Por José Jaime Ruiz
Lo que se ve no se pregunta, dijo el clásico. La amistosa fotografía entre la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, el gobernador de Nuevo León, Samuel García, y la candidata a la alcaldía de Monterrey por Movimiento Ciudadano, Mariana Rodríguez Cantú, tiene, al menos, dos lecturas: la administrativa y la política. Mariana y Samuel demostraron que poseen picaporte en los espacios de Sheinbaum porque entre las múltiples prioridades para el diseño de su gobierno, encontró prioridad para la pareja y lo destacó en sus cuentas de redes sociales. La explicación oficial de la reunión fue para felicitar por el gran logro de ser, después de 200 años, la primera presidenta mujer de México.
Para la transición gubernamental y administrativa, el gobernador amarró recursos para las líneas 4 y 6 del Metro; la aduana de Colombia como el cruce fronterizo más ágil y seguro del país y puente indispensable para los beneficios del nearshoring, las inversiones y el desarrollo tecnológico; también la reconstrucción postAlberto tanto de los municipios metropolitanos como el sur de Nuevo León.
El apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador fue toral para enfrentar la crisis hídrica y avaló, entre otras muchas cosas de la administración de Samuel García, la llegada de Tesla al estado. Esa buena relación gubernamental y administrativa se prolongará con Claudia Sheinbaum quien, al igual que López Obrador, percibe el golpe de Estado blando que el PRIAN de Nuevo León ha construido durante meses para reventar la gobernabilidad y atacar al gobierno constitucionalmente electo.
En su peor momento de su historia… (con un PAN confrontado a su interior y con el manotazo autoritario de Alejandro Moreno al PRI para echarle más tierra a la fosa de partido) Zeferino Chefo Salgado, Francisco Paco Cienfuegos y Adrián de la Garza se encuentran cada ve más solos. El futuro los alcanzó y, al moverse perversamente de más, no salen en la foto, no saldrán en la foto de la 4T. Que cunda el pánico.