Ismael El Mayo Zambada es uno de los narcotraficantes mexicanos más conocidos del mundo, quien a lo largo de la historia se le ha relacionado con otros capos como Félix Gallardo, Rafael Caro Quintero, Amado Carrillo y Joaquín El Chapo Guzmán Loera, con quien fundó el cártel de Sinaloa; publicó MILENIO.
Sin embargo, sus primeros pasos en el narcotráfico no los dio de la mano de estos personajes, sino de un hombre de origen cubano, identificado como Antonio Cruz Vázquez, El Niko, quien arribó a Culiacán, Sinaloa, tras años estar preso en Estados Unidos. Aquí te contamos todo sobre —quien para muchos es— el verdadero padrino de El Mayo Zambada.
Relación entre El Niko y El Mayo Zambada
Una de las versiones sobre cómo la familia Zambada incursionó en el mundo del narcotráfico está ligada con Antonio Cruz, quien —según una investigación del periodista Frederick Venables— conoció a El Mayo en Sinaloa, en 1973, luego de haber sido arrestado en varias ocasiones en Estados Unidos por tráfico de drogas y otros delitos menores.
Antonio Cruz, mejor conocido como El Niko, se casó con Modesta Zambada —hermana de El Mayo—; sin embargo, la relación entre Ismael y el cubano fue más grande que la de unos simples cuñados.
Según las investigaciones de Venables, los Zambada se convirtieron en proveedores de heroína de El Niko, quien pasaba la droga de México a Estados Unidos.
El narcotraficante cubano transportaba la droga por aire a Tucson Arizona, o bien, la escondía en llantas de automóviles que cruzaban la frontera. Posteriormente —se explica en la investigación del periodista— la heroína se almacenaba en Las Vegas y se distribuía en Nueva York y Nueva Jersey.
Durante ese tiempo, Ismael Zambada trabajó muy de cerca con Antonio Cruz. El capo mexicano se encargaba principalmente de empaquetar la droga y realizar encargos personales de su cuñado.
Además, El Mayo aprendió la logística detrás del tráfico de drogas y la importancia de tener una buena relación con las autoridades, tanto policiales como de altos mandos del gobierno; mientras que con los narcotraficantes siempre había que mostrarles lealtad.
“Los encargados de equipaje en ambos lados de la frontera (México y Estados Unidos) fueron sobornados, lo que facilitó el flujo de drogas y dinero, mientras que el vehículo de un comandante de la policía mexicana se utilizó para transportar heroína a Nogales”, dice el artículo de Frederick Venables.
Antonio Cruz también le enseñó a El Mayo que para poder evadir la ley tenía que ganarse al pueblo, situación que hasta antes de la captura del capo —el jueves 25 de julio— ocurrió entre los pobladores de Sinaloa.
Por otra parte, luego de que detuvieran a El Niko, en 1978, tras mudarse a Estados Unidos, El Mayo Zambada tomó mayor importancia en el mundo del narcotráfico; el capo heredó los contactos de su cuñado, que a través de su hermana, contactó para lavar el dinero que recibía de manera ilícita.
Ante este escenario, Ismael El Mayo Zambada comenzó a traficar droga de México a Estados Unidos; y comenzó a relacionarse con los líderes del cártel de Guadalajara, dónde conocería a El Chapo Guzmán, con quien años más tarde fundaría el cártel de Sinaloa.
Cabe mencionar que, la relación entre El Mayo y El Niko también ha sido investigada por la periodista Anabel Hernández, quien a través de su nuevo pódcast, Narcosistema, aseguró que Antonio Cruz fue quien apadrinó Ismael Zambada en el mundo del narcotráfico.
Contexto social
El Mayo Zambada y su cuñado aprovecharon la detención de Alberto Sicilia Falcón (1975) —narcotraficante cubano y de la caída de una banda de traficantes de droga conocida como Conexión Francesa (1972), quienes eran los principales proveedores de heroína de la época, para apoderarse del mercado estadunidense.
¿Quién es El Niko?: Así llegó a México
Según registros, Antonio Cruz nació en La Habana, Cuba, entre 1926 y 1927. Antes de entrar al mundo del narcotráfico, El Niko fue un empresario exitoso que se caracterizaba por su generosidad.
En la investigación de Venables, se hace referencia a una anécdota en la que Antonio Cruz —ya como narcotraficante— le pidió a su piloto privado ir a Las Vegas a comprar juguetes para repartirlos en una función navideña que él organizó en Lake Tahoe, en la que se presume asistió El Mayo Zambada.
En 1959 —al término de la Revolución Cubana— Cruz Vázquez se convirtió en el capitán de la fuerza policial nacional; sin embargo, tiempo después su nombre comenzó a figurar en Nicaragua, donde inició su vida delictiva, a pesar de que existía el rumor de que el cubano trabajaba para la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés).
El 12 de mayo de 1960, El Niko fue detenido en Laredo, Texas, por transportar un automóvil robado de Florida, Estados Unidos, a Cuba y posteriormente a México; además, fue capturado en varias ocasiones por tráfico de drogas.
Se sabe que durante su primera etapa como criminal, Antonio Cruz vivía en Nueva York, Estados Unidos, donde obtuvo, de manera ilegal, una acta de nacimiento de Puerto Rico, fachada que durante años mantuvo para no ser capturado.
“En 1970, fue arrestado cerca de Alamogordo, Nuevo México, tras ser descubierto en posesión de 596 libras de mariguana. Fue sentenciado a cinco años en la prisión de Latuna, Texas, pero fue liberado en 1973 debido a su buena conducta y al deterioro de su condición cardíaca”.
Tras quedar libre, El Niko se mudó a Sinaloa, donde, de la mano de los Zambada, traficó grandes cantidades de droga a los Estados Unidos.
Sin embargo, el capo cubano nunca se sintió tranquilo en México, pese a que no le importaba mantener un perfil bajo, Antonio Cruz temía que sus hijos pudieran ser secuestrados en tierras aztecas, por lo que compró una lujosa residencia en Las Vegas para irse a vivir a los Estados Unidos, lo que hizo que el poder de El Mayo Zambada aumentara en México.
Ya en Estados Unidos, Antonio Cruz se hizo adicto a las apuestas. El capo disfrutaba apostar grandes cantidades en el casino del Caesars Palace —ubicado muy cerca de su residencia en Las Vegas— donde se dice que ahí surgió el apodo de El Niko.
De los lujos a prisión: La caída de El Niko
Antonio Cruz era un narcotraficante que le gustaba presumir el lujo y derrochar dinero; según las investigaciones de Venables, El Niko perdió miles de millones de pesos apostando en el Caesars Palace de Las Vegas, pero este no fue su más grande error.
La periodista de investigación Anabel Hernández aseguró que el estilo de vida del narcotraficante cubano llamó la atención de las autoridades.
“El Niko tenía una vida llena de lujos (…) Los autos, mujeres excéntricas y las apuestas en el Caesars Palace llamaron la atención de las autoridades”, dijo Hernández en su pódcast.
Esto provocó que, el 28 de enero de 1978, Antonio Cruz y su piloto privado —James Walker— fueran arrestados en Estados Unidos como parte de un operativo para frenar el tráfico de heroína en el país, el cual estaba valuado en más de 18 millones de dólares.
La detención de El Niko fue la más grande lección para Ismael El Mayo Zambada, quien desde entonces aprendió que para los negocios criminales se tenía que manejar un perfil bajo.
¿Quién mandaba en el cártel se Sinaloa?
Anabel Hernández reveló en su pódcast Narcosistema que, fuentes allegadas al cártel de Sinaloa confirman que aunque por años las autoridades mexicanas y estadunidenses se centraron en detener a El Chapo Guzmán, quien en verdad mandaba era El Mayo Zambada, pero que éste siempre prefirió mantener un perfil bajo.
Como muestra del estilo de vida que tenía Antonio Cruz, Jesús Reynaldo Zambada, El Rey —otro de los hermanos de El Mayo— dijo, durante el juicio contra El Chapo Guzmán en Estados Unidos, que El Niko le regaló un Porsche y que lo mantuvo cuando él tenía 14 años de edad.
Una vez detenido el narcotraficante cubano, Antoni Cruz estuvo cerca de evadir la justicia estadounidense por irregularidades en el proceso; sin embargo, finalmente fue sentenciado a 15 años de prisión.
Según las investigaciones del periodista Frederick Venables durante el juicio, el capo mostró en todo momento una actitud resignada, aunque nunca confesó sus crímenes en Nicaragua, por lo que lo único que se limitó a decir fue: “Me parece que todo lo que hago es perder”.
Imagen portada: Archivo