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Casa Azul celebra la vida y obra de Frida Kahlo

La cama de madera de Frida Kahlo es una de las piezas que marcaron la vida de la joven que a los 18 años de edad sufrió un accidente. Por las secuelas tuvo que someterse a varias cirugías a lo largo de su vida. Su papel fue fundamental en la vida y obra de la artista que pasó largos periodos postrada en ella; publica MILENIO.

Frida Kahlo (6 de julio de 1907-13 de julio de 1954) contaba que su mamá mandó a colocar un espejo en el dosel de su cama para que, mientras estaba convaleciente con múltiples fracturas y lesiones, pudiera reflejarse, hacer los autorretratos que cuentan mucho de su vida. Así nació su carrera como pintora, que desarrolló en gran medida desde su lecho.

Perla Labarthe, directora del Museo Casa Azul, refiere esto del inmueble en donde Frida Kahlo nació, vivió y desarrolló su vocación artística.

“Esta casa también fue su refugio y recuperación, más tarde se convertiría en su lugar de creación, en su taller, donde ella pudo trabajar y pintar estas grandes obras, y donde recibió a grandes figuras de la escena cultural mexicana e internacional”.

En estos momentos, el museo presenta la exposición Un lugar lleno de lugares, que habla de los significados que tuvo esta casa para Frida Kahlo. Hay objetos, documentos y fotografías que no se habían exhibido o que hacía mucho tiempo no se veían. Está el cuadro Sleep, en el que en 1940 pintó su cama, compartió así su melancolía, pero también sus sueños, deseos y emociones.

“Este fue su hogar y su ventana al mundo, donde creció al lado de su familia; su papá, el fotógrafo alemán Guillermo Kahlo; su mamá Matilde, y sus tres hermanas, Matilde, Adriana y Cristina”.

“Frida Kahlo comparte su Casa Azul con los casi mil 500 espectadores que recibimos diariamente y que quieren aproximarse a su espacio personal”.

Labarthe dice que además de conmemorar el 70 aniversario del fallecimiento de la artista este 13 de julio, se celebra que el día 30 de 1958 este espacio se convirtió en museo.

“Por eso le llaman ‘julio el mes de Frida’, por los acontecimientos y efemérides. Para esta fecha el museo preparó una nutrida agenda a fin de celebrar su legado. Cualquier persona que quiera conocer su vida y obra puede visitar este museo”.

Con calor de hogar

Labarthe comenta que hay todavía muchas cosas que decir de Frida Kahlo, así como nuevas formas de acercarse a ella.

“Es sorprendente cómo la obra de esta gran artista mexicana sigue siendo tan vigente, no solo para los mexicanos sino para muchas personas en el mundo. Afortunadamente la Casa Azul ha sido un lugar muy importante, emblemático, en este lugar vivió 36 de sus 47 años de vida, por lo que está impregnada de su esencia, y no sólo de cuando vivió con Diego Rivera sino desde que nació”.

En el inmueble habitó después de casarse con Diego Rivera en 1929, aunque iba y venía.

“Además aquí pasó sus últimos días, por lo que la Casa Azul es testigo de la evolución de Frida Kahlo como mujer, como persona, pero sobre todo como pintora, debido a que muchas obras que se conocen de ella y por las que es tan famosa se pintaron aquí precisamente”.

Asegura que en actualidad el museo mantiene su ambiente cotidiano, el calor de hogar. En él recibió a sus amigos, además fue el lugar en donde se recuperó, es un lugar de resiliencia y de creación.

“Ofrece el ambiente cotidiano de Frida Kahlo, con sus grandes obras que aún se conservan, incluidos muchos objetos que la rodearon, la inspiraron y le ayudaron a construir su identidad: sus pinceles, materiales, óleos, pigmentos, pasteles; todas las pertenencias que le ayudaron a crear las obras en las que se representó.

La directora cuenta que es una casa que preserva la personalidad de la pintora, pues la transformó y le dio el color azul a los muros, con los muebles, las colecciones de arte prehispánico y los exvotos, que hablan de la personalidad y de lo que Frida apreciaba cuando disfrutaba esta casa”.

Labarthe asegura que Frida sigue inspirando a artistas, investigadores y personas en todo el mundo.

“Hay muchas personas escribiendo, haciendo películas y proyectos inspirados en ella, ofreciendo nuevas interpretaciones. Tratamos de ser ese foro en donde se puedan escuchar las diversas interpretaciones. Después de que las personas recorren la casa, se sienten inspiradas y participan en los talleres, convirtiéndose en agentes creativos y hasta pintan o dibujan un autorretrato”.

En el Museo Casa Azul hay un programa de investigación con líneas que tienen que ver con el entendimiento del inmueble, de hacer conexiones entre los objetos, las fotografías, los documentos y su obra.

También hay actividades para las infancias: sesiones de cuentacuentos los fines de semana (en colaboración con Alas y Raíces) y un recorrido para que puedan descubrir, a través de algunas pistas, objetos que fueron entrañables para la vida y procesos de creación de Frida Kahlo.

Imagen portada: Especial

Fuente:

// Con información de Milenio

Vía / Autor:

// Staff

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Autor: lostubos
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