“Clapton is God”, la frase apareció a mediados de los años sesenta en la estación Islington del metro londinenses y fue replicada en otros lugares de la capital británica para remarcar la veneración por el entonces guitarrista de los Bluesbreakers, liderados por John Mayall; señala MILENIO.
Ahora el dios de la guitarra, estrella legendaria del rock y el blues, emprenderá una nueva gira en mayo, comenzando por Reino Unido, Irlanda y Francia para posteriormente viajar a Brasil y continuar en México, en donde se presentará el 3 de octubre en el Foro Sol.
Muchos libros recogen la historia del llamado “Mano lenta”, entre ellos su autobiografía, en donde cuenta su vida con una honestidad tajante.
Otro, que es una joya para los admiradores del genial autor de “Layla” (que compuso con Jim Gordon), es Los tesoros de Eric Clapton, que también recorre la biografía del extraordinario guitarrista. Escrito por Chris Welch, muestra los momentos de gloria pero también el lado oscuro de Clapton, durante varios años hundido en el pantano del alcoholismo y la drogadicción, del que salió gracias a su familia y a sus amigos, pero especialmente a su amor por la música.
Erick Clapton nació el 30 de marzo de 1945 en Surrey, al sudoeste de Londres. Abandonado por sus padres y criado por sus abuelos maternos, desde niño encontró en la música, sobre todo en el blues, una puerta de salida a sus inquietudes. En 1963 comenzó a tocar en su primer grupo: The Roosters, fue una experiencia efímera que sin embargo lo catapultó a una banda legendaria: The Yardbirds.
Clapton abandonó The Yardbirds desencantado; no le gustaban los coqueteos del grupo con las tendencias más comerciales. Pensó retirarse de la música y dedicarse a pintar. Pero sonó el teléfono y escuchó la voz de John Mayall invitándolo a unirse a los Bluesbreakers, que él lideraba. Lo trataban bien, tenía éxito, pero no se sentía contento y tras varios meses y un álbum, renunció con la idea de formar su propio grupo.
Durante su estancia en los Bluesbreakers los fans crearon la frase que gritaban en los conciertos y grafiteaban en las paredes: ¡Clapton es Dios! Su fama iba en aumento, pero todavía no era suficiente. El 11 de julio de 1966, con el cantante escocés Jack Bruce, el pelirrojo Peter Ginger Baker en la batería y Clapton en la guitarra, nació Cream, el supergrupo que cambió su suerte y lo volvió una mega estrella internacional.
La trayectoria de Cream fue meteórica, aclamados en su país, triunfaron en Estados Unidos, realizaron giras maratónicas, tres discos exitosos y se fastidiaron. “Nos cansamos el uno del otro y de Cream”, diría Jack Bruce. En septiembre de 1968 se anunció la separación del grupo que volvería a unirse fugazmente en mayo de 2005.
El siguiente grupo de Clapton fue Blind Faith, con Steve Winwood como cantante y tecladista y Ginger Baker en la batería. Debutaron el 7 de junio de 1969 y grabaron un solo disco, que incluye el clásico Presence of the Lord.
Clapton no se sentía contento en ningún lado. Al comenzar los setenta, estaba metido en la heroína y el alcohol, estaba enamorado de Pattie Boyd, esposa de George Harrison, su mejor amigo, con quien finalmente se casaría. Logró recuperarse, reconstruir su carrera y su vida sentimental; sobreponerse a la muerte de su hijo Conor, de cuatro años (a quien le compuso “Tears in Heaven”) y escribir las mejores páginas en la historia de una música que llega al mundo entero.
Los tesoros de Eric Clapton es un homenaje al artista británico, creador de canciones y de un estilo de tocar la guitarra que lo han llevado al Salón de la Fama del Rock y quien en su regreso a México —de acuerdo con información de la empresa Ocesa— estará acompañado por Gary Clark Jr., ganador de 4 premios Grammy, “al que la revista Rolling Stone denominó como ‘el futuro’ del rock y blues a nivel internacional”.
En 2001, Clapton visitó por primera vez nuestro país con su Reptile World Tour, en octubre los fans tendrán oportunidad de volver a presenciar sus milagros con la guitarra.
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