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Sor Juana llega a Bellas Artes con la Compañía Nacional de Teatro

A 52 años de su creación, la Compañía Nacional de Teatro (CNT) saldará una deuda pendiente con Sor Juana Inés de la Cruz, al montar por primera vez en su historia una obra suya, Los empeños de una casa (1683), una de las dos obras con las que el teatro clásico vuelve al Palacio de Bellas Artes en el 90 aniversario del recinto; publicó MILENIO.

“Es un regreso importante porque hace más de 20 años que no había un estreno de la CNT en Palacio de Bellas Artes, esto nos emociona y nos llena de orgullo. Y hay otra coincidencia histórica.

“La CNT tiene 52 años y en todo ese tiempo nunca ha montado una obra de sor Juana; esa es también una deuda pendiente con la monja”, comenta en entrevista Aurora Cano, directora artística de la compañía teatral.

Cano también realizó la adaptación de la obra de sor Juana, en la que ahora incluso la Décima Musa y la virreina María Luisa aparecen en escena, en una comedia de enredos dentro de la comedia de enredos; se incorporan poemas de la intelectual novohispana y suena la música de boleros en la trama.

En el regreso del teatro al Palacio de Bellas Artes se presentan dos obras clásicas de la dramaturgia en español: La vida es sueño (1635), de Pedro Calderón de la Barca, en montaje de la Compañía Nacional de Teatro Clásico de España y LaZona, dirigido por el británico Declan Donnellan, que se montó del 7 al 9 de mayo

Los empeños de una casa se presentará los días 16, 18 y 19 de mayo. “Nosotros (en México) tenemos dos clásicos del siglo XVII: Juan Ruiz de Alarcón (1581-1639) y sor Juana Inés de la Cruz (1648-1695). La Compañía Nacional de Teatro ha montado obras de Juan Ruiz en varias ocasiones, pero a sor Juana no, será la primera vez”, agrega la actriz, dramaturga y directora.

Coincidencias felices

De hecho, la jornada inaugural del Palacio de Bellas Artes el 29 de septiembre de 1934 cerró con una puesta en escena de La verdad sospechosa, de Juan Ruiz de Alarcón, con montaje de Alfredo Gómez de la Vega, con María Tereza Montoya, Ricardo Mondragón, Isabela Corona y Miguel Manzano en el elenco, después de un concierto en el que se interpretó la Sinfonía Pastoral, de Ludwig van Beethoven.

Para Cano es “bastante inexplicable” que en 52 años de la CNT y 90 del Palacio de Bellas Artes nunca se haya representado ahí una obra de la Décima Musa; aunque justifica que ella no se dedicó exclusivamente al teatro, como Juan Ruiz de Alarcón, quien incluso se fue a España para hacer carrera.

“Es una oportunidad ahora que la CNT estrene a la monja, nos da mucha ilusión”, subraya Cano, quien dirigió dos décadas el festival Dramafest contemporáneo y que reconoce no caracterizarse por hacer teatro clásico, aunque cuenta que dirigió de forma atípica en Praga, en checo, La verdad sospechosa.

Recuerda la circunstancia de que hace 10 años que vino a México la Compañía Nacional de Teatro Clásico de España, para el 80 aniversario de Bellas Artes, montó La verdad sospechosa, pero la CNT no participó con obras en los festejos. En este sentido, ahora ambas agrupaciones estarán presentes.

“Hay felices coincidencias: Sor Juana era muy calderoniana, le gustaba mucho Calderón de la Barca; y a mí me gusta mucho Declan Donnellan, que aunque es británico dirige La vida es sueño. Hay ahí una primera situación divertida, cierta simpatía de sor Juana hacia Calderón y de la CNT hacia Donnellan.
“Sor Juana escribe Los empeños de una casa parodiando otra comedia de Calderón de la Barca, que se llama Los empeños de un acaso (1639); ahí hay un guiño de conexión entre ambos autores”, dice Cano.

La paradoja del amor

“Aunque la comedia estructuralmente es típica, estos personajes sí son atípicos: una mujer que se declara dedicada al conocimiento, y que habla que ha sido un problema de su existencia. Pues (eso) es reflejo absoluto de lo que vivió sor Juana y de lo que deja clarísimo en su décima Finjamos que soy feliz, en la que habla muy ampliamente sobre que el conocimiento ha sido el mayor problema de su vida, y que la inteligencia es una trampa. Si hay una proyección inevitable en esta comedia”, agrega.

Y por eso subraya que la pieza de sor Juana es una comedia de enredos amorosos escrita por una mujer que estaba en un enredo amoroso mucho más complicado que su propia obra teatral, en la que la monja se vio reflejada absolutamente en el personaje de Leonor.

“Hay una irremediable proyección de sor Juana en el personaje de Leonor. Ella presenta un personaje que dice que la sapiencia, la discreción (que en el siglo XVII quería decir inteligencia, cultura), había sido el peor de sus problemas, la más grande de sus desgracias”.

La directora comenta que su puesta en escena incluye en realidad una puesta escena más, donde sor Juana Inés de la Cruz y la virreina María Luisa aparecen fuera de la comedia original, en el escenario.

“Sor Juana escribe esta que es su primera comedia, para festejar el nacimiento del primogénito de la virreina María Luisa, que todos los especialistas de sor Juana afirman que tenía con ella una relación amorosa. Entonces, ese era el ánimo de sor Juana escribiendo una comedia para celebrar el nacimiento del hijo de la mujer de la que estaba enamorada, pero que estaba teniendo un hijo con otra persona.

“Esa es una coincidencia que para nosotros permea esta versión, es un montaje que tiene que ver con la paradoja de confrontar hacer reír mientras ella está en el amoroso tormento, como ella lo llama, hacer reír con el tema del amor, mientras que el tema del amor a ella la hace sufrir”, explica Aurora Cano.

Considera en ese sentido que sor Juana sí tiene un lado atormentado, que se ve más en su poesía que en su teatro, por lo que ella se tomó la libertad de incorporar algo de su poesía dentro del montaje, para subrayar las repercusiones que tuvo en el alma de la intelectual novohispana “el mal enamoramiento”.

Cuestionamiento y juego

Detalló que el papel de sor Juana lo hace Érika de la Llave, actriz veterana de la CNT; Óscar Narváez, actor emérito de la compañía hace a Rodrigo; también actúan Marco Antonio García, Zabdi Blanco, Fernando Bueno, Nicté del Carmen, Mireya González, Jorge León, Federico Lozano, Irene Repeto, Adriana Reséndiz, Shadé Ríos, Fernando Sakanassi y Mariana Villaseñor.

Otra libertad que se tomó la directora es que la acción, a su vez, estará acompañada de música en vivo, con boleros tradicionales al estilo de Los Panchos, interpretada por los tres músicos residentes de la Compañía: Carlos Matus, Yurief Nieves y Edwin Tovar.

¿Se paga la deuda de la Compañía Nacional de Teatro y Bellas Artes con Sor Juana?

Yo espero. A ver si no se enoja la monja y nos grita. O se va la luz o pasa cualquier otra cosa. Yo espero que esté contenta. Tenemos el chiste de que siempre que alguien se equivoca en un texto decimos que llora sor Juana.

“Para mí es importante visibilizarla como escritora con la CNT y en el Palacio de Bellas Artes, pero también visibilizar a una mujer que le tocó vivir otro mundo. Los finales del teatro clásico son imposibles en las estructuras morales del siglo XXI. Esta cosa de que todo mundo acaba casado con la persona correcta, por eso ahora es imposible terminar las obras así.

“Así que también en la adaptación jugamos mucho entre los códigos del amor del siglo XVII, en el que había estos grandes finales con felicidades y perfecciones del amor, y los códigos del siglo XXI en que casarse y ser feliz no es una opción, sino sacarse selfies y no comprometerse.
“Hay un cuestionamiento y juego dentro del montaje a la hora de llegar al final sobre cómo debe terminar una comedia en estos tiempos. Esa parte nos importa indagar en el mundo, confrontando el siglo XVII con el XXI”.

Imagen portada: Sergio Carreón | MILENIO

Fuente:

// Con información de Milenio

Vía / Autor:

// Staff

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Autor: lostubos
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