La Corte Internacional de Justicia ordenó que “Israel debe poner fin inmediatamente a su ofensiva militar” en la región de Rafah, en el sur de Gaza por el riesgo de cometer genocidio, como parte de las medidas cautelares solicitadas por Sudáfrica.
En un dictamen emitido este 24 de mayo la Corte determinó detener la ofensiva militar israelí así como cualquier acción que pueda infligir al grupo palestino en Gaza que pudieran provocar su destrucción “física total o parcial”. Caber resaltar que esta es la primera ocasión que este tribual ordena una medida de este tipo, es decir, que obliga a Israel a modificar su estrategia militar en Gaza.
Estas medidas fueron solicitadas por Sudáfrica el 10 de mayo pasado al tribunal para que emitiera medidas provisionales de emergencia luego de la intensificación de los bombardeos israelíes a Rafah, los anuncios de una operación militar terrestre, las órdenes de evacuación a la población y las declaraciones de altos funcionarios que apuntaron a la aniquilación de la ciudad.
Por un lado, Israel argumenta que la ofensiva en Rafah es clave para derrotar a Hamás y acusó que los señalamientos realizados por Sudáfrica son infundados. En contra parte, Sudáfrica argumentó que el derecho inalienable de los palestinos a la protección bajo la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio estaba en riesgo de ser violado y es por eso que pidió la intervención de la CIJ.
Cabe destacar que la decisión del tribunal no determina si están cometiendo actos genocidas o no en Gaza, sino si existe un riesgo latente para el derecho del pueblo palestino a la protección.
En respuesta ante esta determinación, la oficina del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, rechazó el viernes las acusaciones de genocidio calificándolas de “falsas e indignantes”, y dijo que su campaña en Rafah no ha “conducido ni conducirá a la destrucción de la población civil palestina”.