Por José Jaime Ruiz
Quienes deben procurar justicia, obstruyen la justicia. Por instrucciones del exprocurador y exalcalde de Monterrey, Adrián de la Garza, el encargado del despacho de la Fiscalía de Justicia del Estado de Nuevo León, Pedro Arce, se niega a acatar las resoluciones del Tribunal Electoral del Estado. La Fiscalía Arce-De la Garza retrasa la calificación de las elecciones municipales de Monterrey donde contendió Adrián por parte del PRIAN y Mariana Rodríguez Cantú, por Movimiento Ciudadano, partido que impugnó los comicios.
A Pedro Arce se le pide algo muy simple, el informe referente a la geolocalización de los vehículos y elementos ministeriales que participaron en la jornada electoral del municipio de Monterrey el pasado 2 de junio. Arce argumenta que esa información es confidencial y el magistrado del TEE –cercanísimo a los intereses de Adrián de la Garza y Francisco Cienfuegos–, Jesús Eduardo Bautista Peña, retrasa la calificación de las elecciones regias porque, en contubernio con la fiscalía, omite la prueba de geolocalización.
Después de Luis Carlos Treviño Berchelmann, con quien se forjó de joven, Adrián de la Garza ha sido el jefe más cercano de Pedro Arce. La relación de Arce con el PRI es histórica, inclusive con lazos familiares ya que está casado con una sobrina del exgobernador José Natividad González Parás (y que compitió anteriormente por una diputación local por el PRI) y creció después al cobijo del ahijado político de Nati, el también exgobernador Rodrigo Medina de la Cruz. Con Paco Cienfuegos el encargado del despacho de la fiscalía mantiene una muy cercana amistad, se les ve en conciertos de música inclusive con sus esposas o en El Volcán cuando juegan los Tigres.
En las elecciones a la alcaldía regia de 2018 también se rompió la cadena de custodia del material electoral y todo indicó que eso favoreció a Adrián de la Garza en contra del entonces candidato panista Felipe de Jesús Cantú. La familia del excandidato panista todavía asegura que en las dos elecciones de aquel año existieron llamadas intimidantes, daño de propaganda y hasta robo de casillas. Algo muy similar a lo que pudo ocurrir en este 2024 en contra de Mariana Rodríguez, por eso la solicitud de la geolocalización de las patrullas y los agentes ministeriales el 2 de junio.
La “confidencialidad” de las funciones de los agentes ministeriales el día de las elecciones deviene en politización de la fiscalía que, al paso, también se ha convertido en una bolsa de trabajo para los allegados de Adrián de la Garza y Paco Cienfuegos. Destapar la cloaca de la “confidencialidad” exhibiría al PRIAN, en el despliegue de alegatos y pruebas, en actos ilegales, intimidantes y hasta privación de la libertad en la anterior jornada electoral.
¿Hubo agentes ministeriales con listas de votantes dentro de escuelas de Monterrey? ¿Visitaron el Showcenter desde donde operaba Movimiento Ciudadano para amedrentar? ¿Se aparecieron en Juntas Distritales de la autoridad electoral? ¿Para qué? ¿Intimidaron en el Sector de Oriente de la ciudad? ¿Por qué se agruparon afuera de diversas casillas? ¿Cuál fue la actividad electoral de los ministeriales? ¿Atracaron vehículos? ¿Privaron a ciudadanos de su libertad? ¿Golpearon a ciudadanos? ¿Torturaron a ciudadanos? ¿Hasta dónde es factible que la Fiscalía de Pedro Arce, Adrián de la Garza y Paco Cienfuegos haya incidido en las elecciones de la ciudad de Monterrey? ¿Los agentes ministeriales hicieron inequitativas estas elecciones?
Los excandidatos de los otros partidos políticos se hacen de la vista gorda ante las irregularidades. Lo que no suena lógico, suena metálico en la actitud de Adalberto Madero, Ranulfo Martínez y Mauricio Cantú, el morenista que, en contra de los señalamientos del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre la jornada electoral regia, le dio el abrazo de la victoria a Adrián de la Garza. De Luis Donaldo Colosio y su entrega-decepción en una elección en el aire, ni hablar. Los siguientes días serán cruciales para definir la elección en Monterrey. Quienes deben procurar la justicia, ¿obstruyen la democracia?