Zoé Robledo lo tiene claro. La consolidación del IMSS-Bienestar es su principal meta en el próximo sexenio. El director general del Instituto Mexicano del Seguro Social —quien repetirá en el cargo en el gobierno de Claudia Sheinbaum— busca dejar ese legado. Quiere establecer completamente una institución que brinde a los mexicanos sin seguridad social atención y servicios médicos. El sueño de gobernar Chiapas, su estado natal, puede esperar; publica MILENIO.
En una charla con los periodistas Óscar Cedillo, Víctor Hugo Michel, Elisa Alanís, Carlos Zúñiga y Salvador Frausto en Café MILENIO, Robledo Aburto explicó que dejó la carrera por la candidatura en Chiapas por hacer historia y construir una institución que dé esperanza a los mexicanos (IMSS-Bienestar).
También habló sobre los retos que tiene el IMSS: el crecimiento de la institución acorde al aumento de la derechohabiencia, reducir los tiempos de espera, mejorar la atención e incrementar el abasto de medicamentos. Precisó que el concepto del presidente Andrés Manuel López Obrador de tener un sistema de salud como Dinamarca se refiere al diseño institucional, y subrayó que el gobierno de México nunca tuvo problemas con las farmacéuticas, sino con los distribuidores de medicamentos.
Óscar Cedillo: ¿Por qué repetir en el Seguro Social?, ¿te invitaron, no te invitaron, alzaste la mano? Platícanos.
“La doctora Sheinbaum, en junio, me hizo la invitación de continuar, y esa invitación, que, de hecho, en las páginas que compartimos ahí en Milenio, he publicado justo de la razones para continuar. Y las razones son: seguir fortaleciendo lo público, seguir fortaleciendo una institución como el IMSS, en su necesidad de crecimiento, ante el crecimiento de la formalidad, y seguir haciendo la construcción de esta nueva institución que es el IMSS-Bienestar, desde el Seguro Social”.
Elisa Alanís: La demanda no sé si ya esté cubierta, ¿es parte de lo que se piensa con IMSS Bienestar? Porque pues no somos Dinamarca, no lo somos y necesitamos todo este impulso para el sistema de salud que no, pues no se encuentra en su mejor momento.
“Yo creo que este asunto de Dinamarca hay que entenderlo más desde el diseño de una institución, más que desde los resultados de una institución. ¿A qué se refiere el Presidente, y qué es Dinamarca? Primero, es un sistema público, para nosotros es muy fácil decir: es que los hospitales siempre son públicos, no. Los sistemas de aseguramiento en países europeos, cada vez más, y en Estados Unidos, son sistemas privados, y el gobierno es solamente el pagador de esas atenciones que ocurren en hospitales, primordialmente privados.
“Segundo tema en términos de comparación con Dinamarca es que sea un sistema de organización centralizada. Dinamarca organiza su sistema en todo el resto del país desde el centro, no desde las entidades federativas”.
Salvador Frausto: ¿El IMSS ha podido crecer al ritmo de esa demanda de gente, o hay un déficit de clínicas?
“Justo es el tema. Si nos centramos, digamos en la mitad, más de la mitad, 58 por ciento, la población que atiende el Seguro Social y que se incrementó en 11 por ciento el número de personas a atender, no hemos crecido en ese 11 por ciento, entre otras cosas por dos años de pandemia y demás”.
Carlos Zúñiga: ¿Qué se le podría decir al derechohabiente?
“Mira, yo creo de los tres grandes temas, de los tres grandes retos que ha enfrentado el IMSS en esta administración: el primero sí tiene que ver con el tema de los tiempos de espera, tiempos clínicamente aceptables de espera, tenemos que lograr su reducción.
“En el tema del abasto sí hubo, sobre todo en el 2021, una situación de disminución de las recetas surtidas en farmacia. Hoy el IMSS tiene 97.4 por ciento de receta surtida completa. El resto son recetas rechazadas, ¿cuál es la situación? Que todos, todos los días se emiten 550 mil recetas todos los días.
“Otro asunto que es un gran pendiente para nosotros es el trato, que el trato sea bueno, amable, humano, y muchas veces a los trabajadores tienen que ver con temas de sobrecarga de trabajo, es decir, se tiene que ir al fondo de la razones de por qué puede ser tan tensa la relación entre el derechohabiente y el personal del Seguro Social”.
Víctor Hugo Michel: Ahora, Zoé, ¿De dónde estás construyendo este modelo del IMSS-Bienestar?
“El IMSS-Bienestar pretende ser una institución de atención médica que tiene personal, hospitales, centros de salud, guías, protocolos, etcétera, similares a los del IMSS, es decir, que se vayan empatando, porque de las grandes desigualdades de nuestro país, estaba justamente en que una persona con seguridad social y una persona sin seguridad social, eran atendidas de diferente manera, con la misma enfermedad”.
Óscar Cedillo: ¿Cómo va a funcionar IMSS-Bienestar?
“Tú eres una persona que no tiene Seguridad Social, en ese momento tú tienes el derecho a la atención médica en el IMSS-Bienestar, en el primer nivel en el centro de salud, que eso es lo que estamos intentando hacer, incluso con la credencialización, que la gente regrese a su centro de salud, que los adultos mayores después de los 60 años vayan dos veces al año a una consulta de primer nivel, solamente para su chequeo, y no esperar el momento de los síntomas de la enfermedad”.
Carlos Zúñiga: Pero bajo la rectoría de Zoé Robledo, ¿cuál es la misión, el concepto de IMSS-Bienestar?
“Que cada hospital de IMSS-Bienestar tenga las mismas intervenciones, los mismos protocolos, las mismas guías de práctica médica, los mismos medicamentos, incluso los mismos sistemas informativos que tiene el Seguro Social”.
Carlos Zúñiga: Pero todo eso cuesta, Zoé, ¿de dónde va a salir todo el dinero que se requiere para llegar a esta meta?
“Bueno, siempre ha costado, el asunto es la diferencia entre dispersar y hacer 32 ejercicios presupuestales diferentes, sin una rectoría central, lo que permitía que había veces que un gobierno estatal decía: voy a poner un acelerador lineal en el pueblo en el que nació el gobernador, porque le va a dar mucho gusto, aunque no fuera el lugar donde se necesitaba, y no estoy hablando de memoria, eso pasó”.
Víctor Hugo Michel: Tienes estos huecos, Jalisco, Nuevo León, Aguascalientes, Guanajuato, que se están resistiendo todavía, ¿cómo van las conversaciones con los gobiernos de estos estados?
“Hay una conversación abierta, por ejemplo, Yucatán ya es muy plena, porque a final de cuentas pues con el cambio de gobierno, con el Huacho, hemos avanzado y está muy interesado. Hay buenas conversaciones en Durango, en Coahuila, incluso en Aguascalientes.
Salvador Frausto: Zoé, ¿cómo quedó la relación con las farmacéuticas?
“La verdad que el problema, honestamente, nunca fue con las farmacéuticas, fue más bien con los distribuidores de medicamentos. Es decir, en nuestro país pasaba una cosa muy extraña. Tú no tenías que ser fabricante o un laboratorio grande internacional para ser el que tenía la concentración de la compra de medicamentos.
Elisa Alanís: ¿El IMSS-Bienestar es tu idea, es tu proyecto, es tu bebé?
“Sí, o sea, vaya, mía y de todo un equipo, ¿no? Sin duda fue una idea que le presentamos al Presidente, es decir, hay que hacer un nuevo órgano público descentralizado, curiosamente, digo, eso es algo así como las condiciones que te pone el destino.
“Mucho fue inspirado en la Guardia Nacional, porque a mí me tocó mucho el proceso de la creación de la Guardia Nacional estando en Gobernación, y la idea de la Guardia Nacional era una institución nueva, no de la Policía Federal.
“Cuando el Presidente me planteó que sí, que ese era el planteamiento, que el IMSS-Bienestar tendría sus propios trabajadores, hoy el IMSS-Bienestar paga sus propios trabajadores, pues era la oportunidad de una construcción de una nueva institución, y cuando me vi ante ese panorama fue que tomé la decisión de decirle: no voy a participar en el proceso interno de Chiapas”.
Elisa Alanís: Era tu sueño, Zoé.
“Sí, pero mi estado ahí va a seguir y mi tierra siempre lo va a ser. En ese momento tenía 45 años, ahorita también tengo 45 años”.
Víctor Hugo Michel: ¿Te imaginabas convirtiéndote en un especialista de salud?
“Son cosas que yo creo que era optar entre la historia y la política, y la construcción de instituciones tiene que ver más con la historia que con una decisión política, por más importante, por más que me haya preparado para ella, y que hoy está en manos de un gran compañero que tendrá que hacer su trabajo.
“Pero la pandemia, con todos sus riesgos, con todo su drama, su dolor, me recompensó pudiendo crear un institución que lo que ofrezca sea esperanza, una institución que dure 80 años como el Seguro Social”.
Imagen portada: Araceli López | MILENIO