Por José Jaime Ruiz
Las propuestas electorales de Xóchitl Gálvez son de constreñimiento, ya sea la gran cárcel o el cierre de las refinerías de Cadereyta y Ciudad Madero. Desde Foucault se entiende al poder disciplinario como aquel que “consiste en entornos e instalaciones de reclusión. La familia, la escuela, la cárcel, el cuartel, el hospital y la fábrica representan estos espacios disciplinarios de reclusión”. Byung-Chul Han describe el neoliberalismo “como una forma de mutación del capitalismo, convierte al trabajador en ‘empresario’. El neoliberalismo, y no la revolución comunista, elimina la clase trabajadora sometida a la explotación ajena. Hoy cada uno es un trabajador que se explota a sí mismo en su propia empresa. Cada uno es amo y esclavo en una persona. También la lucha de clases se transforma en una lucha interna consigo mismo” (Psicopolítica. Neoliberalismo y nuevas técnicas de poder. Byung-Chul Han. Herder, 2014). En efecto, “empresario de sí mismo”, en la jerga neoliberal el trabajador es un “colaborador asociado”.