Por Félix Cortés Camarillo
Vamos a suponer que Jaime Maussan tiene razón con su gigantesco fraude, y que Pedro Ferriz Santacruz no andaba tan errado con su probable ilusión de que un mundo nos vigila, y que uno de estos días aparecerán extraterrestres individuos más inteligentes que nosotros, lo cual no es tan difícil, para observar este país maravilloso que es el nuestro.
¿Qué encontrarían?
Jauja. La tierra del nunca jamás, el paraíso eterno. Una país donde su gobernante dice todos los días, y lo cree, que el mexicano de hoy está feliz, feliz, feliz. Que todos estamos requetebién. Pero no sólo eso: una sociedad con el mejor sistema de salud del universo, en donde la corrupción y la pobreza han sido desterradas, y si algún problema social persiste, como la violencia implacable, los cien asesinatos diarios o la ocupación física de más de la mitad del territorio por el crimen organizado, todo ello tiene raíces en los gobiernos del pasado y que en todas esas horripilancias hay una tendencia -eso sí- a la baja.
Pero eso no es todo: los visitantes se van a enterar que esta idílica realidad se queda chiquita frente a lo que prometen las aspirantes a hacerse cargo de nuestros destinos. Aunque Lopitos crea que sus logros son insuperables, Claudia o Xóchitl van a ir más allá. Más dinero a las mujeres, por medio de una tarjeta MeXicana o la reducción de la edad para cobrar estimulos. Atención especial a los mexicanitos de 0 a 3 años. Becas al por mayor a todos los jóvenes y acabar con la violencia combatiendo las causas de ella y la impunidad que les protege o regresando a los soldados a lo suyo. La lista sigue y sigue y está en la atele en cada corte de los partidos políticos.
¿Se puede pedir más?
Señor marciano, le sugiero que no vaya a pedir asilo en nuestro país. Lo van a deportar a su tierra porque van a sospechar que ocultamente usted va a querer una de dos: disfrutar sin merecerlo de las mieles de nuestro regimen, o contratar a un pollero para que lo lleve a la frontera. Porque de lo que no tengo duda es que los marcianos no se chupan el dedo untado de atole.
PARA LA MAÑANERA, porque no me dejan entrar sin tapabocas: El mequetrefe presidente de Argentina fue a Madrid a insultar a Pedro Sánchez y a acusar a la esposa de éste de ser corrupta. Yo no sé si la acusación es acertada. Pero lo único cierto es que en eso del respeto al derecho ajeno y otras bases, dicen, de nuestra política, puede violarse por cualquier populista. De la derecha o de la que se dice izquqierda. Milei o Lopitos.