Por José Jaime Ruiz
Alta Suciedad (basura de la Alta Suciedad)/ No se puede confiar en nadie más/ … Señor banquero, devuélvame el dinero/ Por ahora es lo único que quiero/ Estoy cansado de los que vienen de amigos/ Y solo quieren rellenarme el agujero. // Andrés Calamaro
De la mano del corrupto priista Francisco Cienfuegos, el gerente de la oligarquía y coordinador plenipotenciario del PRIAN y su candidata, Xóchitl Gálvez Ruiz, se deschongó en Monterrey y aceptó su “militancia civil” con el Partido Revolucionario Institucional y el Partido Acción Nacional. La marea rosa y sus concentraciones son, ya lo acepta Claudio, marchas rojiazules. Totalmente falacia, X. González ya no puede sostener la mentira de una “sociedad civil” que encarnizadamente lucha por la democracia en contra de la dictadura. Lo suyo es la dictadura de los mercados, la dictadura de la corrupción, la dictadura de la DEA y el intervencionismo, la dictadura de Mexicanos por la Corrupción, la dictadura de la Suprema Corte de Justicia, la dictadura del narco-Estado de Genaro García Luna y Felipe Calderón; como Enrique Krauze, Claudio X. González añora el regreso de la dictadura perfecta. Claudio X. no representa a la sociedad, pero sí a la Alta Suciedad.
Mexicanos por la Corrupción y la Impunidad se escandalizan por la precisión hecha por Claudia Sheinbaum a su “reportaje” sobre el patrimonio de la candidata de Morena; esta organización de la Alta Suciedad sigue los dictados de Claudio X. González. La respuesta de Sheinbaum, a la manera de Italo Calvino, exacta: “Sobre la nota publicada el día de hoy por Mexicanos por la Corrupción, dirigido por Claudio X. González, el coordinador de la campaña del PRIAN, aclaro lo siguiente…” (exactitud como cálculo y definición, imagen nítida, incisiva, memorable; adjetivo: “icástico”).
Claudio X. en Monterrey, al promover la marcha “prianista” de la marea rojiazul a favor de Xóchitl Gálvez, siguió con su cantaleta de activista de la sociedad civil, pero un video en Instagram al alimón con el impresentable priista Francisco Cienfuegos, lo desnudó dándole la razón a Sheinbaum: Claudio X., el gerente de la oligarquía y la Alta Suciedad es el coordinador real de la campaña del PRIAN. Estos dos partidos, fundidos en una abominación histórica por su ideología contrapuesta, trabajan bajo los dictados de Claudio X. González (“Este señor es el suplente de Beltrones en la lista plurinominal. Por eso en Sonora se va a librar una doble batalla contra la corrupción y la impunidad”, opina Jorge Álvarez Máynez sobre el corrupto Paco Cienfuegos).
“Sólo con una votación masiva que supere el 70 por ciento del padrón de electores, se podrá detener el autoritarismo, que impere un narco Gobierno y las mentiras e ilegalidades de Morena y el presidente Andrés Manuel López Obrador… Es más que un polo de votar por Claudia o Xóchitl, es votar por la democracia o dictadura, votar por la seguridad o narco política”, repite el coordinador del PRIAN.
El sexenio de AMLO propicia la democracia; la propuesta de Claudio X., el regreso a la dictadura neoliberal, la dictadura perfecta. Gerente de la oligarquía, vocero de la Alta Suciedad, coordinador de la campaña del PRIAN, Claudio X. González es el perfecto engañatontos.
Fraseos fresas
Jorge Castañeda en El Universal: «La única estrategia es el ataque, constante e inmisericorde. Debe hacer caso omiso de las reglas del debate previamente acordadas por sus representantes, e interrumpir repetidamente a Sheinbaum, con una sola pregunta: ‘¿Por qué no contestas?’ Justamente lo que no hizo en el primer debate, cuando teniéndola contra las cuerdas, la dejó escapar: se le fue viva (…) Más aún: cuando sienta, con su gran agilidad y tino para el botepronto, que la candidata oficial dice alguna barbaridad, no hay que esperar su turno: increparla, con un par de palabras. Ningún ganador de debates respeta las reglas; pasarse de violarlas cuesta, pero respetarlas a pie juntillas cuesta más (…) Lo peor que puede hacer es alinearse ciegamente con los lineamientos del INE, aunque hayan sido aceptados por sus abanderados. Y más que nada, soltarse: como le dijo un amigo en una comida a mediados de junio del año pasado: ¡Que Xóchitl sea Xóchitl!» (Go negative! El INE sí se toca, el INE sí se viola, según las recomendaciones de Jorge Castañeda).