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Así fue el crecimiento con Cervecería y Fundidora en Nuevo León

Los ecos de la Revolución Industrial y un cambio de mentalidad que trajo consigo la Revolución Mexicana, sumados a la cercanía con Estados Unidos, convirtieron a NL en un centro económico que dio origen a empresas que salieron a conquistar el mundo.

200 años de ser declarado como Estado Libre y Soberano, la historia de Nuevo León no sería la misma sin la invasión estadunidense y los efectos de la Revolución Industrial y la Revolución Mexicana, las cuales detonaron un cambio que transformó la vida social, laboral y empresarial de la entidad; publicó MILENIO.

César Salinas, historiador mexicano y especialista en gestión documental e historia de empresas y empresarios, relató los pasajes de la historia del Estado y cómo fue, en un inicio, que el Tratado de Guadalupe Hidalgo le trajo un beneficio.

“La guerra con Estados Unidos, que nos hizo perder gran parte del territorio norteño, fue una oportunidad para Monterrey, porque si antes quedábamos en medio del territorio, al correr la frontera hacia abajo, quedamos muy cerca del mercado más grande que existe en el mundo, que es Estados Unidos, al que le puedes vender y al que le puedes comprar prácticamente lo que sea».

“Entonces quedamos en esa posición privilegiada, y ahí es donde se da esta revolución industrial, que hizo crecer la población, la mancha urbana, la economía, lo social, lo cultural, todo se dinamizó a partir de la industria”, relató en entrevista en el Centro Eugenio Garza Sada. Al quedar ubicado en una locación privilegiada, la revolución industrial vino de la mano de la voluntad política que hubo del general Bernardo Reyes, quien promovió una política de beneficios fiscales que detonó el boom industrial.

“Entonces, los que ya habían hecho capital alrededor de esta zona empiezan a invertir en Nuevo León porque se les dan facilidades muy grandes, muy amplias, nunca antes vistas y nunca vueltas a ver, en donde se les permite invertir para crear nuevas industrias».

“Se conjugó en Nuevo León algo que no pasa muchas veces en el mundo, que es conjuntar la voluntad política con la voluntad de la iniciativa privada para crear juntos algo que ellos entendían que era en beneficio para todos”, explicó el encargado del Centro de Información del Desarrollo Económico y Social.

Progreso en la región

El crecimiento que tuvo la industria en Nuevo León fue exponencial, destacando la Cervecería Cuauhtémoc en 1890 y Fundidora de Monterrey en 1900. Fueron esas empresas las que encabezaron un “capitalismo social”, dando a los trabajadores prestaciones superiores a la ley.

Fundidora | Leonel Rocha

Esto convirtió a Monterrey en un lugar atractivo para vivir y la Revolución Mexicana aportó la noción de repartir la riqueza.

“La Revolución Mexicana fue lo que hizo entender tanto al Gobierno, de hecho un nuevo Gobierno revolucionario, como a los propios empresarios, que la actividad económica no era solo para beneficiarte a ti como accionista, sino que tienen que llegar beneficios a la sociedad».

“Y eso hizo cambiar al empresariado de Monterrey, en donde ellos dijeron: ‘Oye, yo no quiero interrumpir esta creación de valor económico, y nos estábamos equivocando en cómo lo estábamos haciendo, porque nos estábamos enfocando en crear riqueza y a conservarla».

“Entonces hay una transición que ellos hacen en decir el beneficio de esta actividad económica debe llegar a la sociedad, y yo como empresario tengo que encabezar eso. O sea, no tengo que esperar a que el Gobierno me lo exija. La Constitución me dice unas cosas, yo voy a estar por encima de eso».

“Y esa forma de pensar, que llamamos capitalismo social, es lo que hizo destacar a los empresarios de Monterrey, de Nuevo León, y lo que nos hizo únicos en creación de valor económico”, explicó.

Fue precisamente el capitalismo social o la repartición de la riqueza la que convirtió a Monterrey en el sueño aspiracional y el motivo por el cual miles de personas comenzaron a llegar a la ciudad para crecer y desarrollarse.

Cervecería Cuauhtémoc | Leonel Rocha

“Se convirtió Monterrey en una ciudad en donde dicen: ‘Ven a vivir aquí, porque vas a crecer, vas a prosperar, vas a encontrar la forma de obtener el éxito en tus propios términos, pero tienes que trabajar, esforzarte, obtenerlo a través de tus propios esfuerzos’”, afirmó en voz de los empresarios de inicios del siglo XX.

El impacto global

Pero no todo fue miel sobre hojuelas. Al llegar a 1970 comenzaron las crisis económicas de forma recurrente, al igual que la globalización.

Esto provocó que muchas compañías quebraran o tuvieran que fusionarse con otras para seguir en competencia, aunque al verse en la necesidad de sostener su negocio, dejaron de lado el capitalismo social que los vio crecer.

Quienes se mantuvieron en el capitalismo social lograron subsistir, debido a que quienes quitaron los beneficios tuvieron problemas legales con gremios y sindicatos.

En los años ochenta ocurrió la transición, o evolución, de la industria a los servicios con la apertura económica. Nuevo León se adaptó para seguir siendo atractivo y conquistar a la inversión extranjera.

Algunas empresas se transformaron con la competencia global, como la Cervecería, que fue adquirida poco a poco por Heineken, y otras como Cemex que la aprovecharon para abrirse al mundo y conseguir posicionarse.

Tras esto, el liderazgo empresarial impulsó la creación temprana de cámaras como Canaco, Coparmex y Caintra para defender sus intereses y tener incidencia social.

De acuerdo con el historiador, Nuevo León es el estado que más ha aportado en el tema de cámaras empresariales.

“Fueron los primeros que crearon asociaciones civiles y ellos decían a través de los organismos intermedios, las cámaras: ‘Yo voy a mediar los intereses de la iniciativa privada, de la empresa’. Pero también ellos sentían que eran representantes de la sociedad».

“Las cámaras no solo funcionaron como defensa del propio interés de los empresarios, sino un contrapeso con el poder público, o sea para evitar abusos, para evitar cosas que ellos consideraban negativas para la sociedad, no solo para el negocio”, reflexionó.

Por último, pronosticó que Nuevo León tendrá un crecimiento hacia otro tipo de industria con mayor tecnología y modernidad, pero que por un momento se debe regresar a las bases y privilegiar el capitalismo social y la repartición de riqueza para vivir en un entorno de prosperidad y de calidad de vida.

“Desde el punto de vista económico, creo que va a irle muy bien al Estado en los próximos 30 o 40 años, pero tiene que acompañar eso con el tema social (…)».

“Lo que aprendimos en estos 200 años es que Nuevo León es un ejemplo de que puede ir a la par el desarrollo económico y el desarrollo social, y ese es nuestro legado que hay que refrendarlo”, concluyó.

Imagen portada: Leonel Rocha | MILENIO

Fuente:

// Con información de Milenio

Vía / Autor:

// Staff

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Autor: lostubos
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