La ola de violencia que azotó el norte del país hace 12 años se convirtió en el punto de partida de Sierra madre: prohibido pasar, creada por Diego Enrique Osorno y Gabriel Nuncio. La historia surgió como respuesta “al desconcierto” que se vivió en San Pedro Garza García, cuando el crimen se hizo presente, y también apela a generar conversación sobre la situación actual del país; publica MILENIO.
“Es una respuesta a esa zozobra y a ese desconcierto de la violencia que irrumpió hace años en Monterrey, tratamos de retratar esa realidad; había muchos entramados complejos de abordar. El proceso de la serie viene de la catarsis de esos hechos, pero la violencia sigue presente”, dijo Diego Enrique Osorno a MILENIO.
“Creo que ahora hay una normalización de la violencia, nos hemos acostumbrado a estos niveles de violencia, la serie no pretende desenmascarar eso, pero sí está claro el construir otros puntos de vista, desde una comunidad como la de San Pedro”, agregó Osorno.
Sierra madre retrata la vida de los vecinos de San Pedro, quienes se ven amenazados por uno de los grupos criminales más violentos de la región, hasta que Marcos Parra (Miguel Rodarte), un empresario perteneciente a una de las familias más poderosas, emprende su carrera política para negociar la paz de los sampetrinos, “la serie se inspira hechos reales, pero también surge de mi delirio por lo que David Simon hizo en The Wire”, dijo Osorno.
“Es fascinante la realidad latinoamericana de los contrastes que existen —comentó a MILENIO Gabriel Nuncio—. Las diferencias de un barrio a otro, la estética, y también la manera en que se acercan al mundo; el de los poderosos siempre es interesante porque permea sin que el resto de la comunidad lo sepa”.
“El proceso de escritura comenzó incluso antes del boom que tuvieron las series en México y tiene una mirada a los temas que me interesan como periodista: el poder, la justicia y la rebeldía, es una serie coral, algo que no es tan común en la parrilla mexicana, con diversos puntos de vista, uno de ellos es el de la élite sampetrina, pero también hay otros puntos de vista que ayudan a contar la historia y a entender la realidad de forma entretenida”, agregó Diego Enrique.
Talento en pantalla
El elenco lo encabeza Miguel Rodarte y lo acompañan Tessa Ía, Karina Gidi, Francisco Barreiro, Lumi Cavazos, Gerardo Trejoluna, Julieta Eugurrola, Arturo Barba, Johana Murillo y Roberto Cázares, entre los villanos; “hay talento de Monterrey, no solo delante, también detrás de cámara”, explicó Osorno.
“Marcos Parra viene de familias fundadoras de Monterrey, que a través de generaciones han acuñado fortunas inconmensurables, enormes; San Pedro es el municipio con mayor ingreso per cápita en todo Latinoamérica —explicó Miguel Rodarte de su personaje—. Son familias que a partir de todo lo que hicieron sus fundadores nacen con la responsabilidad de siempre aportar algo a la sociedad”.
Rodarte asegura que el objetivo de Marcos Parra es dejar huella en la comunidad y cumplir con la responsabilidad de continuar el linaje regional de su familia en este municipio.
“Las relaciones familiares de los personajes son el tejido que soporta el resto de la trama; ahí se encuentran los motivos internos para que hagan lo que hacen. Todos traemos arrastrando una historia familiar y respondemos mucho a eso. En gran parte somos lo que fuimos en la infancia y eso se refleja en la serie”, terminó el actor.
“Mientras escribía tenía en mente a actores de este nivel, fue una gran suerte que Miguel Rodarte estuviera disponible; lo que hizo será sobresaliente y le puede dar otro tipo de impulso, es asombrosa la forma en la cual respeta la línea del personaje. La intención era mantener al personaje ambiguo y lo logró; además, llegó con su propia investigación del personaje, lo cual me pareció muy propositivo”, comentó Diego Enrique Osorno.
En la dirección
Alejandra Márquez Abella (A Million Miles Away, El norte sobre el vacío) y David “Leche” Ruiz (La última muerte) son los directores de la serie de Max; ambos coinciden en la importancia de conocer profundamente la raíz de la motivación de sus personajes para crear un ambiente verosímil. Es por eso que ambos contribuyeron al desarrollo de Marcos Parra y su familia como piezas centrales de la narrativa.
“Lo más interesante es encontrar los símbolos en el universo en el que estamos trabajando, que nos ayuden a contar la gran historia y, en este caso, al estar en San Pedro había que encontrar cuáles eran los motores y los móviles que quizás vienen de las cosas más pequeñas del pasado de los personajes —explicó la directora Alejandra Márquez Abella—. Una pelea entre hermanos puede ser algo que se ve igual a los 12 años que a los 56, y teníamos que encontrar esas pequeñas cosas que tienen grandes repercusiones entre la gente que mueven las fuerzas de poder en las sociedades. Para mí, ese siempre es el ángulo más interesante”.
Imagen portada: Especial | MILENIO