Por José Jaime Ruiz
No culpes a la playa, no culpes a la lluvia, no culpes a banqueros, será que no levantas… y júralo que no mientes porque te sientes ya derrotada… cómo quisieras que eso cambiara, que las encuestas jamás se hubieran mostrado nunca ni estar mirándolas, derrota eterna, interminable… tu más triste recuerdo de Acapulco.
Voz de Luis Miguel, Agustín Lara o Juan Gabriel, todo en Xóchitl Gálvez es derrota. El anterior predebate la candidata del PRIAN lo perdió por los videos que mostraban la prepotencia, el clasismo y el influyentismo de su hijo, después se supo de la corrupción inducida a su hija al tener una doble acta de nacimiento para hacer transas en los negocios familiares. Este nuevo predebate inició en Acapulco en la convención anual bancaria y Xóchitl lo perdió de calle; se hace costumbre, otra vez Claudia arrasó.
Con huipil o sin huipil la candidata del PRIAN es una política verdulera, de teleprompter, improvisada y torpe. Xóchitl perdió el predebate bancario porque no se preparó, mientras Claudia Sheinbaum mostró y demostró una altura de estadista. La candidata del PRIAN calificó como “mediocres” a los banqueros; ni Acapulco ni la canica le giró en la azotea al descalificar a sus habitantes como güeyes si votan de nuevo por Morena, desconociendo la reconstrucción rápida y eficiente después de Otis; en mal timing –el nacionalismo mexicano por la invasión a nuestra embajada en Ecuador– repitió su propuesta de entregar nuestra soberanía aduanal a los gobiernos gringos. Agüitada, derramó el agua o regó el tepache, según se vea.
Pelmaza, su candidatura es un incordio. En este nuevo predebate destruyó la oportunidad de crecer como una candidata seria teniendo el entorno supuestamente más favorable de la oligarquía a través de los representantes del sistema bancario. Lo echó a perder, Sheinbaum la apabulló con su serenidad de estadista, amén de tener un cierre espectacular masivo en el zócalo de Acapulco. La convención bancaria fue un remanente del huracán Otis que ahogó electoralmente a Xóchitl, quien se encamina hacia el próximo debate damnificada políticamente: no culpes a la noche, no culpes a la playa, no culpes a la lluvia, será que no levantas; derrota eterna, interminable.
