Enfrentando con viejos liderazgos y con los ex gobernadores ahora ex priistas, del llamado “nuevo PRI”, Alejandro Moreno, sigue firme en hacerse con el control del tricolor por ocho años más y convertir al viejo todopoderoso partido, en una franquicia; reportó MILENIO.
Este domingo en la 24 Asamblea Nacional, los tres mil 200 consejeros nacionales afines al ex gobernador de Campeche avalarán cambios a los estatutos que le permitirán quedarse en el cargo que ostenta desde 2019 y hasta 2032.
Sin una fuerza real al interior del partido, más que el nombre y su trayectoria política, cinco ex dirigentes nacionales, 15 ex gobernadores y decenas de ex legisladores y líderes estatales y de sectores del PRI se oponen a las modificaciones.
A la par de las derrotas electorales durante su periodo, al pasar de 12 a dos gubernaturas y con la salida de militantes como José Narro, Ivonne Ortega, Miguel Ángel Osorio Chong, Eruviel Ávila, Alfredo del Mazo, Omar Fayad, Ulises Ruiz, Claudia Pavlovich, Quirino Ordaz, entro muchos otros, Moreno colocó en posiciones de mando y poder a sus cercanos dentro de la estructura nacional del partido, en los estados y Consejo Nacional.
Lo anterior le ha garantizado la toma decisiones y el control absoluto del tricolor, como cuando en 2023 amplió su mandato un año más para operar el reparto de candidaturas para las elecciones de 2024, en las que por cierto, se puso en primer lugar en la lista de plurinominales al Senado, seguido de sus principales operadores.
En junio de 2022, tras los resultados electorales en los que el PRI perdió aún más gubernaturas, 11 ex presidentes nacionales del partido exigieron la salida de Alito, sin embargo, supo capotear la embestida con una supuesta integración de sus propuestas y perfiles al CEN del partido que nunca llegaron.
En ese momento, Moreno bateó a personalidades como Beatriz Paredes, Dulce María Sauri, Claudia Ruiz Massieu, Carolina Monroy, Roberto Madrazo, César Camacho, Humberto Roque Villanueva, Pedro Joaquín Coldwell, José Antonio González, entre otros.
Más tarde, se operó una rebelión desde el Senado orquestada por el entonces coordinador de su partido Miguel Ángel Osorio Chong, Claudia Ruiz Massieu y Nuvia Mayorga, que acabó con la cabeza ellos tres en la picota y su salida de la bancada y el partido.
Sobre los cambios que se plantearán este sábado, el senador electo del PRI, Manlio Fabio Beltrones, calificó como “una pésima idea y mala broma” que la solución a los problemas de fondo del tricolor se solventen con modificar los estatutos que permitan la reelección de su actual líder nacional, Alejandro Moreno, hasta 2032.
Indicó que esto sería “un daño lamentablemente mayúsculo y en sentido contrario a lo que hoy amerita una seria discusión y reflexión de lo que nos ha sucedido en los últimos procesos electorales”.
El también ex dirigente nacional del PRI afirmó que es absurdo pensar que esa medida sea “en un caso remoto, la solución a nuestro problema de fondo. Parece una simple e irresponsable decisión”.
“Escuché que ninguno de los delegados presentes sabe dónde se celebrará la Asamblea Nacional, ni tampoco fueron convocados a las mesas dictaminadoras que asumieron esa propuesta, por cierto, muy diferente a la de las asambleas sonorenses que también incluyen la descentralización de las decisiones hoy cupulares, que asfixian a nuestro partido impidiendo el acceso de cuadros probados, con méritos y nuevos”.
“Definitivamente es una pésima idea, que hasta parece una mala broma, el abordar una situación tan crítica para el @PRI_Nacional con una medida que violenta hasta su historia de cerca de 100 años basada en un movimiento antireeleccionista que le dio origen”, publicó en su cuenta de X.
Hoy me reuní con los delegados del @CDEPRISonora, que asistirán a la Asamblea Nacional del próximo domingo 7 de julio.
— Manlio F. Beltrones (@MFBeltrones) July 5, 2024
Les compartí mi firme e invariable convicción de rechazar la idea de un cambio estatutario que promueva la reelección de sus dirigencias.
El daño sería… pic.twitter.com/UZqWSyaOiV
En tanto, a través de un desplegado ex dirigentes nacionales como Dulce María Sauri, Pedro Joaquín Coldwell, José Antonio González Fernández y Enrique Ochoa Reza acusaron a Moreno de “violar la normatividad” y operar una reforma estatutaria para avalar su reelección y nombrar directamente a sus líderes en el Congreso para la siguiente legislatura.
El pronunciamiento firmado también por ex gobernadores como Francisco Labastida, José Natividad González, Fernando Baeza, Guillermo Mercado, José Reyes Baeza, Manuel Ángel Núñez Soto, Benjamin Clariond, Armando López, Rigoberto Ochoa, Arturo Montiel, Miguel Borge, Enrique Martínez y Martínez, José Antonio González Curi, Victor Tinoco y Sócrates Rizo, exigieron el aplazamiento de la asamblea nacional a realizarse este domingo y que concluya en el mes de agosto “el improrrogable mandato” de Alejandro Moreno.
Los legisladores, líderes locales y representantes de las expresiones priistas Alianza Generacional, Plataforma PRI, Movimiento Líder y Alianza Nacional Revolucionaria demandaron un espacio para los ex dirigentes nacionales y cuadros con trayectoria que conduzcan de manera “autocrítica” los trabajos de la próxima asamblea y dejen las bases del proceso de selección de su próximo líder nacional.
“El PRI es un partido casi centenario que con sus activos y pasivos ha contribuido a crear instituciones e impulsar en armonía el progreso de México, es ahora un partido seriamente debilitado que debe repensarse, recomponerse o refundarse para poder resurgir y hacer realidad ante los nuevos escenarios que experimenta la vida nacional los verdaderos principios de democracia y justicia social que le dieron origen”, signaron.
Así, el partido que nació a la sombra del caudillo, Plutarco Elías Calles, a casi 100 años de su fundación, busca volver al caudillismo de la mano de Alejandro Moreno Cárdenas.
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