Lenia Batres Guadarrama, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), aseguró que por primera vez México está viviendo un momento histórico donde, después de dos siglos, se está cuestionando el origen y la funcionalidad del Poder Judicial, situación que ha escandalizado las conciencias de la población; informó MILENIO.
Durante su participación en el Foro denominado “Reforma al Poder Judicial”, realizado en las instalaciones de la Escuela de Derecho de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) ubicada en San Cristóbal de Las Casas, la togada aseguró que la urgencia de realizar cambios se debe a que el país se encuentra en un momento de transición democrática.
“Tenemos grandes discrepancias en este momento respecto a lo que corresponde a cada uno de los poderes. La voluntad popular ha decidido transformar las condiciones políticas de la nación y el Poder Judicial no ha estado a la altura de esa transición”, expuso.
En el encuentro, donde defendió su lealtad al pueblo mexicano, estuvo acompañada por miembros de colegios de abogados, organizaciones civiles, defensores de derechos humanos, ambientalistas y estudiantes de leyes, a quienes dijo que la voluntad popular ha decidido transformar las condiciones políticas de la nación y del Poder Judicial.
“Tenemos que volver a nuestros orígenes. Una forma de hacerlo es recordar a las personas juzgadoras que nos paga el pueblo de México, que no somos entes de culto. No sirve de nada que coleccionemos títulos si eso no repercute en un servicio público”, enfatizó.
Agregó que en la propuesta de reforma también se cuestiona el tema de la elección de las personas juzgadoras, ya que no están acostumbradas, dijo, a rendir cuentas no solo para explicar quiénes son y qué concepción tienen de la justicia, sino que tampoco están acostumbradas a pensar que se deben al pueblo de México, creyendo que son un ente etéreo producto del mérito.
Batres Guadarrama sostuvo que reformar los ministerios públicos del país es una gran asignatura pendiente, ya que “no están cumpliendo correctamente su trabajo a pesar de la gran reforma penal que llevó ocho años de implementación y se gastó mucho dinero”, por lo que hasta ahora no se han visto los avances.
Imagen portada: MILENIO