Pachinko, basada en la novela de Min Jin Lee, se ha convertido en un fenómeno global no solo por su poderosa narrativa, también por su profunda exploración de la historia coreana; la serie que esta semana llega a AppleTV+ retrata un amor prohibido y la vida de cuatro generaciones de una familia de inmigrantes coreanos que hace frente al racismo en Japón; informó MILENIO.
“Es verdad que el pueblo coreano pasó por todas estas dificultades, los individuos intentan sobrevivir y prosperar, tratan de proteger a su familia y a sí mismos, pero para la serie, quería centrarme lo humano. Cuando comencé a mostrar la importancia de los dos países o los eventos históricos, sentí que estaba totalmente fuera de lugar”, dijo Minha Kim a MILENIO.
“Por supuesto que me basé en los eventos históricos y siempre soy consciente de lo que pasó —dijo la protagonista, respecto a la invasión japonesa a Corea del Sur en 1910—, pero como dije, pensé que lo importante era la historia de los individuos, las historias de amor y la familia y el hogar; así que, sí, eso es lo que estaba tratando de hacer con mi personaje”.
La serie resalta las duras realidades de este periodo que marcó profundamente la identidad coreana. A través de los ojos de sus personajes, Pachinko muestra cómo las familias enfrentaron las adversidades de la época, “este puede ser el sentido del arte, es arrojar luz sobre las personas e historias que no se representan a menudo”, explicó el actor Jin Ha.
Más que conocer a profundidad la historia de un país, “me importaban las emociones de las personas que vivieron en medio de esos grandes eventos históricos —comentó el actor Lee Minho—, quería que se prestara atención a cómo superaron sus dificultades y cómo llegamos hasta aquí, porque sobrevivieron y compartieron amor en medio del sufrimiento”.
A lo largo de la historia, el papel de las mujeres se vuelve crucial. La serie honra el legado de las mujeres y destaca la importancia sobre el pasado para comprender mejor el presente, “es una carta de amor a las madres y abuelas, nos hace darnos cuenta de que ser madre es un trabajo y una labor de amor, rendimos homenaje a eso”, dijo Soo Hugh, showrunner.
Más allá de la historia de amor prohibido, Pachinko se ha convertido en un ejemplo claro de cómo la k-culture se hace presente en el mundo, no sólo a través de la música y el cine, también de la televisión, poniendo en pantalla un drama con el que la audiencia se identifica y que se suma a la gran oferta de historias surcoreanas que han conquistado el mundo.
“Es asombroso verlo y creo que es importante enfatizar que Corea (del sur) es un país más antiguo que Estados Unidos, tiene una tradición artística de miles y miles de años. Y creo que el K-pop y el fenómeno del cine y la televisión coreanos son una extensión de ese lenguaje de Corea, uno que ha sido importante e influyente en nuestras vidas”, dijo Soo Hugh.
“Hay mucha gente creativa en Corea, que constantemente está creando contenidos geniales, creo que fue un momento perfecto y se está extendiendo por todo el mundo, a la gente le gustan nuestras historias, y no solo en Corea, me siento feliz de que finalmente se esté interactuando y feliz de participar en más historias en el futuro”, agregó Minha Kim.
Pachinko no solo es entretenimiento o K-drama, sino que también ilumina una parte vital de la historia coreana que a menudo ha sido pasada por alto. La serie ofrece una reflexión sobre cómo el pasado influye en el presente, y cómo las historias de resistencia y empoderamiento, especialmente de las mujeres, son fundamentales para entender la identidad cultural coreana.
“Mi personaje (Sunja) tiene muchas razones para ser fuerte y sabe cómo prosperar y mientras pueda proteger a su familia, está dispuesta a hacer literalmente todo, se volvió tan fuerte y flexible y muy inteligente y toda la sabiduría que contiene proviene de esa experiencia. Creo que fue un momento muy poderoso y creo que la audiencia lo apreciará”, dijo Minha Kim.
Imagen portada: Especial