Por José Jaime Ruiz
La barbarización electoral se pretende rosa, en realidad es marrón. Una máscara rosada jamás abolirá la podredumbre política de la simulación, del engaño; máscara rosada de una ciudadanización inexistente. El gerente de la oligarquía, Claudio X. González, pinta de rosa “ciudadano” la abominación ideológica llamada PRIAN; se apropia del rosa del INE y lo “defiende”, ese instituto privatizado por Lorenzo Córdova, Ciro Murayama y sus herederos; Claudio X. pinta de rosa a la Suprema Corte de Justicia para que Norma Piña prosiga siendo servil a los intereses de los delincuentes de cuello blanco y a la delincuencia organizada.