Por Francisco Tijerina Elguezabal
“El aburrimiento es la explicación principal de por qué la historia está tan llena de atrocidad.” // Fernando Savater
Con todo y que se trata de algo generalizado en todo el país, bien dicen que “mal de muchos, consuelo de tontos”, porque si sumamos la cantidad de candidatos que buscan un cargo de elección popular a nivel local o federal, nos daremos cuenta del paupérrimo nivel de creatividad e ingenio que tienen los estrategas y publicistas de nuestro tiempo.
En estas campañas no hay slogan, no hay jingle, no hay frase que haya penetrado lo suficiente para prendarse de la mente de los electores y eso es no sólo triste, sino sumamente preocupante, porque es un indicador de la falta de interés de las personas en lo que los políticos les están diciendo.
Por el rumbo andan las autoridades electorales que son más aburridos que la transmisión de un partido de golf por radio. Incentivar el voto prometiendo que le van a regalar un café a quienes acudan a las casillas es tan emocionante como bailar con una hermana.
Las campañas hoy deben luchar contra otras muchas campañas de productos y servicios, de negocios, marcas y corporativos, de manera que no la tienen sencilla, pero esto no debe ser obstáculo para que la creatividad se imponga, aunque nuestros publicistas se hayan instalado en la cómoda zona de confort de la mediocridad.
¡Que pena, pero son muy aburridos!