Por José Jaime Ruiz
Cuando a una flecha se le quitan las plumas estabilizadoras, aunque el asta y la punta permanezcan, es difícil que la flecha penetre profundamente. // Estrategia de la dinastía Ming Chieh Hsüan / Citada en Las 33 estrategias de la guerra.
La 4T debería agradecerle al ideólogo de la derecha, Jorge Castañeda, sus sugerencias y recomendaciones a Claudio X./óchitl. Castañeda cada vez la caga mejor. Su guerra sucia se convirtió, según todas las encuestas serias, en agua prístina para Morena; su go negative! en go positive! Quiso ayudar a la candidata del PRIAN y sólo la desmadró. El primer debate tronó a Xóchitl, algunos estudios demoscópicos indican que perdió alrededor de 600 mil votos; por el contrario, Jorge Álvarez Máynez creció; Claudia Sheinbaum, estable, muy estable (De las Heras).
Los consejos de Castañeda a Xóchitl desde el ringside son disparatados, allá ellos:
“1.- La única estrategia es el ataque, constante e inmisericorde.
2.- Debe hacer caso omiso de las reglas del debate previamente acordadas por sus representantes, e interrumpir repetidamente a Sheinbaum, con una sola pregunta: ‘¿Por qué no contestas?’
3.- Si el tema central de la campaña opositora es la seguridad —creo que debe serlo— cada vez que hable Xóchitl debe abordar el tema, y enfrentar a su adversaria. Y cada vez que Sheinbaum esquive el tema, o se niegue a responder, o pase a otro asunto, debe interrumpirla: ‘¿Por qué no contestas?’ Una y otra vez.
4.- Más aún: cuando sienta, con su gran agilidad y tino para el botepronto, que la candidata oficial dice alguna barbaridad, no hay que esperar su turno: increparla, con un par de palabras. Ningún ganador de debates respeta las reglas; pasarse de violarlas cuesta, pero respetarlas a pie juntillas cuesta más.
5.- Y más que nada, soltarse: como le dijo un amigo en una comida a mediados de junio del año pasado: ¡Que Xóchitl sea Xóchitl!”
Castañeda propone un cuerpo a cuerpo donde Xóchitl saldrá vapuleada:
“Cuando sonó la campana, Muhammad Ali utilizó una táctica suicida: dejó que Foreman lo usara como saco, encajonando a diestro y siniestro todos los golpes que su rival iba lanzando. Fue así durante varios asaltos. A eso en boxeo se le llama rope-a-dope. Cuando Foreman se empezó a mostrar agotado, Ali contratacó. Ganó por KO en el octavo asalto. El mejor combate de todos los tiempos ya tenía vencedor” (Para satisfacer cualquier curiosidad de esta pelea, también se puede consultar The Fight de Norman Mailer).
Asegura Clausewitz: “Si concibiéramos a un mismo tiempo los innumerables duelos aislados que la forman, podríamos representárnosla bajo la forma de dos luchadores, cada uno de los cuales trata de imponer al otro su voluntad por medio de la fuerza física; su propósito inmediato es derribar al adversario y privarlo de toda resistencia”.
Xóchitl llega al debate sin resistencia, su centro de gravedad fue minado en estos días de pre-debate: la corrupción señalada en contra de Alejandro Moreno, el golpe de estados (panistas) confesado por Marko Cortés; sobre todo el bombardeo en contra del Cártel Inmobiliario. Sheinbaum apuntaló el voto morenista en el sureste y en Veracruz, amén de sus perfectas presentaciones en la convención bancaria en Acapulco y en el Council of the Americas; las encuestas de esta semana son arroz cocido. Xóchitl desaprovechó el pre-debate en un road show de medios donde su preocupación fue cómo irá vestida.
“Cuando analices a tus rivales, no te distraigas en sus puños. Participar en cualquier intercambio de puñetazos, en la vida o en la guerra, es la cumbre de la estupidez y el desperdicio” (Las 33 estrategias de la guerra. Robert Greene, Océano). Si el poder depende del equilibrio y el apoyo, Xóchitl llega desequilibrada, golpeada por los temas de la corrupción del PRIAN. En el boxeo las piernas son el equilibrio y Xóchitl, inestable, llega al debate mutilada.
