Por Julieta Villegas Aguayo
Esta semana en conferencia matutina el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador quien por cierto es el mandatario mejor evaluado en los últimos 30 años, agradeció a las y los mexicanos por su apoyo y cariño durante este sexenio, para él y su gobierno humanista, esto derivado de una encuesta de aprobación que hizo la casa encuestadora Buendía y Márquez publicada en El Universal con fecha del 26 de agosto de 2024.
A 30 días de que se termine su mandato el Ejecutivo Federal cuenta con 73% de aprobación, cifra que me parece bastante positiva e incluso impresionante debido a que durante el periodo neoliberal ningún político contaba con tal apoyo o respaldo, por el contrario, los políticos y gobernantes eran vistos como lejanos y hasta como enemigos del pueblo.
También, el 63% en esta encuesta aprueban la reforma al poder judicial que AMLO propone y la mayoría parlamentaria de Morena impulsa desde el Congreso General, asimismo el 59% de las personas encuestadas opinan que las y los jueces deben ser electos por voto popular.
Es innegable que nuestro actual Presidente cambió la vida de muchos y muchas, transformó la realidad mexicana empoderando al pueblo, sacó a millones de la marginación y de la pobreza.
La CEPAL asegura que los programas sociales de AMLO redujeron la pobreza y la desigualdad de 2018 a 2022, sus políticas públicas y programas sacaron de la pobreza a cinco millones de mexicanos y mexicanas, a pesar de la pandemia.
La pobreza infantil se redujo siete puntos porcentuales, nos dice UNICEF y en América Latina, nuestro país lidera el aumento de salario mínimo.
«México es de todos no de una minoría, todos tenemos los mismos derechos» dijo el presidente AMLO cuando agradeció el apoyo en la conferencia mañanera de hace unos días en la que compartió su aprobación popular.
Para él, siempre es importante recordar que somos iguales ante la ley sin importar nuestro poder adquisitivo, religión o «raza». Siempre aconseja defender nuestros derechos, nuestras convicciones y jamás agacharnos ante el poder económico o los poderes fácticos.
Con la forma de hacer política que él impulsó y mostró al mundo, deja en México un legado invaluable puesto que el pueblo está más politizado e informado que nunca, logró cambiar las prácticas de la llamada clase política, por unas austeras, éticas y más nobles.
Además de dar extraordinarios resultados, por mencionar algunos, recordemos que recuperó la soberanía nacional, las playas nuevamente son públicas y no privadas, rescató PEMEX, los trenes de pasajeros y el IMSS. Dejó aeropuertos, refinerías, un corredor que conecta el océano Pacífico con el océano Atlántico, construyó megaproyectos de trenes de primera, universidades, nuevos derechos sociales elevados a rango constitucional, un nuevo sistema de salud pública y un Estado de Bienestar en marcha, listo para continuar su construcción con la primera presidenta que tendrá nuestra República.
El próximo domingo 1ero de septiembre el presidente López Obrador rinde su último informe al pueblo de México en el zócalo de la Ciudad de México, seguramente abarrotará no sólo el zócalo, sino la Ciudad, ya conocemos su capacidad de convocatoria, pero sobre todo el amor que le tiene la gente.
Vivimos una revolución sin armas, pacífica y por la vía electoral que no hubiera sido posible de ninguna manera sin ese liderazgo honesto y fuerte de AMLO.
Tanto que agradecerle hoy y siempre.