La fórmula de Alejandro Alito Moreno Cárdenas y Carolina Viggiano lograron abrir la puerta a una eventual extensión de su mandato en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), toda vez que la Asamblea Nacional avaló modificar los estatutos para el cambio de la dirigencia; publicó MILENIO.
Así, cuadros de ex priístas— e incluso voces del mismo partido— se lanzaron contra el aún líder, Alito, acusándolo no sólo de querer perpetuarse en el poder hasta el 2030 (de acuerdo con los cambios aprobados), también de poner en riesgo la existencia del tricolor en la vida política.
Derrotas electorales, acusaciones, pérdidas de bastiones y éxodos de cuadros a nivel nacional y local han marcado el paso del también ex gobernador de Campeche en la dirigencia priísta (a la cual, cabe recordar, subió en 2019 tras someterse y ganar en una elección abierta).
Pese a ello, 486 consejeros votaron a favor de escoger a su nueva dirigencia a través de la asamblea del Consejo Político Nacional. Un método que beneficia a Alito y a Viggiano por ostentar el apoyo de la mayoría de sus integrantes, y el cual atentaría contra la ideología por la que el partido fue fundado: enfrentar a los caudillos.
“Esta dirigencia nos ha dado el peor resultado de la historia. (…) Es una ruta suicida, Alito será el sepulturero de uno de los partidos más importantes de México. (…) Perdió la brújula”, decretó Aurelio Nuño Mayer, ex Secretario de Educación Pública del sexenio de Enrique Peña Nieto (EPN).
“Se los advertí”
La pérdida del bastión más importante del priísmo, el Estado de México, y otras gubernaturas clave como Oaxaca e Hidalgo, derivó en el éxodo de importantes figuras del partido en la Cámara Alta como Claudia Ruiz Massieu, Nuvia Mayorga o Miguel Ángel Osorio Chong.
En aquella conferencia, el ex Secretario de Gobernación reiteró sus condenas hacia el campechano por “llevar a la peor época de su historia” al instituto que alguna vez presumió ser la primera fuerza política de México. De ahí que, un año después, Osorio Chong no denostó sorpresa por la eventual reelección de Moreno Cárdenas.
“Que no digan que no se los dije”, comentó en entrevista con Carlos Zúñiga para MILENIO Televisión, advirtiendo que el priísta “no va a respetar ni su propia palabra, ni sus propios juramentos”. “Él no quiere que nadie le estorbe en su búsqueda de perpetuarse en el partido para protegerse, tratar de negociar y que no se le investigue todo lo que debe en Campeche”, atajó.
El presunto interés de Moreno Cárdenas con el poder priísta también fue tema de conversación con Manlio Fabio Beltrones, senador electo del PRI por Sonora y a quien el dirigente vinculó por el magnicidio Luis Donaldo Colosio en las elecciones presidenciales de 1994.
En entrevista para Radio Fórmula con Joaquín López-Dóriga, Beltrones coincidió que el actuar de Moreno Cárdenas va en contra del principio de no reelección, así como de la distribución de facultades entre militancias y dirigencias, para evitar la concentración en una sola persona.
Van por invalidar asamblea
Por su parte, un puñado de ex dirigentes del Revolucionario Institucional presentaron ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) una impugnación para invalidar la asamblea nacional, en la cual se avaló la reelección de su líder nacional por ocho años.
A través de un escrito— en el cual afirmaron representar a miles de priistas inconformes con el atropello del actual líder—, Dulce María Sauri, Pedro Joaquín Coldwell y Enrique Ochoa Meza afirmaron que dicho recurso sería el primer embiste de “una batalla jurídica” contra Moreno Cárdenas. Esto al considerar “ilegal y contraria a los estatutos” la celebración de la Asamblea Nacional Ordinaria del PRI del 7 de julio.
Imagen portada: MILENIO
