La pintura Encuentro de David y Abigail, de 1673, de Johanna Vergouwen (Bélgica, 1630-1714), es una de las joyas que el Museo Nacional de San Carlos preserva en su colección y comparte con el público en la exposición Tradición, reforma y vanguardia; publica MILENIO.
Representa una oportunidad para conocer esta obra de arte, realizada por una de las pocas artistas mujeres que lograron entrar al gremio de pintores de Amberes, incluso abrió un taller para comercializar su obra.
A pesar de su trascendencia, en la actualidad únicamente se conservan seis obras de esta pintora en todo el mundo, de las cuales dos ellas están en el Museo Nacional de San Carlos, cuenta a MILENIO la curadora Zyanya Ortega.
“La pintura Encuentro de David y Abigail, la hizo Johanna a partir de una obra de Peter Paul Rubens, ya que ella era principalmente copista”, refiere.
Junto con esta pieza se exhibe otra de las obras maestras de la colección: Adán y Eva, de Lucas Cranach, el Viejo, de quien se exhiben otras pinturas. También de Eugenio Landesio, Francisco de Goya, Gaspar de Crayer, Peter de Kampener, Germán Gedovius y Pilar Calvo. Todas dan forma al discurso curatorial de la exposición.
Son un centenar de pinturas que brindan un panorama sobre el desarrollo del arte a lo largo de 500 años tanto en Europa como en la Nueva España, en la época del Virreinato que daría origen a lo que hoy es México.
Diálogos artísticos
La muestra es una revisión del acervo del Museo Nacional de San Carlos a partir de cómo se fue conformando:
“Quisimos brindarle al público un recorrido a través de cinco siglos de historia del arte occidental. Los núcleos temáticos se fueron integrando a partir de los intereses que tuvieron los maestros y las autoridades de la Real Academia de San Carlos de las Tres Nobles Artes de la Nueva España para adquirir obra europea de ciertos momentos, de determinados artistas con características específicas, ya que para ellos era muy importante que los alumnos de la Academia la conocieran”.
En ese sentido la exhibición se compone de seis núcleos: “Renacimiento”; “Tradición; reforma y vanguardia”; “La Academia de San Carlos en México”; “Arte francés: rector del buen gusto, la razón y la galantería”; “Explosión de las pasiones y nostalgia por el pasado” y “Modernismos”.
En este último apartado se presentan las obras más tardías con la que cuenta el museo, alude al momento en que un grupo de poetas y pintores buscaron renovar el arte romántico y fueron calificados por la crítica como “decadentes” o “simbolistas”, debido a que sus propuestas transportaban al espectador al mundo de los sueños, al misticismo y al misterio, nada era como se veía a simple vista.
“Con esta revisión, preponderamos los diálogos que realizan los artistas entre sus contemporáneos, con artistas de otros entornos para renovar los lenguajes plásticos, así como los temas y el papel del arte en el tiempo. Por lo que esperamos que el visitante se acerque a estas piezas y conozca el medio en que fueron realizadas”.
En este universo de obras, destaca La Virgen con el niño, que fue pintada en 1523, la cual por la fecha de creación sería la más antigua, aunque la experta no lo puede afirmar porque hay varias obras sin fechar que “han sido datadas a lo largo de varios años de investigación”.
Por lo que respecta a la pintura reciente, es de 1930 y pertenece a Pilar Calvo.
¿Qué aportación se hace con esta revisión a la historia del arte?
La aportación consiste en poner a dialogar a estos artistas, ya no solamente a partir de generalidades sino de una historia de los estilos y corrientes. Quisimos insertar, por ejemplo, el arte que emerge en la Nueva España para que dialogara con toda la renovación artística que se da en Europa debido a la Reforma protestante y la Contrarreforma de la Iglesia católica. Considerando que la Nueva España, al ser un Virreinato católico, no se escapó de esos cambios y debates.
«También siguiendo con nuestra línea de género, quisimos dar visibilidad a las artistas, las ponemos en contexto para que establezcan una correlación con las creadoras que trabajaron de manera paralela a ellas».
La exposición Tradición, reforma y vanguardia está abierta en el Museo Nacional de San Carlos, avenida México-Tenochtitlan 50, colonia Tabacalera.
Imagen portada: Octavio Hoyos | MILENIO