La alianza que tiene la Federación Mexicana de Futbol desde 2002 con SUM (Soccer United Marketing), la empresa que se encarga de organizar los partidos amistosos del Tricolor en los Estados Unidos, es una de las que más críticas ha recibido, sobre todo por la calidad de rivales a los que se enfrenta el conjunto nacional, que suelen ser de una calidad muy cuestionable; publicó MILENIO.
Incluso, estos partidos recibieron -de forma peyorativa- el calificativo de ‘moleros’, un claro señalamiento que dichos compromisos dejan un gran beneficio económico, pero uno deportivo muy cuestionable.
Por ello, el plan de la Federación Mexicana de Futbol, para después del 2028 (año en que termina el actual contrato renovado en 2022), es que sea la misma estructura de Selección Mexicana y la FMF la que organicen, sin intermediario o con la mínima ayuda, los juegos del conjunto tricolor en Estados Unidos, esto al proponerse la no renovación del contrato con SUM, la empresa que hoy en día se encarga de la organización de estos juegos. O, en su defecto, modificar el contrato por completo con la misma compañía para una posible renovación en la que la propia Selección Mexicana sea dueña de su producto y pueda sacar más beneficios económicos y deportivos del mismo, siendo la FMF el dueño auténtico de la mencionada ‘gallina de los huevos de oro’.
Esta idea la ha sugerido el nuevo integrante del organismo, Brandon Gayle, quien llega como Chief Comercial Office de la FMF, para sumarse al grupo que encabezaba Pepe Romano, quien también se ha incorporado al área comercial de la Liga Mx para intentar posicionarla, como lo han hecho con la marca Selección Mexicana.
Brandon Gayle conoce el mercado de los Estados Unidos, y se le ha ocurrido la idea de realizar los juegos de la Selección Nacional en el país vecino del norte de manera directa y hacer de lado a SUM al término de su contrato.
Múltiples ganancias
Para darnos una idea de lo que representa SUM para la estructura económica de la FMF, esta empresa pagaba un aproximado de 3 millones de dólares por partido, con un contrato de cinco juegos al año y un total cercano o arriba de los 60 mdd por ciclo mundialista, solo por presentarse a jugar en los diferentes estadios de la Unión Americana.
Esta entrada de dinero alcanza para costear toda la estructura de las Selecciones Nacionales femeniles y varoniles, también para darle mantenimiento al Centro de Alto Rendimiento (CAR), a la Federación y para otros gastos de operatividad.
Con la idea que se tiene -por ahora- para el 2028 de no renovar con esta firma de manera directa se plantean al menos duplicar y hasta triplicar la cifra de los 60 millones de dólares por cuatro años; con el solo hecho de cortar intermediarios y dejando en SUM la renta del estadio, al ser ellos los que manejan la gran mayoría de los inmuebles en los que México juega en Estados Unidos.
Asimismo, diversas fuentes señalan que esto no es una idea poco fundamentada o que surge como estrategia, sino que se trata de un concepto que emerge de la experiencia, contactos, conocimiento que han generado de tantos años al jugar en Estados Unidos, con nombres propios que han estado ahí y nutriendo un nuevo brazo en la FMF con viejos conocidos y que ahora están en el país vecino trabajando en los rivales del Tricolor.
De esta forma se prevé que esta entrada de dinero ayudaría por completo a toda la estructura de Selecciones Nacionales femeniles y varoniles, y serviría para la construcción de nuevos proyectos o estructura para dichos equipos cuando viajen a EU.
En los próximos meses esta idea comenzará a rondar con más fuerza en los distintos escritorios de la Federación Mexicana de Futbol y en los clubes de la Liga MX, a quienes planean conquistar con el hecho de duplicar o triplicar la entrada de dinero.
Imagen portada: MILENIO