El Instituto Nacional de Estadística y Geografía dio a conocer que, en promedio, la población adulta mexicana residente en centros urbanos califica su satisfacción con la vida con 8.3 en una escala del 0 al 10.
De acuerdo con este indicador, el mayor rubro en el que mexicanos expresan satisfacción es con sus relaciones personales (8.7), seguido por la vivienda (8.6), la ocupación y los logros en la vida están empatados (8.5), y las perspectivas a futuro y el estado de salud (8.4). Mientras que los aspectos donde más insatisfacción se detectó fue en el nivel de vida (8.2), el vecindario (8.1), el tiempo libre (7.8), la ciudad (7.6), el país (7.3) y la seguridad ciudadana (5.3).
A través del Módulo Básico de Bienestar Autorreportado (BIARE Básico), el INEGI ofrece información sobre la situación del bienestar subjetivo en México, a partir de indicadores de bienestar autorreportado de la población adulta que reside en el ámbito urbano. El indicador se basa en tres aspectos del bienestar: el balance anímico, la satisfacción de vida y la llamada “eudemonía”, término griego que remite al buen funcionamiento psicológico y el propósito de la vida.
Sobre el balance anímico, el INEGI reportó que, en una escala de -10 a 10, en general la población reporta un 6.2, que varía por sexo, para los hombres el balance anímico es de 6.4, mientras que para las mujeres es de 6.1. Este indicador compara estados de ánimo contrarios, como “emocionado o alegre” contra “triste o deprimido”, “enfocado” contra “aburrido o sin interés en lo que se hacía”, “buen humor” contra “mal humor”, “tranquilo” contra “preocupado o estresado”, entre otros.
En general, desde 2019 se ha reportado un incremento en el balance anímico de la población en sus diversos indicadores (con una interrupción en la recolección de datos por la pandemia de Covid-19 en 2020).
En cuanto a la satisfacción de vida, el reporte de 8.3 de la población en general, mayor de 18 años y en centros urbanos, se mantiene estable al igual que en julio de 2023 y de 2022. Además, por grupos de edad hay una ligera mayor satisfacción en el grupo de entre 18 a 29 años (8.4) y de 30 a 44 años (8.4), mientras que de 45 a 59 años y de 60 a más se mantiene en 8.2.
Respecto a la “eudemonía”, se pide a los encuestados que califique en una escala de 0 a 10 –en la que 0 significa total desacuerdo y 10, total acuerdo– ciertos enunciados sobre la fortaleza y sentido de vida. De los 10 enunciados, la población adulta se identificó más con “soy una persona afortunada”, “soy libre para decidir mi propia vida” y “lo que hago en mi vida vale la pena”, cuyo promedio fue 9.1. Por su parte, el nivel más bajo lo obtuvo el enunciado “la religión es importante en mi vida”, con 8.0 en promedio.
