Por José Jaime Ruiz
El pueblo bueno y sabio cumplió al votar por Claudia Sheinbaum y el Plan C, pero oscuros intereses de Morena metieron por la puerta de atrás al impresentable Sergio Mayer. ¿Por qué? La secretaria del partido, Citlalli Hernández, culpa al presidente Mario Delgado, pero éste prefiere la opacidad y no rendir cuentas acerca de la curul plurinominal al representante de la oligarquía, actor y bailarín “exótico”.
Al defender la curul de Sergio Mayer, Rafael Barajas, el Fisgón, sigue tropezando ideológica y políticamente. En una entrevista concedida a Víctor Serrano –más propagandística que periodística– Barajas sigue barajando sus errores y jugando con cartas marcadas. Sus argumentos son tan endebles como su castillo de naipes. Nunca aclara por qué Sergio Mayer fue considerado en las listas plurinominales, asegura que esa discusión debió de darse hace meses, reitera que lo que se necesita es unidad y construir un frente amplio, considera una distracción el caso Mayer porque hay que centrarse en el Plan C, alucina una conjura de Atlas Network y Claudio X. González en el tema y en su «linchamiento», dice que no calificó de estupidez ni calló a quienes impugnan la “pluri”…
Aclarando amanece. En primerísimo lugar, la “unidad” y el “frente amplio” que tanto pide ya se concedió el 2 de junio. Los ciudadanos cumplieron con esa unidad alrededor de la candidatura de Claudia Sheinbaum y el Plan C y no sólo existió un “frente amplio” a favor de la 4T, existió un frente abrumador, mayoritario, masivo, histórico, mucho más amplio que el concedido en el 2018 a Andrés Manuel López Obrador. Los ciudadanos cumplieron, ahora le toca a los dirigentes de Morena y los candidatos electos honrar esa representatividad concedida por las urnas. Si los dirigentes son ineptos políticamente para honrar ese mandato y no pueden cumplir o se excusan por mantener a impresentables, ese es su boleto, no es el boleto de los ciudadanos.
No existe disyunción en la censura del Fisgón. La agenda no es cancelar la crítica legítima en contra de Sergio Mayer en aras de enfocarse en el Plan C. La torpeza de este reduccionismo deviene en un insulto. Como se constata cada día en las redes sociales y hasta en los medios de manipulación, predomina el debate sobre las reformas al Poder Judicial y la degeneración de ese poder impuesta por Norma Piña y el Cártel de la Toga. Si Mario Delgado y Barajas quieren echarle tierra a la caca que significa para la 4T la curul de Sergio Mayer, es otra cosa, pero no pueden cancelar la discusión pública sobre el caso.
AMLO repite: lo que no suena lógico suena metálico. ¿Por qué consideraron al neoliberal y pro-oligarquía Sergio Mayer en las listas? Justificar que esta discusión se dio a destiempo es una mentira más del Fisgón. Además, los ciudadanos estaban enfocados en el Plan C y nunca se les aclaró que, al votar por el plan, ¡también votaban por Sergio Mayer! Que Rafael Barajas no insulte la inteligencia de los simpatizantes de la 4T. En el mes de febrero existió el planteamiento en redes sociales (Manuel Pedrero) de que esa posición fuera para el actor, y comprometido con la 4T, Damián Alcázar, hicieron oídos sordos, a pesar de que uno de los requisitos fundamentales para la selección de “pluris” de Morena fue el “análisis de los perfiles para asegurar la congruencia ideológica y su compromiso con los principios del movimiento para consolidar el llamado segundo piso de la transformación”. Existen suficientes, sobradas evidencias de que Sergio Mayer incumple con la congruencia ideológica y carece de compromiso con los principios del movimiento.
El delirio de Rafael Barajas y la casta dorada de Morena acerca de que Atlas Network y Claudio X. González están detrás de la “campaña” contra Sergio Mayer es una salida facilona a su incompetencia política e ideológica. En todo caso, habrá una campaña sucia en contra del Plan C. Aún no existe una campaña de “bots” como la etiqueta “narco” en contra de Claudia y de Andrés Manuel. Hay una exigencia legítima de rendición de cuentas y de transparencia por parte de miles de ciudadanos que se sienten decepcionados por la defensa a ultranza de la dirigencia a favor de Sergio Mayer. Su salida no pone en riesgo la mayoría calificada, eso es un mito genial del Fisgón.
El día de la elección, cuando Guadalupe Taddei quiso violentar la fila de votación, fue reconvenida por el pueblo sabio y bueno que le pidió que hiciera cola. La revolución de las conciencias también da para eso, para acabar con los privilegios ya que antes existían ciudadanos de primera y de segunda, como en la época neoliberal. Quienes se asumen como vanguardia del movimiento tienen que aprender que el pueblo pone y el pueblo quita y que la única vanguardia es un pueblo crítico, empoderado y soberano. Que se vayan acostumbrando esas élites de la 4T al poder del pueblo.
La Comisión Nacional de Elecciones de Morena, al desahogar el proceso de valoración de los perfiles plurinominales, aseguró que éstos cumplían incluyendo, obvio, Sergio Mayer, con la estrategia de representar “auténticamente” al pueblo de México. Sergio Mayer ha representado auténticamente a la oligarquía y al neoliberalismo, no al pueblo ni a la transformación. Por último, en el caso de Sergio Mayer, ¿en qué recoveco del Segundo Piso de la 4T trae perdido Claudia Sheinbaum el bastón de mando?