Quesos artesanales, salsa para pizzas, dentro de un mueble… o por qué no, escondida entre azulejos para baño. El trasiego de drogas no tiene límites, cualquier producto que pueda ser enviado a través de los servicios de paquetería o trasladado en transportes de pasajeros sirve como fachada para el tráfico de narcóticos; publicó MILENIO.
Apenas en abril de este año, en el Aeropuerto Internacional Hermanos Serdán de Puebla fueron localizados 120 paquetes de cocaína que tenían como destino Cancún, Quintana Roo.
Un pequeñísimo botón de muestra del cinismo con el que las organizaciones criminales envían las drogas por correspondencia en todo el país, y de cómo los canes belgas malinois de la Guardia Nacional -entrenados para olfatear drogas- se suman a las tareas operativas.
Perros logran decomisos de diversas drogas
Estos soldados canofilos, con los que la Guardia Nacional combate esta modalidad de trasiego, han logrado en cinco años decomisos superiores los 15 mil kilogramos de diversas drogas, además de armas y dinero, ocultos en la mensajería privada y transporte de pasajeros.
MILENIO pudo acompañar a personal de la Guardia Nacional en una de estas inspecciones que realiza de manera rutinaria en el aeropuerto poblano.
Basto, un ‘lomito’ de medio metro con pelaje corto y denso color marrón, hoy convertido en un activo fundamental para la operación, pues es este uno de los cuadrúpedos – que con su olfato- se encarga de decir lo que sube al avión.
– ¿Y si localiza algo? –
«Realizará su marcaje ya sea con ladridos o simplemente se sienta enfrente de la carga, y es cuando ya procedemos a revisar el paquete con rayos X», explicó el inspector Juan Silva Blanco, coordinador de vías de comunicación de la Guardia Nacional en Puebla, mientras el perro olfatea unas canastas de pan que pretende ser enviado por paquetería.
Tan solo en junio, los aseguramientos estuvieron a la orden del día para estos perros policía en todo el país.
De acuerdo con números oficiales, la atención se concentró en los aeropuertos de Jalisco, Toluca y Querétaro, solamente en este último recinto, en el municipio de Colón, los delincuentes destacaron por su creatividad para enviar paquetes, lo que muestra el modus operandi de esta modalidad que han adoptado bandas criminales en todo el país.
“Una vez que ingresa al área de revisión la paquetería es inspeccionada por nuestros binomios canófilos -integrados por un manejador y propiamente el can-, según explica a MILENIO.
“Se trata de un protocolo en todos los aeropuertos, no solo en los que administra la Sedena y del Grupo Aeroportuario, Ferroviario y de Servicios Auxiliares Olmeca-Maya-Mexica, pues es un protocolo a nivel internacional, precisamente para evitar el trasiego de enervantes, drogas y explosivos, lo que va en contra de la seguridad pública, de la instalación, y asimismo, garantizamos la seguridad del pasajero”, destaca.
Desde quesos artesanales hasta salsa de pizza: así intentan trasladar droga
En Querétaro, por ejemplo, utilizaron quesos artesanales como fachada para trasladar metanfetamina. Los quesos fueron enviados desde un domicilio en Apatzingán, Michoacán, y jamás pudieron llegar a su destino final a la ciudad fronteriza de Piedras Negras, Coahuila.
Como si se tratara de aquella empresa de pollos usada por el personaje Walter White de la popular serie de televisión Breaking Bad, el 13 de junio los binomios caninos detectaron 12 envoltorios de metanfetamina cerrados al vacío dentro de latas de salsa para pizzas, que tenían como destino un domicilio en Houston, Texas; sin embargo, una vez que la droga es localizada, la corporación se limita al aseguramiento y a notificar al Ministerio Público Federal.
De acuerdo con números de la misma Guardia Nacional, en tan solo cinco años que lleva la corporación, la compañía canina, conformada por 334 perros, han logrado detectar:
- 13 mil 900 kilogramos de mariguana
- 170 kilos de cocaína
- 17 mil pastillas de éxtasis
- Mil 500 kilogramos de metanfetaminas
- 5 mil estampas de LCD
- Tabletas
- Ampolletas de medicamento controlado
- Pieles de animales en peligro de extinción
- Piezas arqueológicas
- Armas
- Cartuchos
- Explosivos
- Pólvora
El operativo continúa en la caseta de San Martín, también en Puebla. Ahí, a un costado del camino, los guardias detienen a los autobuses de pasajeros, y mientras un elemento del Instituto Nacional de Migración (INM) aborda para realizar una inspección de identificaciones, Los ‘lomitos’ se encargan de olfatear el equipaje minuciosamente.
“Que no se realice el trasiego de enervantes, principalmente en los vehículos de transporte de personas, que se utilizan en este tipo de actos ilícitos”, explica el inspector Silva Blanco.
Sin embargo, a pesar de las detecciones de rutina de estos canes, son contadas las personas que han sido detenidas por este tipo de trasiego.
“Si hubiéramos detectado algún indicio de algún enervante, -agrega el inspector- acude un especialista que es el encargado llevar el procedimiento, se realiza el embalaje de ese material… y se hace la llamada al Ministerio Público”.
Imagen portada: Javier Ríos | MILENIO
