Por José Jaime Ruiz
Ésta es la razón por la cual los intelectuales deben de dotarse de medios de expresión autónomos, independientes de los requerimientos públicos o privados, y organizarse colectivamente para poner sus propias armas al servicio de los combates progresistas. // Pierre Bourdieau / Intelectuales, política y poder
Cuando los intelectuales orgánicos de la derecha como Roger Bartra, Héctor Aguilar Camín y Enrique Krauze hablaron de la deriva autoritaria del presidente Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum Pardo, se equivocaron; el presidente y la presidenta electa no son autoritarios, por el contrario, creen en la pluralidad, la diversidad, el respeto y la inclusión. La liebre de la deriva autoritaria saltó por otro lado, por los intelectuales y funcionarios orgánicos de la casta dorada de Morena: Mario Delgado, Rafael Barajas el Fisgón, Pedro Miguel, Fabrizio Mejía… Hay voces sensatas en contra del pensamiento único y la intolerancia, como Viri Ríos, Federico Bonasso, EdySmol, Vicente Serrano, Malthus Gamba, Alejandro Páez Varela.
Revolucionarios convertidos en comisarios, la voz múltiple del poder confunde la unidad con el sometimiento, la multiplicidad con la unicidad. En nado sincronizado intolerante y autoritario, condenan al pensamiento disidente, a la alegre actitud subversiva de la crítica y se victimizan cuando en realidad lanzan sus condenas oficiales y lapidarias en un linchamiento soez en contra de una cuenta afín a la 4T, la de La Catrina Norteña, y tratan de condenar al ostracismo, al silencio, a quienes no comulgan con sus actitudes fachas, esa censura larvada que oprime a los rebeldes, a los libertarios al denostarlos como bots. La cúpula dorada de Morena se derechizó.
Ni La Catrina Norteña es Atlas Network ni miles de cuentas orgánicas en redes sociales son bots. El asunto es otro: ¿por qué y quiénes le obsequiaron una diputación federal a Sergio Mayer? El Fisgón construyó su propia trampa y es imposible que salga de ella. No puede reconocer su doble error: insultar a los miembros y simpatizantes de la 4T como estúpidos y cancelar toda discusión al mandar callarlos sobre el affaire Mayer.
Si el Fisgón retrocede de su postura facha, entonces tendría que transparentar, en una deseable rendición de cuentas, lo esencial: ¿cuáles fueron los criterios para regalar una curul plurinominal a Sergio Mayer? ¿Quién o quiénes impulsaron el obsequio a un traidor de la 4T? Consagrado en el templo vestal como doncel, la dorada virginidad cupular del Fisgón tiene que ser defendida. Delicado, exquisito, ternurita. Quien mancilla a Rafael Barajas, en todo caso, es Mario Delgado, quien lo usa como pararrayos de sus pésimas decisiones. El arribo de Luisa María Alcalde detendrá la desviación ideológica y la deriva autoritaria en Morena.