zonas donde se han registrado atentados, vinculadas a cárteles a otras situaciones delictivas. Por ejemplo, el problema del narcomenudeo en Acapulco, Zapopan, Jalisco, con la presencia y dominio del cártel Jalisco Nueva Generación, las zonas serranas de Guerrero con las pugnas entre las organizaciones criminales Los Tlacos, Los Ardillos y la Familia Michoacana, con una endeble tregua alcanzada entre liderazgos de ambos grupos, y la operación del cártel de Santa Rosa de Lima, dedicado al robo de combustible, en Guanajuato.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional Electoral (INE), los distritos en los que se encontró que hay una fuerte presencia del crimen organizado, suman más de 6.1 millones de votantes.
Imagen portada: Especial | MILENIO
