A partir de mañana, el galerista presentará la exposición ‘New Spot Paintings & A Hundred Years’, con obras que son significativas para el reconocido y polémico artista inglés.
Un biosistema de cristal donde se puede ver una cabeza de vaca con un charco de sangre mientras larvas de moscas esperan salir para comer, pero una luz destellante las atrae a morir. Es una pieza “viva” que reflexiona sobre el ciclo de la vida y la muerte; publicó MILENIO.
Su nombre es A Hundred Years (1990) y es una de las obras centrales de la exposición New Spot Paintings & A Hundred Years, del polémico Damien Hirst (Bristol,1965), que se presenta en la Galería Hilario Galguera. Se trata de la tercera exposición del artista en ese lugar, la primera fue en 2006, The Death of God, y la segunda en 2010, se llamó Dark Trees.
El galerista Hilario Galguera fue el guía para presentar la muestra que se compone de tres instalaciones especiales para el inglés: una es A Hundred Years (1990), las otras son I Want to Spend the Rest of My Life Everywhere, with Everyone y One to One, Always, Forever, Now, ambas de 1991.
La relación de galerista y artista data de hace décadas, pues Galguera ha contado que Damien Hirst le salvó la vida hace casi 20 años, cuando le confió sus obras para que volviera a abrir una galería y regresara al mundo del arte. En esa época el galerista había cerrado su espacio y pasaba por problemas económicos.
“Es uno de los artistas contemporáneos que desarrolla distintos cuerpos de obra, como los gabinetes de píldoras, los spot paintings, los tanques con sus animales en formol. Tiene una base filosófica fundamental que los conecta a todos y abarca una serie de conceptos que definen a la humanidad y a la sociedad desde distintos ángulos, como pensar en la vida, el romance, el amor, la enfermedad, la ciencia, el horror, la religión, la muerte y la trascendencia del hombre”, dijo Galguera.
Atmosférica y conceptual
La muestra presenta más de 25 obras, entre ellas, una selección de piezas nuevas de Spot Paintings (2022), famosas por sus coloridos puntos dispuestos en diferentes patrones que tienen que ver con la ciencia y que se encuentran a la venta.
“Las pinturas sí, las instalaciones no. Las spot paintings se venden por pieza y sus precios van entre 400 mil y un millón de dólares”, dijo Víctor Mendoza, director de la galería.
Galguera aseguró que New Spot Paintings & A Hundred Years no es una exhibición tan enciclopédica como la que se presenta en el Museo Jumex desde el 23 de marzo, ni una apéndice de ella, aunque reconoció que es asombrosa la del recinto de Polanco.
“La nuestra es una exposición más atmosférica y más conceptual. Siendo él un artista muy complejo, decidimos escoger un cuerpo de obra que lo ha obsesionado desde que inició, las spot paintings, que son pinturas que aparentemente no tiene ningún sentido, ninguna correlación, pero son de las obras más consistentes del artista en el sentido de cómo están organizadas, divididas, y muestran la complejidad conceptual que, de alguna manera, define los temas fundamentales de Hirst, como la vida, todo el proceso vital y la muerte”.
La vida de Damien Hirst no fue sencilla, su familia pasó muchas dificultades, su padre adoptivo lo abandonó y “el arte fue el elemento para que él pudiera reconstruir su vida, y tuvo la suerte de que siendo muy joven la fortuna le sonrió, pero no fue gratuito. ¿Quién tiene una idea como la de A Hundred Years (1990)? Y es cuando, muy joven, le caen cantidades extraordinarias de dinero, pero es un artista que todo el tiempo está trabajando en sus proyectos”, agregó Galguera.
Tras el recorrido por la exposición, el galerista habló sobre la polémica desatada por The Guardian, que hace unas semanas aseguró que el artista falseó las fechas de algunas piezas, que fueron hechas en 2017 y el artista dijo que databan de los 90.
“Me parece ridículo, es buscarle tres pies al gato y es demencial. Damien tiene una gran cantidad de proyectos y no todos están producidos, pero la fecha que se le pone es cuando la obra se concibió. Pongamos un ejemplo: un artista se inspira en el bombardeo de las Torres Gemelas del 11 de septiembre y elabora su concepto pero no puede hacer la pieza, y después de varios años se encuentra a alguien que le dice ‘vamos a fabricarla’, pues le pone la fecha en que se concibió, así de fácil”.
Galguera concluyó así: “No sé por qué, sobre todo los ingleses, han sido particularmente intolerantes con Damien, me sorprende mucho, pero creo que es una especie de clasismo en ese sentido, sabiendo que él no es de una familia adinerada, aristócrata y no pertenece a un ámbito cultural. No lo entiendo y creo que debería de ser al revés, pues es uno de los grandes artistas contemporáneos”; informó MILENIO.