No es la primera vez que el monólogo Leonardo, escrito e interpretado por Rodrigo Murray, se monta en escenarios, pero nunca ha sido más relevante. Si bien solo hay un actor en escena, este no deja de interactuar con un ente que se convierte en todo lo que la historia, del actor y del arte, requiera. Es un cubo creado por el escultor Sebastian, adaptado para el escenario y que bien podría ser otro actor a lado de Murray. Un actor con roles cambiantes, enormes y múltiples; publicó MILENIO.
Antes de entrar al tema del monólogo que escribió y actúa Murray, tuvimos que hablar de las tan comentadas representaciones de las obras de DaVinci durante la apertura de los Juegos Olímpicos de París.
“Leonardo era un tipo con un sentido del humor gigantesco. Si libró a todos esos terribles mecenas que tuvo y a esos malditos seres de poder, fue gracias a su sentido del humor —asegura el actor en entrevista con MILENIO—. A mí me parece que viene muy al caso; es un hombre al que hay que reinterpretar tantas veces como sea posible. Estoy seguro de que él mismo desde su tumba, estaría divertidisimo de ver la reinterpretación; él mismo la hace de la última cena, y pone en juego si es o no María Magdalena quien está ahí. No sabemos bien a bien si fue, y ¿qué más da? También apareció en el Sena La Monalisa”.
Y ahora sí entrando en materia: “Leonardo es una obra que me lleva más o menos una investigación como de 15 años. Es un monólogo escrito por mí, basado en hechos reales: la vida de Leonardo da Vinci. Y algunas cosas metidas de mi propia cuchara y de mi ficción”.
Y las ficciones se fusionan con la verdad, porque Rodrigo Murray interpreta a un actor llamado Rodrigo que no es él, al menos no en muchas cosas, y quien tiene la misión de hacer una obra sobre el gran maestro bajo circunstancias, digamos que complicadas.
“Ahí es donde relaciono la vida de Leonardo con la vida de un actor que quiere hacer un monólogo sobre Leonardo, que se llama Rodrigo, y que tiene su vida particular en el México contemporáneo —Pero por supuesto que ahí no nos quedamos—. Así recreo, viajando en el tiempo, la Florencia y el Milán de finales de 1400”.
“Y lo hago a través de una pieza majestuosa hecha por el maestro Sebastián, el grandísimo escultor mexicano, que voy transformando y el espacio me permite poder viajar en el tiempo de un lado a otro, e ir contando estas dos historias que se van entrelazando para llegar a un final que me encantaría que la gente comparta con nosotros”.
Ante la pregunta de cómo acabó trabajando con el Sebastián, creador de la escultura Leonardo 4, una de varias transformables que hizo a finales de los 60 y principios de los 70: “De alguna manera nos hicimos amigos a través del trabajo, y me contó que él cuando empezaba a esculpir, sus vecinos decían que era un herrero fino”, explicó respecto a uno de las recurrentes anécdotas que acabaron siendo parte de la realidad y del monólogo.
“No menosprecio ni a los herreros ni a los escultores, por supuesto, son dos disciplinas distintas. Igual, y eso lo llevó al teatro porque a mí donde me gusta esculpir es en el teatro, aunque aprecio mucho el trabajo en la televisión”.
Uno pensaría que un Leonardo DaVinci podría haberse ido de este mundo sabiendo que logró lo más cercano a la inmortalidad que un ser humano podría lograr, pero al recorrer este monólogo detrás del genio de la ciencia, las artes, la anatomía y la supervivencia política, deja claro que hasta los más grandes tienen sus montañas que no creyeron lograr escalar.
“En toda la investigación que hice, descubrí en él un espíritu de querer entender el secreto de la vida —explicó Murray—. En sus estudios anatómicos, en los que hace sobre animales, peces, aves, caballos, en los que tiene sobre la disección de cadáveres, hay una cantidad de indicios que apuntan a que él lo que estaba buscando era, de alguna manera, la inmortalidad. O por lo menos encontrar el secreto de la vida. Y fracasó, porque ese es un imposible. Los seres humanos somos finitos”.
“El éxito es una cadena de eslabones fracasados. Ese es el éxito. Creo que Leonardo hace varios intentos por llegar a hacer muchas cosas, prácticamente lo conoció todo; y no logró nada en su época. Y resulta que a la postre, pues sí es el genio del Renacimientoque nosotros reconocemos .
Sobre Leonardo 4
“Yo la primera vez que lo vi me parecía que había magia —narra el actor, quien va transformando en escena la pesada obra de arte para llevarnos a otras—. Se convierte en un caballo, en un tanque, en la Mona Lisa. Gracias a la pieza de Sebastián, como espectadores podemos ver todas las piezas que realizó Leonardo”.
¿Cuándo y dónde?
Leonardo se presenta los lunes a las 20:30 horas en el Teatro Milán de Ciudad de México
En octubre el actor y la pieza de Sebastian viajarán a Nueva York a presentar el monólogo; se espera que haya fechas de gira en otras ciudades de México en un futuro cercano.
Imagen portada: Valeria León | MILENIO
