El potencial histriónico de Kate Winslet se expande con El régimen, la nueva serie original de Max que llega a la pantalla esta semana, donde la actriz da vida a una líder autócrata y populista. A primera instancia, un personaje así no se relacionaría con su carrera, pero si se echa un vistazo al pasado, destacan roles tan complejos y profundos que superan sus logros en el clásico Titanic. Ahí está Mare of Easttown, la serie que le dio un premio Emmy, y la lista crece; publica MILENIO.
“Este personaje es una revelación —dijo Kate Winslet a MILENIO—, mi reacción al guión probablemente es la misma que tendrá el público cuando vea la serie, simplemente dirán: ‘¡Oh no!, ¡Oh dios!, ¡Qué hicieron!’. Así fue al leerlo, el equipo creativo detrás había hecho mucha investigación y preparación. Nos enviaron seis episodios, sabía exactamente para qué nos íbamos a unir y estaba muy emocionada de interpretar a alguien que nunca había hecho antes”.
Con El régimen, Kate tiene la oportunidad de continuar sobre la línea de evolución de estos roles. Ahora da vida a la canciller Elena Vernham, la líder de un moderno régimen autoritario que se relaciona con un soldado inestable interpretado por Matthias Schoenaerts; para esta historia, Kate fue a lo profundo de la psique, a fin de entender la forma de operar de líderes con estas características potencialmente peligrosas, claro, todo esto inscrito en una sátira.
“Nunca había leído un personaje como este que también me haga reír. Mi trabajo era crear una base para ella, lo que hay más allá de la mujer, detrás de la máscara; vemos detrás de la cortina lo que sucede dentro de su absurdo régimen autoritario y tienes que tener una mujer liderando todo eso, que se sienta identificable; al mismo tiempo tiene que ser desagradable, no podía agradarle a la audiencia”, dijo Kate sobre la canciller.
El arco dramático de Elena era parte del reto
“Probablemente tiene algún trauma de su infancia, fue criada por un padre tiránico de quien ella sigue esperando aprobación, aunque él ya falleció y está detrás de una puerta en un sótano. Todo esto es tan loco; tuve que darle tantas capas emocionales como pude y descubrir cómo la impactó su infancia, su físico, sus paranoias, sus inseguridades; debe intimidar con solo verla”, explicó la actriz.
La sátira como acto reflexivo
Kate es clara en cuanto al objetivo de El régimen, “se trata de una sátira”, pero la comedia también es vista como un acto reflexivo sobre las problemáticas sociales o políticas:
“No es un documental, pero es cierto que a lo largo de la historia ha habido dictadores, y en los años venideros habrá más. La gente tomará del programa lo que quiera y hará comparaciones; nuestra línea era una comedia oscura, una historia retorcida”, dijo.
“Tuvimos mucha suerte de que todos teníamos la misma idea sobre el programa, todos entendimos lo que era, lo que necesitábamos ser y el ritmo; fuimos guiados en gran medida por Stephen Frears y Jessica Hobbs, nuestros directores, fueron fantásticos, muy claros sobre lo que querían. Siempre lo hicimos juntos, fue una experiencia fantástica para todos”, agregó.
La serie explora “el abuso de poder y cómo se corrompe una personalidad o una ideología; eso no era lo único, necesitábamos meternos en la naturaleza humana, queríamos crear un universo específico, en el que personajes locos hacen que el espectador entienda cuán loca está la humanidad, de una manera muy entretenida, hilarante y aterradora”, dijo Matthias Schoenaerts.
Autócrata, pero enamorada
El régimen es también “una retorcida historia de amor sobre dos personas que no debieron enamorarse”, abundó Winslet. Mientras Elena busca expandir su poder, su relación con Herbert Zubak (Matthias Schoenaerts) deriva en un caos que provocará que tanto el palacio como el país se fracturen a su alrededor, “porque ellos encajan como un guante, casi pierden la cabeza el uno por el otro y las decisiones que toman en todo el país es catastrófica”.
“Zubak también está dañado y atormentado por su pasado —explicó Matthias—, era un universo muy especial en el cual sumergirse, porque hay mucho dolor con mi personaje, hay mucha autolesión, una falta de amor propio que se manifiesta en diferentes formas de violencia, que son como gritos de amor inversos”.
Así es como este soldado encuentra en Elena un propósito para su vida, porque en el fondo lo que vemos es a dos almas perdidas.
“Matthias y yo realmente trabajamos duro para asegurarnos de que esa historia de amor se sintiera muy conmovedora y creo que en el episodio seis realmente lo logramos, estás tan con ellos, quieres quedarte ahí todo el tiempo. Casi todo el capítulo es sobre Elena y Zubak, de principio a fin, fue agotador”, recordó Kate durante la entrevista, al tiempo que soltó una carcajada debido a la intensidad de los personajes.
Una paternidad tóxica
Como líder populista, Elena es capaz de cualquier absurdo que pueda convencer a los habitantes de su país, es carismática, pero falsa, todo en aras de hacer frente a sus responsabilidades como canciller. Pero, gran parte de su angustia radica en lo personal, Elena es hija de un líder político que, al parecer, nunca tuvo un cargo alto, pero ejerció un enorme poder sobre ella. Estas escenas fueron las primeras que realizó Kate Winslet.
“Lo primero fueron las escenas del Mausoleo con su padre, sin aprenderlas como tal, pero realmente leí esas escenas una y otra vez, porque ella tiene una visión diferente, tiene una voz interna diferente en esas escenas, realmente vemos todas sus grietas, el desastre emocional que es debido a este hombre, y eso me dio algunas pistas sobre su infancia, claramente no la hizo sentir amada y por eso tiene problemas extremos de abandono”, explicó.
Esta historia surgió bajo el sello de Frank Rich y Will Tracy, productor ejecutivo y guionista de Succession. Kate Winslet se sumó también como productora ejecutiva, un rol que había desempeñado antes con Mare of Easttown:
“… estás mucho más involucrada creativamente como una de las piezas clave en cómo funciona todo, te aseguras de que todos se sientan incluidos y respetados, esas son las cosas que realmente me importan”.
Personajes previos
Previo a El régimen, Kate estuvo involucrada en historias que le permitieron explorar roles complejos. En Lee dio vida a una modelo que se convirtió en periodista de guerra durante la Segunda Guerra Mundial; en Mare of Easttown, interpretó a una detective que a la par de reconstruir su vida buscó resolver un crimen local, esa actuación le valió el premio Emmy; con el estreno de El régimen este domingo, su capacidad histriónica dará un paso adelante.
Imagen portada: Especial | MILENIO