Por José Jaime Ruiz
Nuestras vidas se definen por las oportunidades, incluso las que perdemos. // El curioso caso de Benjamin Button / F. Scott Fitzgerald
Al escribir sobre el nacimiento de la revista Proceso en 1976, Julio Scherer García rememora: “Fue una época que trajo de todo. Comprobé que el dinero mercenario astilla los huesos y la traición los deshace”. Es el curioso caso de Ciro Gómez Leyva, una promesa de buen periodista que nunca se cumplió. El dinero mercenario astilló sus huesos, sus mentiras, calumnias y montajes traicionaron a lectores y audiencias. Se filtró que Ciro deja su programa de manipulación en unas semanas, después de ser cómplice del montaje, junto con la gobernadora de Chihuahua, en contra de Javier Corral. ¿Cuánto le pagó, si es que le pagó, Maru Campos por la farsa y sus vituperios?
Jaime Avilés, periodista de una pieza como pocos, escribió en su “Desfiladero”, en 2015: “Ciro Gómez Leyva no nació de un vientre humano. Es innecesario argumentarlo. Llamarlo ‘hijo de puta’ sería enaltecerlo (y su mamá no tiene nada que ver aquí). Ciro Gómez Leyva carga con la muerte de Galo Gómez Ogalde, el periodista chileno refugiado en México, a quien en plena depresión aguda orilló al suicidio (y después sacó su cuerpo de la Cruz Roja y quedó monísimo con sus padres).
“Ciro Gómez Leyva ‘atacaba’ (los periodistas no atacamos, nuestra labor es criticar) un día sí y otro también al ex gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz (URO). Un día URO lo invitó a pasar una semana de vacaciones con todo pagado en Huatulco. Ciro Gómez Leyva fue con su esposa y sus hijos. A la mañana siguiente recibió una visita celestial: URO descendió en helicóptero y se lo llevó a volar sobre las bahías. Ciro Gómez Leyva no volvió a meterse con URO. Al contrario, se convirtió en su más osado defensor. Entre colegas se sabe que, durante el vuelo en helicóptero, URO le dio seis millones de pesos. Así aprendió a lidiar con gobernadores indeseables”.
Ciro Gómez Leyva definió su vida con la “oportunidad” periodística de servir al poder. Su método de ataque citado por Jaime Avilés no funciona en tiempos de la 4T, blindada contra el chantaje. Lo suyo es astillarse los huesos con dinero mercenario. Así con Genaro García Luna, así con Maru Campos. En la numeralia del descrédito, Ciro acompaña a los corridos de Televisa Héctor Aguilar Camín y Denise Dresser. El drenaje de la inmundicia fluye.
(José Jaime Ruiz: Escritor y periodista, es autor de los libros La cicatriz del naipe (Premio Nacional de Poesía “Ramón López Velarde”), Manual del imperfecto político, Caldo de buitre y El mensaje de los cuervos. Fue jurado y tutor del Sistema Nacional de Creadores de la Secretaría de Cultura en la especialidad de “Poesía”. Dirige el periódico digital www.lostubos.com.)