Por Carlos Díaz Barriga
Final de fiesta a topes y sombrerazos. A diestra y siniestra. De ida y vuelta. En los medios. Y en el atril. ‘Y espérense, que lo mejor es lo peor que se va poner’, dijo el que dijo. ¿El Presidente, quiere o ya no quiere usar corbata? Hoy falló el nudo. Le quedó corta. Nadie le avisa. Le da igual. Tiene cosas mucho más importantes que enfrentar, que al espejo.
Comienza la conferencia con el reporte quincenal de ‘El pulso de la salud’. El Secretario del ramo, Jorge Alcocer, está presente para proceder a su participación, también quincenal, habitual. Cuarenta y cinco segundos. Luego, Zoé Robledo, poco menos de 25 minutos. A partir de septiembre, la presión de entrega de obras terminadas, va a ser con torniquete; presidencial.
Sesión de más respuestas que preguntas. Destacan cada vez más los mensajes de despedida y nostalgia y agradecimiento, por parte de los participantes, especialmente de los que ahí han encontrado la luz. Abren juego con “su opinión sobre que la calificadora Fitch haya amenazado con bajar la calificación de la deuda soberana de México si se aprueba la reforma al Poder Judicial…. y Stanley Morgan también… ya bajaron recomendación de inversión para México?” Mucho pero mucho más adelante, la respuesta: “La economía de México es muy fuerte, mucho muy fuerte, resiste toda esa campaña… México es uno de los países más atractivos para la inversión extranjera”.
Comenta la salida de Denise Dresser, Héctor Aguilar Camín y Jorge Castañeda de Televisa: “ya nada más falta que me echen la culpa a mí… a Emilio no lo he visto desde hace más de un año o dos, y a Bernardo no lo he visto desde hace como cinco meses”. Tema Javier Corral. “Independientemente del comportamiento de los servidores públicos, si somos buenos o malos, no debe de haber venganza, no debe de utilizarse la ley para impedir los derechos políticos”.
Le preguntan sobre la admisión que la Ministra Norma Piña hizo en la Corte de la denuncia del PAN, sobre la asignación de curules. “La política significa autolimitarse, es prudencia, se hace con la cabeza, también con el corazón, pero con la cabeza; y aunque se tenga el corazón caliente, la cabeza fría. Por eso, los he mandado varias veces a que respiren profundo”.
Sobre si le inquieta el escenario que podría heredar a Claudia Sheinbaum… protestas de trabajadores del Poder Judicial, manifiesto de la Cámara de Comercio de EU y otras organizaciones internacionales, etc.: “yo pienso que no. Y además están en su derecho… se debe de garantizar el derecho a disentir”. Tema Ken Salazar. De una buen vez: “está en pausa… pausar significa que vamos a darnos nuestro tiempo”. Y con el embajador de Canadá, tambor. Aclara, es con las embajadas, no con los gobiernos. “Que entiendan que fue una imprudencia manifestarse como lo hicieron”. Y después, remate contra el calendario: “ya me voy a ir, ya faltan 30 días, pero mientras yo esté aquí como presidente, no puedo permitir que se viole nuestra Constitución”
De salida, organiza votación a mano alzada con los reporteros presentes: “así como quiero que terminemos, que yo un día esté allá y ustedes acá. ¿Me dan oportunidad de preguntar?…¿qué es mejor, que a los ministros de la Suprema Corte los elija el pueblo o que los elija el Senado? Que levanten la mano… cuéntale ahí, Jesús”. Veinte a favor. Ni un voto en contra. Ni uno. “Ya me hicieron el día”. Se trabaja desayuno. Para la mesa uno. Un rato después, se lo ‘deshacen’ los padres de los 43 jóvenes de Ayotzinapa. Tras reunirse con él, dan por finiquitados los diálogos con el Presidente. “Terminamos mal” -dice Vidulfo Rosales, al salir. Fue la última reunión. Se les acabó lo que se acaba con el tiempo. A todos.
