El 1 de julio de 2012, en Atlacomulco, la calle estaba cercada con rejas de metal para evitar que la gente se acercara y que la camioneta blindada del candidato presidencial del PRI, favorito en las encuestas, pudiera entrar hasta la casilla para votar; publica MILENIO.
Enrique Peña Nieto y su esposa, Angélica Rivera, bajaron cómodamente, caminaron unos metros, posaron para la foto, y se marcharon en cuestión de minutos con guardias de seguridad corriendo delante de su camioneta.
Doce años después, la sociedad y el electorado cambiaron. Xóchitl Gálvez llegó a pie hasta su casilla, sus vecinos de la Reforma Social la recibieron con porras y saludos, pero no le cedieron su lugar.
La candidata presidencial del PAN, PRI y PRD debió tomar su turno y esperar tres horas en la fila antes de votar, expuesta a las intervenciones de la gente, los reporteros y a una temperatura que ese día osciló entre 30 y 35 grados por la tercera ola de calor en la Ciudad de México.
El 1 de junio de 2024 las filas se volvieron obligatorias. Por décadas se acostumbró a dar trato preferencial a políticos y personajes públicos prominentes en cada jornada electoral. En la pandemia, como política pública, el gobierno determinó no privilegiar el acceso a la vacuna contra el covid 19, lo que obligó a todos –ex presidentes, periodistas o famosos– a asistir a esperar su debido turno. La ciudadanía esperó lo mismo de estas elecciones.
Claudia Sheinbaum Pardo, la candidata presidencial de Morena-PT y PVEM, salió de su casa en Tlalpan y recorrió un camino de 20 minutos en auto, seguida por las cámaras de televisión.
Al llegar a su casilla, en el pueblo originario de San Andrés Totoltepec, escuchó gritos que la llamaron “¡presidenta!, ¡presidenta!”, pero también reclamos por la falta de agua.
Unas 25 personas la antecedieron y tampoco le dieron el paso. Ni la alcaldía ni el INE prepararon algo especial. Junto a su esposo, la candidata favorita en las encuestas se formó y esperó antes de poder votar.
Jorge Álvarez Máynez, el candidato presidencial de MC, el más joven, apropiado de una agenda progresista, quiso rebasar a sus vecinos e intentó llegar hasta adelante.
A pesar de que iba acompañado de su esposa y sus hijos, los vecinos lo detuvieron y lo mandaron a formarse. “¡Tú ni vives aquí!”, increpó una vecina. El candidato respondió que llevaba 25 años en la Condesa. Pero no le quedó más que formarse.
A la presidenta del Instituto Nacional Electoral, Guadalupe Taddei, la abordó una ciudadana cuando intentó votar sin formarse. Ella, como todos, que llevaban dos horas en la fila, le reclamó.
En un video se le escucha decir, un tanto apenada, que debía irse a trabajar a la sesión. Suerte similar tuvieron los candidatos Rocío Nahle, al gobierno de Veracruz; y Miguel Torruco Garza, a la alcaldía de Miguel Hidalgo, ambos de Morena-PT y PVEM. Los vecinos los mandaron a la cola.
La exigencia ciudadana aplicó también para personajes públicos que fueron increpados por votantes a quienes no les ha gustado su actuación pública, como fue el caso de Arturo Zaldívar, ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; y Pedro Kumamoto, ex candidato ciudadano que terminó compitiendo por la coalición oficialista. Algunos vecinos les gritaron “¡fuera!, ¡fuera!”, “¡traidor!”, durante su asistencia a las votaciones.
Preguntamos a Arturo Espinosa Silis, director del Laboratorio Electoral, si podemos decir que el electorado se volvió más exigente, a lo que respondió:
“No diría que se convirtió en uno más exigente, lo que nos dijo en esta elección es que busca mayor igualdad”, dice el analista. “Los ciudadanos buscan acabar con los privilegios y ese es el logro del Presidente. Fue su narrativa durante todo el sexenio y es la parte que está cambiando en el país, acabar con los tratos de privilegiados, buscan mayor igualdad entre los ciudadanos”.
Ocho ex gobernadores no pudieron
Y ¿cómo votamos en estas elecciones? Los cómputos distritales del Instituto Nacional Electoral (INE) muestran que la mayoría no quiso como sus representantes populares a políticos de cúpula o alcurnia. Dos ex candidatos presidenciales y ocho ex gobernadores salieron a buscar el voto ciudadano, confiados en su trayectoria, y perdieron ante perfiles menores.
También dejaron de favorecer a influencers o famosos solo por el hecho de ser populares. En otros tiempos llegaron al Congreso por el voto directo personajes como Ana Gabriela Guevara, Sergio Mayer o María Rojo.
“Lo que vimos fue una elección que se hizo mucho a ras de tierra. En seis años (Morena y sus gobiernos) reforzaron el voto en tierra, puerta por puerta, muchas giras del presidente, gobernadores, secretarios de Estado, diputados, y adonde no podían llegar estaban los servidores de la nación (…). Se hizo mucho trabajo terrestre por años, de tal manera que ser influencer y tener mucha popularidad en redes ya no fue suficiente”, dice Espinosa Silis. “Ahí hay mucho que aprender para la oposición”.
Los senadores y ex candidatos presidenciales, Josefina Vázquez Mota y Gabriel Quadri, buscaron ser diputados federales por su distrito en el Estado y la Ciudad de México, pero perdieron ante la candidata del PVEM, Claudia Sánchez Juárez, y la conductora de televisión de reciente incursión en la política, Ana María Lomelí, respectivamente. La periodista obtuvo 118 mil votos contra 107 mil de Quadri.
Tres ex gobernadores fallaron en su intento de llegar a la Cámara de Diputados, Miguel Ángel Mancera, Silvano Aureoles Conejo y Sergio Estrada Cajigal, quienes no lograron imponerse a la ola guinda de la coalición Sigamos Haciendo Historia.
El ex jefe de Gobierno de la Ciudad de México perdió ante Luis Guillermo Rendón, un abogado que participaba por vez primera en política; en Michoacán, Aureoles perdió en su tierra, no logró arrebatarle la diputación de Zitácuaro a Mary Carmen Bernal Martínez, integrante de PT, perdió en proporción de 2 a 1.
Y en Morelos, Estrada Cajigal perdió ante la morenista Sandra Anaya Villegas, quien obtuvo 94 mil votos, 20 mil más que el panista, detenido –por cierto– el 25 de mayo y trasladado a una prisión por incumplir con las medidas cautelares dentro de su proceso por delitos de violencia familiar y de género.
Cinco ex gobernadores más salieron a buscar el voto popular que les permitiera convertirse en senadores: Manlio Fabio Beltrones, Jaime Bonilla, Eugenio Hernández, Miguel Márquez Márquez y Javier Ramírez Acuña. Todos ellos perdieron ante la coalición Sigamos Haciendo Historia, aunque tres sí lograrán llegar por la primera mayoría.
En Sonora, Beltrones, ex presidente del Senado, de la Cámara de Diputados y del PRI, en su fórmula de alianza con la ex conductora de televisión Lilly Téllez, obtuvo 26 por ciento de los votos, frente al 43 por ciento de los morenistas Lorenia Valles Sampedro y Heriberto Aguilar. Beltrones ocupará un escaño por ser primera mayoría y Téllez, por la vía plurinominal del PAN.
En Baja California, Jaime Bonilla buscó la reelección con el PT, pero quedó en quinto lugar. Ganó la fórmula de Morena compuesta por Julieta Ramírez y Armando Ayala.
En Tamaulipas, Eugenio Hernández, procesado por los delitos de peculado y lavado de dinero, con una orden de extradición a Estados Unidos pendiente, salió de prisión en 2017 y buscó regresar a la política a través del PVEM, que lo postuló al Senado, pero quedó en tercer lugar. Olga Sosa Ruiz y José Ramón Gómez Leal ganaron con 660 mil votos, una cifra histórica en el estado.
En Guanajuato, la fórmula entre el ex titular de Profeco, Francisco Ricardo Sheffield Padilla y Kikis Magaña vencieron al ex gobernador panista Miguel Márquez y a David Novoa, obteniendo 43 y 39 por ciento de la votación, respectivamente. Sin embargo, Márquez llegará por primera minoría.
En Jalisco, el panista Francisco Javier Ramírez Acuña, compitió en fórmula con Erika Natalia Juárez Miranda. El electorado prefirió al empresario farmacéutico Carlos Lomelí Bolaños y María del Rocío Corona Nakamura por 40 y 29 por ciento de los votos. También llegará al Senado por primera minoría.
En Veracruz, Miguel Ángel Yunes Márquez y Sara Ladrón de Guevara fueron postulados por la coalición Fuerza y Corazón por México y perdieron ante los morenistas Claudia Tello Espinosa y Rafael Manuel Huerta Ladrón de Guevara al obtener 28 y 60 por ciento de la votación.
El escaño por primera minoría lo obtuvo Yunes Márquez, teniendo como suplente a su padre, el ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.
En Nuevo León, la competencia por el Senado estuvo muy reñida y Luis Donaldo Colosio Riojas, hijo del ex candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio Murrieta, estuvo a punto de no llegar. Alcanzó un escaño por ser primera minoría.
Waldo Fernández y Judith Díaz, de la coalición Sigamos Haciendo Historia obtuvieron 856 mil 233 votos, Luis Donaldo Colosio Riojas y Martha Herrera, 810 mil 431 votos, y Karina Barrón y Fernando Margain, de PAN-PRI-PRD, 794 mil 796 votos.
El diputado Jorge Triana Tena no logró reelegirse y el ex director de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto, tampoco obtuvo los votos necesarios para llegar a ocupar un escaño en el Senado.
‘Influencers’ se quedaron sin votos
En 2015 y 2018, el ex futbolista Cuauhtémoc Blanco obtuvo el triunfo por el voto directo de la gente, primero como alcalde de Cuernavaca y luego como gobernador de Morelos.
No corrió con esta suerte la creadora de los tenis “fosfo”, Mariana Rodríguez, influencer con 3.8 millones de seguidores en Instagram, y esposa del gobernador de Nuevo León, Samuel García; los votantes de Monterrey no la quisieron como alcaldesa.
Otro descalabro de Movimiento Ciudadano fue en Quintana Roo con la candidatura al Senado del “diamante negro”, Roberto Palazuelos, con 1.6 millones de seguidores en Instagram, cuestionado hasta en su partido por sus propias revelaciones públicas en 2021 de cómo mató “a dos cabrones”, aunque después se desdijo. A Morena no le alcanzó con el clavadista olímpico Rommel Pacheco para derrotar al panismo en Mérida, Yucatán. Los ciudadanos votaron mayoritariamente por Cecilia Patrón Laviada.
Otros que quisieron, pero no pudieron fueron Antonia Salazar Toñita, cantante de La Academia, quien buscó una diputación federal por el PRD en Ecatepec; Paola Suárez, del grupo de influencers Las Perdidas, con 2 millones de seguidores en Instagram, fue candidata a diputada local por el PT en León, Guanajuato; y el ex Big Brother Patricio Zambrano, candidato a la alcaldía de Monterrey por el Partido Vida Nuevo León.
El ex actor Eduardo Verástegui buscó ser candidato independiente a la Presidencia de la República, pero no logró las firmas para su registro.
No fuimos del todo participativos
Por las largas filas que se hicieron en las sedes consulares de Estados Unidos y Canadá, en las ciudades de Madrid y París o en las casillas especiales en México parecería que el electorado mexicano fue más participativo. Pero los datos dicen que no.
Si en 2018 se tuvo 64 por ciento de participación, en 2024, con el padrón electoral más grande de la historia, tuvimos 61 por ciento, aclara el analista Espinosa Silis.
En tanto, en la capital, “hubo una participación cercana al 70 por ciento, pero hubo otros lugares en los que esta no llegó ni al 60”, añade. El Instituto Electoral de la Ciudad de México dio a conocer que la alcaldía con la mayor votación fue Benito Juárez, con 76.95 por ciento de participación, y la menor fue Tláhuac, con 64.85.
Habrá que esperar los datos oficiales que presente el INE en septiembre u octubre para saber qué pasó, quienes votaron más, de qué edades, los decibeles sociales y por zona del país, advierte Espinosa.
“Mientras no hay que caer en el análisis de encuestas porque son ejercicios estadísticos que pueden tener muchos sesgos”.
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